¿Los Asesores de Chávez piensan o él piensa por ellos?

La situación que ahora paso a describir, es, como suelen decir los investigadores que se mueven en el ámbito de la investigación cualitativa, un caso que no tiene posibilidad de generalizarse para plantear que lo observado se corresponde con el comportamiento de la realidad. Lo describo y comunico, porque particularmente la situación me obligó a plantearme preguntas.

Estuve en cinco hogares entre la semana pasada y esta que ya está terminado. Por razones de trabajo, visité  dos familias  y por las circunstancias de cumplir con unos amigos, tuve que visitar 3 hogares. Cuatro fueron la semana pasada y uno fue este miércoles. Las visitas se realizaron en las primeras horas de la noche, antes de la 8:00 y todos los hogares que visité, conocía de antemano de su compromiso revolucionario. Tres de estas familias tienen mucho tiempo transitando este camino de luchas con ideas y posiciones revolucionarias; las dos restantes están vinculadas con el proceso, pero no tengo un conocimiento para determinar el nivel de compromiso y precisar desde cuándo están incorporadas a este proyecto.

Desde el punto de vista social, puedo afirmar que tres de los cincos hogares tienen las características de hogares clase media baja: Profesionales las cabezas de hogares, viven en apartamentos, hay un carro para la familia y tienen un ambiente en el apartamento que reúne las características de ese segmento social. Los otros dos hogares, están ubicados en comunidades de viviendas construidas por la antigua INAVI y pueden calificarse un poco menos de clase media. No son profesionales universitarios los cabezas de familias, no tienen carros y sus viviendas tienen una cierta comodidad.

Resulta que la semana pasada hubo varias cadenas ya entrada la noche y casualmente, cuando la cadena comenzó yo me encontraba en tres de los cuatro hogares que visité la semana pasada. En estos tres casos, pude oír, que los miembros de la familia hablaron o comentaron sobre el inicio de la cadena, no podía verla porque estaba en la sala de esas viviendas y los televisores se encontraban en las habitaciones Transcurridos un rato y llegada las horas de las “culebras”, sentí por los comentarios que ofrecían, que la cadena comenzaba a molestar. Un tiempo más tarde, la opinión era de una ligera angustia y de evidente malestar. Entendí que la molestia era porque la cadena ocupaba parte del horario de las culebras que afortunada o desafortunadamente gustan a chavistas y antichavitas. En estos tres hogares supongo, que llegada la hora de las novelas y de estar aún la cadena, decidieron cambiar a TV por cable porque al rato pregunté (para asegurarme de lo que estaba pensando) por si el comandante había terminado y no tuve respuesta. En el hogar donde no estaba al inicio de la cadena, por un tiempo oí el verbo del comandante y luego dejé de oírlo y supe después que la cadena había seguido porque al llegar a la casa pregunté por el tiempo de cadena y ella había terminado mucho tiempo después.

La noche de este miércoles (16/06/10) estuve en una visita familiar y no tengo ninguna dudas sobre la condición revolucionaria de los jefes de la familia (mamá y papá) y me encontraba en la habitación principal porque la reunión se concentro ahí con el televisor sintonizando el programa Dando y dando, cuando apareció en pantalla la música y la figura de la bandera que anuncia la llegada de la cadena,  hubo una queja casi automática y pidiendo que no pasara de las 9.

¿Qué hay en todo esto?

Es posible que en estos cincos hogares no haya una consciencia política profunda y eso lleve a manifestar cierto malestar cuando le ocupan parte del espacio de las culebras. Eso es posible, pero en lo particular, tengo conocimiento por el temple político de una parte importante de estas familias. Es posible también, que esta situación de malestar refleje en el fondo una falta de criterios sobre el uso de las cadenas, porque hay la ocupación de un espacio de tiempo que la gente utiliza para relajarse o desconectarse un poco de la cotidianidad. En la noche de este miércoles, me permití “jorungar” el asunto y realicé varias preguntas por la confianza que había y cada una de ellas fueron respondidas con argumentos, que al oírlo, se  entiende que el malestar no se explica porque le quitan la novela, sino porque se ofrecen algunas opiniones y hay dudas, sobre el sentido y la pertinencia de estas opiniones. Las dudas se explican porque no saben si Chávez habla de algunos temas porque se le viene en el momento o porque esta muy convencido de esa situación.

Pedí que me ofrecieran un ejemplo y me lo dieron inmediatamente. Chávez a veces critica tener carros y –sostenían- que tener muchos carros es un derroche, pero a veces la crítica suena que es malo tener un carro y para muchos de nosotros –decía- el carro es una necesidad porque nos permite, aún con las colas, pasar buscando los muchachos por el colegio, medio comer en casa, regresarnos al trabajo y con eso estiramos los ingresos de la casa, porque comer afuera, es un lujo que no podemos darnos. Hay situaciones –me decían- que son parte del proyecto, pero ahora no son realidad y ten pendiente –me dijeron- la gran verdad que nos comunicó Víctor Álvarez en una entrevistas que le ofrecieron recientemente en Últimas Noticias. Me preguntaron se la había leído y le dije que sí.

De regreso a casa y pensando un poco en esta conversación y en el contenido de la entrevista de Víctor Álvarez, terminé por preguntarme: ¿Chávez tendrá asesores? ¿Los asesores de Chávez piensan? ¿Chávez piensa por ellos?

evaristomarcano@cantv.net



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Evaristo Marcano Marín


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