En Venezuela a raíz de la caída del gobierno del General Marcos Pérez Jiménez, surgió un ciclo histórico-político y en base a la observación de los hechos, se originaron luchas entre diferentes tendencia ideológicas; donde se impuso una tendencia que se adapto a la realidad sensible del escenario mundial, adquiriendo una fisonomía propia, con conceptos en procesos de profundización, donde surgieron nuevas variables significantes, en detrimentos de otras... Un estado social, en base a un gobierno representativo, ejercido por medio de representantes que formularon las normas jurídicas, hicieron esfuerzos para que se cumplieran, decidió sobre los problemas públicos y desempeñaron importantes funciones de la soberanía, donde se le otorgó al pueblo, el poder político y este último designó los representantes para que ejercieran los diversos atributos de mandos. Este periodo de integración terminó con el Pacto de Punto Fijo.
Luego surgió un periodo de alternabilidad entre dos (2) partidos mayoritarios. Durante este periodo se discutieron los principios fundamentales que sirvieron de soporte filosófico; pero surgieron muchas negaciones y el cuatro (4) de febrero de 1998 surgió un movimiento de gran envergadura, complementada con el llamado “Caracazo” y en 1999 logra el poder, como un gobierno revolucionario socialista, continuando la profundización de conceptos y surgiendo nuevas significancias. Aunque todavía conserva parte de la fisonomía externa, se ha apartado de la postura ideológica de la cuarta república, surgiendo una nueva forma de hacer gobierno, con la pretendida forma de lograr la mayor felicidad posible. Se comenzó a construir el socialismo del siglo XXI.
En base a logros políticos externos e internos, se puede inferir que comenzó un periodo de plenitud del proceso revolucionario; porque comienza a cristalizar un nuevo sistema de vida del venezolano. A corto plazo, como la crisálida, se destruye la fisonomía del ciclo y surgirá como la mariposa, el Socialismo del Siglo XXI. Una Democracia Participativa, como forma disciplinada de participación, respetuosa de los intereses, ideas y principios de los demás, que con equidad y justicia, se incremente la aceptación del sistema socialista. Y a medida que el Socialismo del Siglo XXI, se cultive con amor, respeto y empatía. Y si se aprende a cultivar lo común y discutir las diferencias, para enfrentar unidos a los factores intervinientes externos, en esa mediada será mayor su temporalidad.
Indudablemente que se puede inferir que en algún momento de la futura historia de Venezuela, se destruirá la fisonomía del ciclo, surgirán nuevas ideologías que desviaran al Socialismo del Siglo XXI como la anarquía, el anarcosindicalismo y otros, con corta temporalidad, de lo cual surgirá un nuevo Estado Social, que tendrá como único objetivo: rechazar con repugnancia a las formas tradicionales, como antivalores.
Las ideologías encontradas y las reacciones que representa el medio al cambio que se avecina, provocaran movimientos violentos, cada vez más frecuente y cada vez de mayores proporciones. Resultará un Estado Social con características opuesta al periodo anterior; se discutirán principios, convencionalismo; se superarán fácilmente los limites de bordes y la organización política se debilitaran. Por regla general la cultura histórica entrara en decadencia y posiblemente en una destrucción global. Es el periodo de la disolución, porque a través de ella se debilita el ciclo histórico político, para caer en una crisis final, eliminando la posibilidad de un nuevo ciclo.
Esto no es ciencia ficción, ya que estos ciclos se pueden alterar a través de los medios de comunicación, creando crisis; como la crisis de valores. Con caracterización de un problema inventado, como un proceso ausente de evolución y ausencia de un nuevo ciclo, provocando una desintegración y esperando que actuara con relativa rapidez, con la pretensión de prolongar sus consecuencias, hasta solaparse con el ciclo siguiente. Aunque la crisis aparentemente ocurre en el ciclo que desaparece. Es difícil darle sentido de pertenencia, al que aparece, porque son hechos sociales que no se pueden separar, que no se puede estimar su temporalidad con las herramientas con que se cuentan.
Existe una estrecha relación entre un proceso evolutivo histórico y de las culturas históricas, que hay que evaluar. En sentido general, las altas culturas históricas corresponden a un ciclo del proceso y desaparece con este. Según la escala jerárquica del concepto, el cambio evolutivo implica una transformación espiritual tan grande que resulta natural que existan culturas históricas rezagadas que desaparezcan y se formen mas tarde, otras nuevas en sentido especifico; quedando los casos de trascendencia como marco referencial, como reliquias del pasado.
Ing.Esp.
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