El Movimiento Revolucionario Popular consciente y con conocimiento, que, lo que está en juego es la Refundación de la Patria y con ésta la construcción de las bases del Poder Popular, cimiento del Socialismo Científico. Es decir, las fuerzas de la dirección colectiva de la Revolución que integran el Polo Patriótico están en el deber de continuar oponiéndose al socialismo burocratizado que promueve y mantiene grupos privilegiados de pseudos revolucionarios con visos de autoritarismo, sectarismo, clientelistas, populistas desinteresados por los principios del mandato Constitucional y del Socialismo; cuyas practicas desmoralizan y desactivan la organización de los Consejos del Poder Popular, instancias esenciales de la participación y protagonismo directo de las ciudadanas y ciudadanos en la Planificación, Organización, Procesamiento, Acumulación, Distribución y Control Social de la Producción de Obras, Bienes y Servicios; como expresión colectiva de las políticas públicas. Así como contrarrestar el socialismo mercantilista que ha asumido sin miramientos ampliar instituciones con conceptos de la ideología capitalista imponiendo reglas economicistas que abren los espacios a la corrupción, al lucro y a la riqueza fácil, cuya ambición atenta con derrumbar el nuevo paradigma del Socialismo Científico.
Entonces el deber ser de la aplicación de la Revisión, Rectificación y Reimpulso de la Revolución de Liberación Nacional, rumbo a la sociedad Socialista, tiene que ser un acto de alta moral y ética revolucionaria, como expresión de la autocritica y crítica científica de las fuerzas patrióticas convencidas y comprometidas de abolir la sociedad capitalista de explotación del género humano por el género humano. Donde hay que evaluar la eficacia y eficiencia de las medidas económicas, políticas, sociales, entre otras. Sin descartar la praxis de las y los actores políticos desde los diferentes niveles de gobierno, así como el comportamiento de los mismos considerando sus intereses individuales y colectivos; cotejándolos con los avances, detenciones y complicaciones del proceso.
En ese orden de ideas, hay que replantearse la consolidación de los Consejos Socialista del Poder Popular, como medios de poder social; El afianzamiento de la convicción de la legitimidad y legalidad de la nueva estructura de derecho y justicia del Marco Constitucional; La comprensión socialista y su carácter científico en esta época en nuestro continente latinoamericano y caribeño. Esto debe poner en tensión la vigilancia revolucionaria para cerrarle el paso a la conspiración de la contrarevolución. Craso error político es dejar que la oposición apátrida y entreguista logre una nueva caída del proyecto revolucionario socialista bolivariano, en vista que las posibles consecuencias seria la pérdida del ejercicio de la soberanía popular por nuestro pueblo trabajador; liquidación de todas las reivindicaciones que les brida todas las misiones sociales, en síntesis la oligarquía tomaría todo el control político, económico y social de la nación, derrumbando todo el propósito de unidad latinoamericana y caribeña de nuestro pueblos.
A ciencia cierta el Movimiento Revolucionario Popular, no puede permitir que los que tienen cargos de elección popular identificados con la Revolución Socialista Bolivariana, jueguen al fracaso, y menos aun se duerman con los pequeños, medianos y grandes logros que se han alcanzado por esfuerzo y empeño del líder del proceso. Debemos acotar la máxima del Comandante Chávez: “lo que está en peligro no es lo que hemos logrado, sino lo que está en peligro, es lo que podemos hacer”.
Hay que ser reiterativos que persisten conjuntos de factores endógenos y exógenos tanto en la revolución como en el país, que operan o se oponen al desarrollo del nuevo paradigma de producción social y colectiva que está contemplado en la Carta Magna Bolivariana. De allí la importancia de la participación organizada y calificada de los Consejos Socialista Comunales en el diseño de las políticas económicas y en todos los terrenos de la revolución, apuntalando un Poder Popular fuerte que cohesionado al objetivo del Socialismo Científico, mantenga el rumbo y el ritmo construyendo las nuevas instituciones y relaciones como instrumentos políticos de la transición socialista y no como los enterradores de este nuevo empeño por un mundo mejor.
Ahora bien, la Dirección Colectiva de la Revolución debe ser identificada y reconocida por la mayoría de nuestra población trabajadora y la considere la conductora de los esfuerzos colectivos con el fin de lograr la sociedad socialista de justicia y equidad. Así como de asumir la eficacia revolucionaria convocando y participando con todas y todos los revolucionarios sin exclusión en el cumplimiento con la calidad política en el desarrollo de las capacidades individuales y colectivas en el incremento del trabajo social y colectivo, con esfuerzos sistemáticos en la diversidad del trabajo voluntario en las áreas de la Seguridad Agroalimentaria, la Invención tecnológica o la adaptación de productos y procedimientos en solucionar problemas en la industria del vestido y calzado; participar directamente en el mantenimiento y conservación del Hábitat, impulsando los principios de la autogestión, cogestión y corresponsabilidad en la autoconstrucción de viviendas y de infraestructuras de bien común.
Todo esto implica la mayor madurez ideopolitica, el alto grado de la moral y ética socialista, que rompa con la vieja cultura formalista y leguleya del Estado Burgués y de los rituales protocolares de la sociedad del capital, que contaminan la voluntad popular desviándola a prácticas vacías en lo social, en lo político, en lo económico, en lo ambiental y cultural; impidiendo que la mayoría de la población se involucre y se relacione en lo orgánico de las instancia de la Soberanía Popular, desilusionándolas y desconectándolas de sus responsabilidades constitucionales, que además de sus estrecheces; sus acciones diarias son su mayor aporte para defender la Patria y el Socialismo, que nos permitirá a corto, mediano y largo plazo; percibir y sentir elevar nuestra existencia, como fruto de una vida mejor forjada y labrada por todas las ciudadanas y todos los ciudadanos que convivimos en esta parte de bloque terráqueo llamada Venezuela.
Miembro del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela (PCV)
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