Los resultados del reciente proceso de elecciones a la Asamblea Nacional introducen nuevos e inquietantes elementos para la continuidad de la revolución bolivariana:
1. Es innegable que la votación de la oposición casi se equiparó a los votos de quienes respaldan a la revolución. Incluso si se cuentan los votos del PPT, resulta que la oposición sacó más votos que el chavismo.
2. Algunos talibanes de la burocracia, como Antonio Aponte, han escrito reconociendo la derrota (“fuimos derrotados” dice en el Grano de Maíz, y en el parapeto llamado VOS, en remitido a página completa en Panorama). Pensamos que el pueblo bolivariano no ha sido derrotado. En todo caso, afirmamos que la burocracia ha sido la derrotada en estas elecciones, al no haber alcanzado el objetivo definido de obtener dos tercios de los diputados en la Asamblea Nacional. Nuestro llamado es al pueblo venezolano, al pueblo bolivariano, al que respalda la revolución y desea un verdadero socialismo: No podemos dejar que la burocracia conduzca este proceso hacia la derrota en el 2012. Hay que promover una revolución antiburocrática. Hay que reaccionar organizadamente, desde la base popular, para tomar las riendas de este proceso revolucionario, proceso que constituye el principal faro que alumbra la lucha de los pueblos en todo el mundo.
3. De los resultados puede ser apresurado concluir que en 2012 la candidatura de Chávez sería un elemento fortalecedor del respaldo popular a la revolución, y se mantendría la opción de victoria para las presidenciales. Porque en sentido contrario, podría pensarse que el sentimiento opositor hacia Chávez, que lamentablemente se ha mantenido en gruesos sectores de la población, pudiera movilizar masivamente a los opositores y asestarle una derrota electoral a la revolución.
4. De acuerdo a los acontecimientos de los últimos años, de progresivo desgaste de la acción del gobierno bolivariano, existe la tendencia a que los problemas que atraviesa la gestión gubernamental se profundicen, y con ello, continúe la erosión del apoyo popular hacia la revolución. Es decir, tendencialmente no mejoraría el respaldo popular a la revolución, con lo que una derrota en el 2012 hay que considerarla como una posibilidad real.
5. Es de reconocer el esfuerzo realizado este año por Chávez para oxigenar la acción de gobierno, incluyendo la salida de varios superministros que solo aportaron burocracia e ineptitud en 11 años de gestión en casi todos los ministerios y la vicepresidencia de la República. El punto central de esa rectificación ejecutada por el presidente ha sido el desarrollo del Plan Guayana Socialista, al permitir que los propios trabajadores asuman la conducción de las industrias básicas en el Estado Bolívar, y el proceso de control obrero en la industria eléctrica, que contribuyó decisivamente a superar la crisis vivida en ese sector a comienzos de 2010. El contundente triunfo electoral en Bolívar ratifica lo acertado de esa política, al expresar los trabajadores de Guayana su respaldo al proceso de control obrero que se implementa en las industrias básicas.
6. En sentido contrario, la derrota sufrida en Anzoátegui representa el rechazo de la población a la conducta antiobrera mantenida contra las luchas de los trabajadores, particularmente el conflicto de la Mitsubishi, que llegó a niveles criminales cuando la policía de Tarek asesinó a dos trabajadores de esa empresa que estaban en huelga a comienzos de 2009. Una lucha en la que tiene graves responsabilidades el propio ministerio del trabajo y el poder judicial, ya que los trabajadores muertos y heridos de bala ocurrieron cuando dos jueces intentaron desalojar por la fuerza, con el apoyo de la policía de Anzoátegui, a los trabajadores que se encontraban en huelga.
7. La derrota sufrida en el Zulia, particularmente en los municipios petroleros, también hay que relacionarla con el fracaso de un pseudoparapeto llamado VOS (Vanguardia Obrera Socialista) que no representa a nadie, que son 3 ó 4 personas que hablan a nombre de los trabajadores petroleros, pero que en la práctica son vulgares marionetas de los gerentes patronales de PDVSA, que no están vinculados a otros sindicatos y movimientos obreros, que no participan en ningún tipo de conflictos laborales de los trabajadores (y cuando lo hacen, es para quebrar la lucha, apoyando a la patronal, como lo hicieron en el Hospital Coromoto de Maracaibo), que no desarrollan solidaridad hacia ninguna lucha obrera y popular, pero que en cambio manejan millones que derrochan en propaganda vacía e insulsa. La utilización patronal de la dirigencia obrera de la FUTPV ha sido rechazada electoralmente por el pueblo de los municipios petroleros. No bastó que uno de sus dirigentes fuera en la lista del PSUV, ya que en la práctica no representa a los trabajadores organizados, no enarboló nunca consignas de lucha, no se vinculó a los sindicatos clasistas y revolucionarios del Zulia, no expresó autonomía de clase al no considerar los cuestionamientos profundos que tienen los trabajadores hacia la gerencia burguesa enquistada en PDVSA.
8. Por otra parte, el esfuerzo del presidente Chávez al incorporarse de lleno a la campaña electoral, contribuyó decisivamente al triunfo obtenido. Pero pareciera que todos esos esfuerzos no son suficientes para modificar el rumbo erróneo que en muchos aspectos presenta el gobierno bolivariano.
9. Las debilidades de la revolución pudieran enumerarse esquemáticamente y en forma resumida: el declive de las misiones, particularmente en la salud, en la distribución de alimentos, en la educación; la cada vez mayor separación y alejamiento entre los movimientos sociales y el PSUV-gobierno, hecho patético en el sector de trabajadores pero que incluye a todos los sectores populares; la proliferación de actos de corrupción en la administración pública, situación que se profundiza por la impunidad jurídica existente; el crecimiento de la inseguridad en todo el país, que aterroriza a los sectores populares; las debilidades comunicacionales de la acción de gobierno, que tienen su origen en la propia incapacidad de ministros y demás gerentes de gobierno, y en acciones solapadas desde Conatel que impiden el fortalecimiento de los medios comunitarios y alternativos; la errónea política laboral del gobierno, orquestada en la burocracia del Mintrabajo y en la imposición silenciosa de medidas neoliberales como es el efecto erosionador del salario real por parte de la alta inflación; la incapacidad para desarrollar políticas hacia los sectores de profesionales y hacia la clase media; la incapacidad para abordar la cuestión del poderío de la derecha en las universidades autónomas, así como lo referente al control comunicacional que la burguesía mantiene a través de los medios privados.
10. Ante la alta votación obtenida por la derecha, la opción de negociar con esa derecha pro-imperialista no debería ser asumida por el presidente Chávez. Pensamos que conciliar con el enemigo sólo aumentaría el descontento popular, y profundizaría la desconfianza que ha llevado a muchos ciudadanos a abstenerse de votar por la revolución (aunque no se hayan pasado a la oposición).
11. Tampoco pensamos que mantener exclusivamente el respaldo al tren burocrático que ha venido encabezando tanto al PSUV como a las instituciones oficiales sea una salida que resuelva la cuestión del triunfo electoral en 2012. Si bien es cierto que esa burocracia es la que garantiza un porcentaje significativo del caudal de votos chavistas, también es cierto que la acción de esa burocracia genera cada día la pérdida de más y más votos a favor de la revolución.
12. La burocracia chavista ha reaccionado ante las críticas realizadas desde la base popular (incluida la misma base del PSUV) por las derrotas sufridas en Zulia, en Anzoátegui y en otros estados. Por ejemplo en Maracaibo la burocracia de Corpozulia hasta ha movilizado en la calle a sus empleados para evitar la destitución del General Martínez (no hicieron lo mismo para repudiar el intento de golpe en Ecuador) y mantiene una campaña de mensajes de texto en la cual acusa de inflitrados contrarrevolucionarios a quienes realizan críticas por la aplastante derrota sufrida aquí en el Zulia. Un editorial del Grano de Maíz también sugiere no realizar cambios en las instituciones (lo llama “cacería de brujas”), y propone ir al “fondo ideológico” de la derrota, que es algo así como marear al pueblo bolivariano para que los burócratas sigan fregando en las instituciones de la República. Pensamos que seguir ese camino es echar piedras para hundir más rápido el barco de la revolución.
13. Una situación bastante grave, que realmente sería un último esfuerzo de la burocracia para hacer naufragar el barco de la revolución, lo constituye la propuesta que algunos dirigentes de la FBT han realizado de constituir una central de trabajadores paralela a la Unión Nacional de Trabajadores. Esta gente amenaza incluso con “desaparecer las corrientes de trabajadores en el seno del PSUV”, medida fascista que de ejecutarse sólo profundizaría la ruptura de importantes y decisivos sectores obreros con el proceso bolivariano. Denunciamos que esa misma burocracia obrera enquistada en el PSUV no convocó al Frente de Trabajadores Socialistas del partido durante la campaña electoral, dejándonos por fuera, a nivel nacional, de cualquier participación significativa dentro del proceso eleccionario. Lo que hicimos por respaldar a los candidatos bolivarianos, lo hicimos como Unión Nacional de Trabajadores, por cuenta propia, sin ningún apoyo de la burocracia.
14. La única opción que tiene Chávez para avanzar y triunfar electoralmente en 2012 es la profundización de la revolución socialista. Eso implica tomar medidas más contundentes para controlar la acción de la burguesía y del imperialismo dentro de Venezuela. Eso implica avanzar en los procesos de nacionalización de la banca privada; en el mayor y férreo control de las televisoras, radios y periódicos de la derecha golpista; en la expropiación de las grandes empresas capitalistas y extranjeras que conspiran para generar desabastecimiento e inflación de alimentos y otros productos de primera necesidad; en el combate a la delincuencia, uno de cuyos componentes proviene de los propios cuerpos policiales (Ecuador es el ejemplo más reciente de cómo el enemigo infiltra las policías y las utiliza para sus designios imperiales).
15. La profundización de la revolución implica también destrabar la burocratización que ha generado la dirigencia del PSUV y la propia estructura del Estado burgués. Restablecer los vínculos entre los movimientos sociales y la acción de gobierno, lo que implicaría aplicar a profundidad las tres R en todas las instituciones, instaurando una contraloría social y un control obrero-popular que realmente asuma la dirección de las principales empresas e instituciones oficiales. Avanzar con los consejos comunales y las comunas en el fortalecimiento del poder popular, esquivando la burocracia enquistada en alcaldías y gobernaciones pseudobolivarianas que sólo entraban y envilecen la acción revolucionaria.
16. Escribimos esto presenciando los sucesos en Ecuador. Una aparentemente simple rebelión policial amenazó con acabar violentamente con todo un proceso revolucionario de varios años. Esto nos recuerda que el imperio siempre está conspirando y esperando su oportunidad. Mientras la revolución bolivariana crezca en sus debilidades, estaremos recorriendo el mismo camino de Ecuador, de Honduras, y la caída de la revolución podría ocurrir en el futuro cercano.
17. Queremos hacer énfasis en lo sucedido en el Zulia. Ya hemos escrito sobre eso en Aporrea al día siguiente de las elecciones (http://www.aporrea.org/actualidad/a108806.html). Agregamos que un estudio de los resultados en votos nos indican que hubo transferencia de votos desde el chavismo hacia la oposición. Por ejemplo, en Maracaibo descendimos 22 mil votos y la oposición aumentó 26 mil votos. También hubo nuevos votos hacia la oposición, y abstención de antiguos votos chavistas. Y lo más grave, se duplicó la diferencia de votos con relación al referéndum de 2009: por 78.989 nos ganó la oposición en el Zulia en 2009, y ahora lo hizo con una diferencia de 156.498 votos. Esta situación se puede caracterizar como algo cercano a un desmoronamiento del voto chavista en el Zulia, muy preocupante pues ese fenómeno pudiera repetirse para otros estados en el 2012. Otro elemento resaltante en el Zulia es la ausencia comunicacional del chavismo: mientras Conatel ha impedido y entrabado durante 8 años el funcionamiento del único canal de televisión bolivariano –Canal Z-, el cual sólo se ve en una parroquia de Maracaibo, la oposición tiene unos 8 canales de televisión privada (ampliamente permisados por Conatel) que tienen cobertura para toda la ciudad y para varios municipios.
18. Es responsabilidad del presidente Chávez asumir las rectificaciones necesarias. Para ello se debe permitir un amplio debate, democrático y participativo, a todos los niveles de la sociedad venezolana, en el PSUV, en las organizaciones populares, en las instituciones del Estado, en los consejos comunales y comunas, en los sindicatos y consejos de trabajadores, en el cual los actuales dirigentes se pongan al mismo nivel del resto de ciudadanos y escuchen las opiniones, críticas, exigencias, aspiraciones populares, y a la vez permitan y abran espacios de verdadero poder popular, de verdadera contraloría social.
19. Las observaciones de la base del PSUV y de la base popular en general deben discutirse de manera pública. No existe ningún espacio dentro del PSUV ni dentro del gobierno en el cual se pueda debatir democráticamente. Los pocos espacios creados, como el encuentro de intelectuales en el cual participamos el año pasado en Caracas, fue bombardeado a críticas por toda la dirigencia chavista, acusándonos incluso de contrarrevolucionarios y tarifados del imperio. Pienso que si hay tarifados del imperio, y están sin lugar a dudas en muchas instituciones públicas saboteando conscientemente la acción revolucionaria del gobierno bolivariano. Para superar la distancia entre la burocracia y el pueblo, hay que constituir un gran consejo nacional de organizaciones sociales y del poder popular, que permita nuclear a la base popular de todo el país y vincularla democrática y no subordinadamente al poder nacional, regional y local.
20. Entramos en un período de definiciones de la revolución bolivariana. Apostamos por la profundización de la revolución. En lo inmediato, proponemos la aprobación de la Ley Orgánica del Trabajo y de las leyes del sistema de seguridad social antes de que termine el período de la actual Asamblea Nacional. Exigimos un aumento general de salarios que compense la alta inflación que ha destruido el salario real de los trabajadores en el último año. Exigimos cambios sustanciales en las instituciones del Estado, sobre todo la instauración de un verdadero control obrero y contraloría social, pues con el cambio de los ineptos, incompetentes y saboteadores no basta. Hay que transformar radicalmente el Ministerio del Trabajo, el cual en muchos casos se ha convertido en un instrumento del estado y los patronos privados para despedir trabajadores. Hay que combatir y acabar con la acumulación de privilegios por parte de la burocracia, aplicando de verdad la ley de emolumentos y revisando todo el sistema salarial de ministros y altos funcionarios de empresas estatales e instituciones oficiales.
* Roberto López es Coordinador de la UNETE-Zulia, miembro de la Corriente Marea Socialista – Frente de Trabajadores Socialistas del PSUV
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