Entre muchas de las aberraciones
capitalistas que aún sobreviven muy campantes en nuestro intento de
crear un socialismo que dé "a cada quien según sus necesidades" y exija
"de cada quien según sus capacidades", tenemos la situación de la
vivienda familiar.
La vivienda considerada como un negocio es hoy una realidad protegida por la Ley tal y como lo fue en la cuarta (y en las anteriores), hoy adquirir una vivienda sobrepasa las posibiidades de casi todos nuestros ciudadanos (salvo por supuesto las que hace nuestro gobierno y adjudica por precios adsequibles con intereses razonables), pero a esas pueden acceder un número limitado de familias porque, por supuesto, hacer las miles de viviendas que hacen falta no es físicamente posible en poco tiempo, y además nuestra población crece y la demanda se hace cada vez mayor, por lo que el gobierno se encuentra siempre "coleado" por el número creciente de familias necesitadas de vivienda.
Es
así que las familias a parir, no niñitos, sino dinero para reunir
trescientos, cuatrocientos, quinientos mil o más bolívares fuertes para
comprar una vivienda (o ser estafados como en el caso de La Avileña), o a
pagar millones en alquiler.
Como si eso fuera poco, las familias que
habitan las viviendas, que en todo el territorio nacional (no sólo en
Caracas), están alquiladas desde hace 20, 30 o más años, son desalojadas
por sentencias tribunalicias dictadas sin ninguna sensibilidad social,
aplicando una ley del 2.001, la cual, aún tratándose de un tema tan
sensible como es el de los desalojos, ni siquiera da derecho al Recurso
de Casación, lo cual como tema de carácter eminentemente social debía
ser de revisión obligatoria por parte del TSJ.
El caso al que vuelvo a
referirme es el de 4 ancianas que habitan, como arrendatarias, una
vivienda en Cagua desde hace más de 35 años, cumpliendo a cabalidad
todas sus obligaciones arrendaticias, y que en base a un engaño son
víctimás hoy de una sentencia de desalojo que las arrojará a la calle,
sin tomar en cuenta que el propietario de la vivienda tiene la suya
propia, que ellas han sido arrendatarias intachables durante todo ese
timepo (35 años, una pelusa), amen de otras circunstancias que constan
en el expediente que fueron olimpicamente desechadas por la sentencia.
La
A N habla y dice que va a proteger a los inquilinos en forma rapida y
eficaz, ¿cuando?, va a salir primero la Ley del dichoso mercado de
valores (veamos cuantos ciudadanos acceden a esos mercados que yo siendo
incluso profesional universitaria ni conozco, ni quiero conocer), que
la Ley que proteja a los inquilinos que son muchos, demasiados diría yo.
Lo
primero es lo primero, Chávez dio ayer el ejemplo al hacerse cargo de
los estafados de La Avilelña, y conociendo a su equipo de morrocoyes les
exigió premura, ya, no dentro de un mes, lo mismo esperan esa 4 viejas
(repito que no creo en eufemismos de la tercera edad, somos viejos y a
mucha honra, la vejez no es un insulto, es todo lo contrario la
acumulación de experiencia, de vivencia y de años que ojalá todos los
ahora jóvenes puedan disfrutar), y no sólo ellas sino todos los que
están en esa misma situación.
A ponerse los patines Asamblea Nacional.
veoch@hotmail.com