Debe hacerse desde la corriente radical, una corriente que debe asumir la responsabilidad de sembrar la semilla de la revolución, que consolide el debate como la instancia inspiradora y fijadora de los propósitos revolucionarios, que de apertura de militancia , la misma que no hay en el PSUV donde sus dirigentes fracasados se llenan la boca diciendo que somos 7 millones , cosa que yo no creo, pero sea cual fuere el numero de inscritos es precisamente eso , INSCRITOS, porque la maldita práctica burocrática deja inerte cualquier posibilidad que alguna idea debatida en una esquina, en un foro en el barrio, en un aula o en los puestos de trabajo, llegue a tener alguna incidencia en torno a las decisiones que se toman en la dirigencia del partido.
Esa corriente radical tendría que decirle al presidente Chávez que no se puede hacer el loco ante una marcha que de manera autónoma le hacen los trabajadores, que no se puede seguir vendiendo un socialismo de pancartas y anuncios en vallas, el metro y propagandas de televisión, que para lograr consolidar siquiera la posibilidad que veamos en lontananza ese nuevo modelo de vida política, social y económica debe saludar el avance del pueblo organizado, jugársela de verdad con los trabajadores y no hacer señalamientos o apuntes que lo hacen ver como un reaccionario, porque entre otras cosas el camarada presidente debe tener bien claro quienes defiende el proceso por intereses sectarios y quienes lo hacen por darle un palo al sistema opresor.
No es la critica a los problemas lo que crea división, son los problemas mismos lo que nos esta minando y las soluciones no van a llegar mostrando a la sociedad desde el canal 8 un país que no existe o llamando quinta columnas a quienes vienen haciendo las denuncias, abusos y violaciones propias de este estado burgués. Crear esa corriente radical es una obligación que tenemos los luchadores de izquierda, una corriente que no traería consigo soluciones, al contrario, debe traer cuanto problema halla para buscarle la salida, revertir todas las debilidades para convertirlas en fortalezas a través de la discusión, la critica y el empuje revolucionario; todo aquel que apueste hacia ese cambio que nos permita marcar el camino para que nuestros hijos vivan en una sociedad mas humana, seria, responsable y sin privilegios de clases tiene que decir : SI ! a la corriente radical.