Aunque han transcurrido unas tres semanas de las elecciones internas del PSUV, no es tarde para asomar algunas consideraciones que suponemos motivan preocupación en cierta militancia de esta organización partidista. Lo hacemos desde una perspectiva regional, estado Sucre, que no dudamos debe tener un parecido con lo que acontece en otras partes del país.
Estas primarias promueven una sana intención al propiciar la participación de manera democrática de todos aquellos inscritos en el PSUV. En este sentido, todos fueron convocados a postularse y a votar, lo cual contrasta con la manera y la forma como la oposición escogió sus candidatos en la llamada Mesa de la Unidad, caricatura del consenso y del reparto.
La dirigencia nacional del PSUV, debe estar alarmada por los bajos índices de participación. No es posible que un partido, que según las informaciones cuenta con unos 7 millones de inscritos, tenga una convocatoria nacional de 2 millones y medio en unas elecciones para escoger los candidatos a una instancia como la Asamblea Nacional, que el mismo Presidente Chávez ha dicho que son vitales para el futuro de la Revolución Bolivariana. Afirmación que no tiene ningún tipo de dudas, cuando sabemos que estamos en presencia de una derecha nacional e internacional que cumple al pie de la letra los planes imperialistas y que en caso venezolano se atreve a cometer locuras para desestabilizar y sabotear la gestión de gobierno.
Pero volviendo al caso de los 7 millones de inscritos, no 7 millones de militantes, y una abstención que pisa el 70 por ciento, es lógico hacerse algunas preguntas en cuanto al partido que tenemos y el partido que queremos. ¿No será mejor que el PSUV aplique una práctica sanitaria y abra un proceso de reinscripción para saber exactamente con qué cuenta y no seguir con ese cuento del partido más grande del mundo? ¿Qué partido es ese y que militancia es esa que no le para al clamor y llamado de su máximo líder en un momento crucial del proceso? En todo caso, por encima de decepciones, molestias, rezongadera o lo que sea, ¿cómo pueden calificarse a esos cinco millones y medio que se quedaron enchinchorrados? ¿Qué y quién los animará a votar por los candidatos del PSUV el 26-S?
Finalmente, hay un dossier de vicios y malamañas heredadas de la cuarta república, como repartir dinero, neveras, lavadoras, cocinas, colchones, etc., que aquí en Sucre, según denuncias de los mismos dirigentes del PSUV, se volvieron a poner en práctica… ¡con satisfactorios resultados!. Por eso decimos, Presidente Chávez…Meta la lupa.
¡ORDEN EN LA PEA!
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