En primer lugar es necesario hacer dos conceptualizaciones, digamos que de rigor; definimos al Partido como el conglomerado de compatriotas indudablemente chavistas, inscritos como militantes activos unos y pasivos otros, el partido es la expresión organizativa del proceso revolucionario y como tal, debe ser la vanguardia militante que por encima de todo, elaborará los componentes políticos ideológicos y las líneas surgidas de su dirigencia y del líder máximo; en cuanto a la masa chavista incluiremos para el análisis todas aquellas organizaciones sociales y políticas que se han identificado y mantenido compromisos firmes en apoyo al líder y al proceso y que han sido decisivas para los triunfos electorales hasta la fecha, que indudablemente requieren de una atención especial para efectos del balance que se haya de hacerse con cara a nuevos compromisos políticos y electorales, acá tomaremos en cuenta de manera biunívoca a la denominada clase media que se mantiene aún a la expectativa del apoyo a la revolución bolivariana, aunque su relación cuantitativa quizás no sea significativa en los actuales momentos, corresponde a un sector importante de la vida nacional.
Uno de los retos más grandes e importantes que tiene la revolución bolivariana es la articulación como un todo de la masa, por tanto nos corresponde velar no solo desde el punto de vista estrictamente político sino más allá, como lo es la comunicación, entendida esta como el elemento dinamizador de cualquier estrategia que trace objetivos permanentes tanto en la defensa como en la ofensiva en todos los frentes.
No debe confundirse al partido con el resto de simpatizantes del proceso, la dinámica política lo exige de esta manera, incluiríamos al respecto lo que tradicionalmente se ha considerado como los independientes, de manera tal que, el bloque socialista vaya más allá del partido y aupe un valioso contingente de compatriotas que por una causa u otra o no les gusta o no quieren inscribirse en partido alguno.
Todo proceso de carácter revolucionario, de rompimiento de estructuras caducas debe ir al fondo de las cosas, un ejemplo trascendental que creo que aún no se ha convenido en análisis de aportes, es la lucha y acción contra empresas y corporaciones de orden oligopólico y monopólico, causantes estructurales del fenómeno de la inflación en nuestro país, acción emprendida por el Ejecutivo Nacional con la finalidad de colocar en su debido lugar, la producción y comercialización de bienes que en manos de los abusadores económicos atentan a diario contra el ingreso de la población; de igual manera la migración que se está produciendo de los supermercados y cadenas privadas hacia los establecimientos abiertos y generados por la revolución como Mercal, Pedeval, Abastos Bicentenarios y otros, ocasionando bajas en las ventas de hasta un 40% en los mercados de alimentos tradicionales capitalistas, conjuntamente con las expropiaciones, han traído desde el punto de vista moral y militante un aire necesario para reconocer que estamos en presencia de lo irreversible, de lo trascendente, atacando de frente las causas generadoras y no los efectos.
Al respecto de lo anterior podemos decir, que ese es el camino para entender ciertamente, lo que la masa está pensando y exigiendo, es por ello, que las políticas deben estar bien instrumentadas y de fácil digerimiento, lo demás dependerá en lo adelante de la organización efectiva y de la comunicación contundente, informativa, sugestiva, agresiva, no reactiva sino creativa, de esa manera podemos concluir que el día que entendamos que el partido es la vanguardia y base de apoyo, hay fuera de este una gran porción de compatriotas unos amigos y simpatizantes y otros engañados y confundidos por la canalla mediática de costumbre, es hacia allí, que debe estar nuestra máxima preocupación y ocupación
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