En febrero del presente año ha salido publicada la nueva edición del libro: "Recursos Naturales y Globalización. Petróleo y Venezuela como ejemplos". Caracas. UCAB, del experto petrolero Bernard Mommer. Esta obra monumental no tiene desperdicio tanto en lo teórico como en lo empírico, y debe servir de soporte doctrinario para la implementación de una política petrolera nacionalista y popular.
De la lectura de esta obra, donde se combinan lo universal con lo nacional en él tratamiento de la cuestión petrolera, vamos a destacar dos grandes aportes que explican en gran medida, el analfabetismo petrolero en el cual se encuentra hoy la mayoría del pueblo venezolano. Nos referimos en primer lugar, a la ausencia en la historiografía criolla, de la gran división propiciada por los dirigentes de Acción Democrática en el pensamiento político-petrolero nacional, cuando desde el voto salvado en la Reforma Petrolera de 1943 y luego en el Trienio Adeco, sembraron la idea que solo los gobiernos democráticos encabezados por este partido, podían impulsar una política petrolera nacionalista y soberana, en oposición a los gobiernos militares precedentes, quienes fueron acusados de ser entreguistas en la cuestión petrolera. De esta manera, al país se le oculto los grandes avances que en materia de nacionalismo y soberanía petrolera fueron alcanzados por los gobierno gomecistas y posgomecistas. Este ideario político-petrolero adeco decreto la falta de unidad nacional en materia de defensa de nuestro principal recurso natural exportable, entronizando la visión ricardiana de la renta internacional del suelo.
La segunda ausencia notable en la historiografía petrolera criolla viene representada por la falta de una asunción crítica del proceso de nacionalización petrolera de 1975. Es realmente increíble que siendo Venezuela un país triunfador ante el imperialismo, durante el régimen concesionario petrolero, nuestros historiadores no se preguntaran por que el país no defendido esta gobernanza de la cuestión petrolera y por qué no se preguntó si la nacionalización era un caballo de Troya impuesto por el capital trasnacional. Según el autor que venimos comentando, la nacionalización petrolera fue una brutal declaración de guerra del capital imperial y de los países consumidores al estado venezolano, victorioso en el periodo concesionario. En el pensamiento petrolero venezolano no apareció la duda si con la nacionalización seriamos un mejor país.
La nacionalización petrolera significo la primera gran derrota del estado rentista venezolano, por cuanto con la misma, el capital transnacional impuso su agenda parida por la Agencia Internacional de la Energía de 1973, consistente en lo siguiente:
1.-Se obligó al estado a pagar indemnización violando la Ley de Reversión de 1971
2.-Se obligó al estado a pagar lucro cesante
3.-El estado a acepto convenios de asistencia técnica con las transnacionales
4.-El imperio impuso a PDVSA como empresa para manejar el petróleo como capital productivo
5.-El imperio impuso su gerencia transnacionalizada a PDVSA
6.-La ley de nacionalización petrolera en su art. 5 autorizo la participación del capital foráneo en todas las fases del negocio
7.-El petróleo quedaba fuera del debate político nacional
8.-Se decretó la guerra contra la OPEP
9.-Se liquidó el régimen concesionario y se impuso el régimen cesionario petrolero mediante el cual, PDVSSA pasaba ahora a dictar la política petrolera del estado por encima del ministerio de petróleo.
10.-Con la nacionalización el interés académico por la cuestión petrolera enmudeció: ya que el petróleo era nuestro, según el adequismo y marxismo-leninismo, no hacía falta dedicarle horas de estudio a la cuestión petrolera, pues, el país había alcanzado uno de sus máximos objetivos históricos.
Estas ausencias son tan marcadas que según Mommer en la obra comentada, señala que en 1997 "Fernando Coronil público su libro The Magical State, en la cual presenta una visión histórica del siglo XX venezolano y del fracaso del estado terrateniente…En este libro, sin embargo, las compañías petroleras internacionales no aparecen como actores. Incluso Coronil ni siquiera menciona a PDVSA y sus filiales". En 2002 Asdrúbal Baptista edito la obra "Venezuela siglo XX.Visiones y testimonios", donde aparecen opiniones de cuatro reputados historiadores como Elías Pino Iturrieta, Manuel Caballero, German Carrera Damas y Ramón j Velázquez, quienes si bien mencionan la impronta del petróleo en la sociedad venezolana, "…ninguno menciona siquiera la Reforma Petrolera de 1943, ni atribuye importancia alguna a la nacionalización de 1975, y mucho menos a PDVSA y sus filiales". En 2003 Mirtha Rivero público "La Rebelión de los Náufragos" donde intenta explicar la caída de Carlos Andrés Pérez en 1993. Entre los innumerables problemas que tuvo que enfrentar como Presidente, de acuerdo con las declaraciones de los entrevistados, brilla por su ausencia cualquier referencia a la política petrolera, y por ende, a PDVSA y sus filiales".
El libo de Mommer es una invitación a desadequizar el pensamiento petrolero venezolano, adquisación que también fue asumida por varios de los estudiosos de la cuestión petrolera criolla, desde las filas del marxismo-leninismo, comulgando muchos de ellos en el altar de Juan Pablo Pérez Alfonso.
Hoy cuando la tentación neoliberal apunta a llevarse por delante el nacionalismo petrolero y el legado victorioso del periodo concesionario, debemos llevar el contenido de esta obra hasta el mas humilde de los venezolanos, reclamo que hacemos desde la democracia participativa y protagónica-