Víctor Álvarez es también
uno de los investigadores del Centro Internacional Miranda (CIM), un
espacio que ha servido para la crítica y propuestas de ideas para la
Revolución Bolivariana. Aunque muy pocas veces hemos coincidido con
algunos planteamientos del CIM, creemos que ese espacio ha servido para
que se expresen y se enfrenten las tendencias Reformistas y Revolucionarias
que hacen vida dentro de la revolución. Hoy Álvarez toma partido
y se hace vocero de una de esas tendencias. En una entrevista publicada
muy recientemente en la página Web aporrea.org, Álvarez nos propone
lo siguiente: “En lugar de que el Gobierno siga gastando grandes
sumas de dinero en pagar expropiaciones, "el Estado, para impulsar
la economía social, pudiera concederle préstamos a las asociaciones
de trabajadores y a las comunidades organizadas para que compren acciones
de las empresas a través de casas de bolsa socialistas".
Pero veamos cual es su argumento. Más adelante Álvarez continúa y
agrega: "Cuando todos los trabajadores y miembros de la comunidad
donde opera la empresa posean acciones y se sientan dueños de esas
empresas, en lugar de aumentar el tamaño del capitalismo de Estado,
le habremos dado un gran impulso al desarrollo de una nueva y pujante
economía social sin fines de lucro, pero sin vocación de pérdida,
capaz de generar un creciente excedente para ser invertido en función
de dar respuesta a las necesidades y problemas de los trabajadores y
la comunidad", - y concluye diciendo: "Destruir
la economía capitalista sin haber creado la socialista es el atajo
perfecto para quedar atrapados en un círculo vicioso de recesión,
escasez, acaparamiento, especulación, inflación y desempleo”.
Naturalmente, el economista
Álvarez no nos habla de socialismo. Aunque mencione el término por
todas partes su propuesta es contraria. Álvarez retoma y desempolva
las tesis de muertos como Heinz Dietrich, Víctor Poleo, entre otros,
las que ya hemos desenmascarado en otros artículos. Pues, la verdadera
propuesta de Álvarez refiere a lo mismo: construir una especie de “alianza
estratégica” entre la burguesía y el proletariado sin romper
con las relaciones capitalistas de producción y distribución, lo que
conllevaría, sin lugar a duda, a un desastre mayor para la revolución:
aburguesar a un colectivo y al proletariado haciendo de estos siervos
ingenuos prestos a defender los intereses de las clases dominantes.
Álvarez teoriza demasiado
y se une también la tesis refutadas
de Bernstein que insultan y propinan una patada a
los planteamientos de Marx. Sus planteamientos
evocan nuevamente la “teoría evolutiva”
en las relaciones Capital-Trabajo que nos llevaría -según entendemos-
a un mundo perfecto y sin conflictos:
“donde los cancerberos del sistema capitalista y los revolucionarios
podamos ser hermanos”, un “socialismo burgués”. Nos preguntamos,
¿Conocerá Víctor a los responsables de la recesión, escasez, acaparamiento,
especulación, inflación y desempleo? ¿Creerá Víctor en las acusaciones
de la canalla que culpan al Estado como el responsable de esos desmanes?
¿A quién beneficia la especulación? ¿Conocerá también la experiencia
de los trabajadores de la Empresas Polar? En esa empresa la burguesía
ha conseguido enajenar a una parte importante de sus trabajadores contra
ellos mismos y la sociedad, repartiendo beneficios y haciéndoles creerse
parte de esa misma empresa. ¿Qué cambiaría de esa situación si,
además de beneficios, Mendoza accede a entregarle a sus trabajadores
algunas acciones? ¿Por qué la burguesía simpatiza con los planteamientos
de Álvarez? Alguien por allí dijo: ¡Si la canalla te aplaude
revísate, porque algo hiciste mal! ¿Se habrá percatado el Sr. Víctor
que la canalla lo aplaude ahora con mucha fuerza?
Si nuestro aludido acepta
recomendaciones, le pediríamos que estudie a Marx, pero también las
experiencias practicas de nuestra revolución; la buena experiencia
de la empresa La Gaviota llevada adelante por el entonces ministro Eduardo
Saman donde la propiedad descansa en manos de todos los venezolanos;
y, los trabajadores la dirigen con mucho éxito. Pero también existen
otras muchas experiencias. Pero si Álvarez planteara como táctica
crear empresas mixtas con capitales nacionales y extranjeros en áreas
económicas no estratégicas, con la mayoría accionaria del Estado,
¡Otro gallo cantaría!
No todo lo que nos dice Álvarez está mal. Por lo menos en algo sí estamos de acuerdo. Él al igual que nosotros estamos en desacuerdo con las expropiaciones. Nuestra pequeña gran diferencia reside en, que, mientras nosotros proponemos confiscar a los canallas capitalistas: al ladrón burgués, sin reconocerles un bolívar por las empresas recuperadas, Álvarez propone “alianza de clases” y más capitalismo.
basemtch@gmail.com