"¿No es el primer deber del que busca la verdad dirigirse directamente a la verdad sin mirar a diestra o siniestra?" Marx
Hay problemas nuevos para la producción de documentales porque,
entre otras cosas, están en ascenso mil formas nuevas de producir
Semiosis . Están en ascenso fuerzas nuevas para la transformación del
mundo y por eso están en ascenso desafíos específicos para la producción
documental. Se expande e intensifica una oleada mundial de Semiosis
revolucionaria más comprometida con la maduración de la lucha, de la
fuerza y de la conciencia... eso problematiza e intensifica la tarea de
documentar significados que emergen gracias el desarrollo interno de
luchas sociales que tienen orígenes comunes, que no sin dificultades
extraordinarias, consolidan saltos cualitativos importantes y
perfeccionan los modo ideados desde abajo para transformar la realidad.
Emerge una Semiosis revolucionaria que no quiere distorsiones,
intermediarios ni “traductores” que lucha contra la imposición de
significados alienantes . Y no parece haber, en esta etapa, tarea más
importante para los documentalistas que organizarse tras una táctica
consensuada, estudiar y fortalecer esas Semiosis revolucionarias en
ascenso. Contra subjetivismos de antojos caprichosos, contra todo
vampirismo burocrático, contra la desorientación y los miedos, contra el
pragmatismo y la improvisación cándida. Contra el atraso, contra los
mesianismos, contra los sectarismos.
Ese ascenso de una Semiosis rebelde es un salto cuantitativo y
cualitativo que busca y consolida su independencia contra el discurso
hegemónico, independencia conceptual, formal, estética y política
definitiva… revolucionaria. No como una “novedad estilística”ni como una
“monería estética”; se trata de una independencia que tiene historia y
causas concretas, inmediatas e impostergables. Se trata de una
independencia de significados que se adueña de cuanta herramienta se
ofrece al paso para narrar el ascenso histórico de las luchas sociales
con imágenes, símbolos, signos y comunicación rebeldes. Es un proceso de
Semiosis revolucionaria que se produce desde las bases. Esto debe
movilizar a los documentalistas en muchos sentidos porque esto significa
mucho.
No es difícil establecer un punto convergente en esta insurgencia de
significados, no es difícil identificar como denominador común al
conjunto de las luchas sociales que tomaron protagonismo entre 1994 y
2005… desde México hasta Argentina, con la expulsión de la Rua… en
Ecuador, Chile, Brasil, Bolivia, Venezuela… los movimientos sociales
agitan las rebeldías e imaginación de los más sensibles… y las de los no
tanto. Muchos tomaron las plumas, las cámaras fotográficas, los
pinceles… otros se hicieron documentalistas. Pensamiento y acción que en
la producción de Semiosis rebelde, de todo el mundo, han acumulado
experiencias cargadas de fortalezas múltiples y contribuciones
extraordinarias. Desde Chiapas hasta las asambleas barriales, desde las
fábricas, recuperadas o no, hasta las organizaciones campesinas e
indígenas. Con periódicos, radiodifusoras y televisoras comunitarias y
de base, con megáfonos y volantes, con muros y correos electrónicos… con
documentales, reuniones, conferencias, talleres, páginas de Internet…
se hace oír un lenguaje de imágenes y sonidos que buscan, como se puede y
con lo que se tiene, el triunfo de los pueblos originarios, contra el
ALCA, NAFTA, de los piqueteros más avanzados, de la organización obrera
contra lideres sindicales mafiosos y traidores, contra las burocracias y
los empresarios, contra la destrucción de los ecosistemas, los
monocultivos trasgénicos, el saqueo de los recurso naturales, las
privatizaciones… Semiosis pues anticapitalista y antiimperialista. De
sur a norte, de este u oeste. De abajo hacia arriba
¿Qué es esta Semiosis en ascenso ? ¿Qué lugar ocupa en la
problemática de la producción creadora de documentales? ¿Cómo se
analiza? ¿Dónde? ¿Cuáles son sus debates y tensiones más ricas? ¿Cuáles
son sus contribuciones? Intentar una aproximación crítica interesada en
desentrañar las operaciones individuales y colectivas de la Semiosis
revolucionaria es de interés fundamental y hay que eludir toda teoría
lineal o atomista. Desentrañar la Semiosis revolucionaria implica
problemas de hondura mayúscula como el problema de la libertad del
pensamiento, la libertad de la expresión y la crítica contra las
hegemonías de la razón burguesa. Implica el debate sobre la realidad,
los resortes verdaderos y complejos del pensamiento, el conocimiento, la
ética y la estética. E implica una mirada crítica sobre modos, medios y
relaciones de producción documental que suponen la emergencia de
Semiosis transformada por el ejercicio de la conciencia crítica, la
libertad y la transformación de la realidad. Producción dialéctica de
significados, emergencia de signos revolucionarios para una conciencia
de la transformación permanente. El documental se nutre de la
experiencia social viva.
Aun con la confianza y celebraciones que merecen las Semiosis
revolucionarias en ascenso, es preciso no perder de vista en qué
escenarios ocurren las tensiones de tal ascenso. Hoy la producción de
significado, no está a salvo de los vicios del atraso histórico que se
vive. Ni en las organizaciones sociales más avanzadas ni en los
documentalistas. Incluso sin quererlo, en ocasiones se repiten los
formatos alienantes. Burocracias, incluso. Al identificar la presencia
de ciertos focos de alienación en la producción de Semiosis rebelde se
comprenden los riesgos y deformaciones en que la producción de
significados puede incurrir si se despega de la base social y si pierde
de vista la importancia vital de la independencia política de
trabajadores. Independencia de clase. Domina el empíriocriticismo, hay
sobreproducción, fetichismo utilitarismo burgués, clientelismo académico
y cientificismo, sectarismos… por todas partes y camuflado de mil
maneras.
Este es el momento de decir abierta y claramente que es necesario
contar con espacios de crítica y autocritica en el seno mismo de los
movimientos que impulsan una Semiosis revolucionaria, sus marcos
teórico-metodológicos y cómo debe ser planteada la liberación no
atomizada de los medios y modos para la producción de Semiosis. Es que
no basta con ser capaces de identificar, caracterizar y estudiar
problemas en los medios y modos para la producción de Semiosis. No
bastan, aun siendo indispensables, los diagnósticos más conspicuos ni
las casuísticas más originales. Hace falta la práctica, el Trabajo
científico, artístico, académico, crítico organizados para intervenir
organizadamente. ¿Estamos los documentalistas preparados?
Ninguna práctica de consenso puede pasar de largo sobre este
repertorio de problemas y es suicida menospreciar la fortaleza alcanzada
por la producción documental que ha sido obediente al ascenso delos
movimientos sociales. Sería suicida pasar de largo incluso las tareas de
crítica y autocrítica solidarias con semejante experiencia. Es ridículo
e incluso estúpido excluir la crítica y la autocrítica… permanecer
indiferentes a un análisis exhaustivo de los signos, símbolos, imágenes e
imaginarios revolucionarios de este momento, aunque no se presenten
como algunos esquemas lo hubieren previsto. Incluso por ello mismo.
Acaso este momento reclame preparar el acontecimiento exigente de un
consenso para la praxis revolucionaria de la producción documental,
realizarla para actuar con, (no sobre ), los movimientos sociales más
avanzados, desde ellos mismos, para transformarnos todos. Pero hace
falta la herramienta de la crítica porque pueblos e individuos
acarreamos, y no pocas veces atesoramos, atrasos y vicios de los cuales
solemos no ser del todo conscientes.
Las herramientas:
Esta semiósis revolucionaria no se produce
simplemente como “alternativa” a lo que ofrecen los medios de
comunicación monopólicos, no se produce sólo como un discurso que puede
“convivir” pacíficamente con el enemigo. No se construye como una ínsula
para la felicidad semántica en un sólo círculo, no se produce para
dejar intacto el paisaje bajo la trampa lógica del liberalismo que
miente con aquello de “daré la vida por defender su derecho a decir
expresarse libremente”. Esta semosis revolucionaria ofrece
entendimiento, claridad, interrogación, conciencia dinámica nueva,
innovadora, que se mueve para movilizar y organizar a los grupos incluso
valiéndose de las llamadas “nuevas tecnologías”. Es independencia
semántica de la clase que lucha por su emancipación. Aun cuando los
costos y la simplificación de la tecnología influyan parcialmente al
explicar el ascenso de la Semiosis revolucionaria, es decir una parte de
ella, ésta no depende sólo de que la tecnología tenga costos bajos u
operación sencilla. Eso es un reduccionismo tramposo. De ser así la
propia Revolución Soviética seguiría a la espera de ofertas en las
tiendas especializadas. La historia de la prensa revolucionaria es un
ejemplo de que el contenido no depende linealmente de los medios
disponibles para su propagación y eso no les niega importancia.
Cada uno de los medios de producción documental posee cualidades
expresivas propias de la misma manera que un lápiz ayuda a hacer cosas
en las que un ordenador en un inútil y viceversa. Cada herramienta posee
una especie de gramática no monolítica determinada por características
cambiantes que dan a las Semiosis posibilidades, y limitaciones,
múltiples a veces para su bien y otras no, que derivan en la fusión de
códigos lingüísticos, cinéticos, sonoros, pictográficos icónicos, y una
variedad de sub-códigos relacionados e interdependientes de aquellos.
Pero esas relaciones entre códigos, como materia concreta para la
producción de discurso revolucionario, con una semiósis revolucionaria,
requiere espacios de experimentación e investigación sistematizadas y
rigurosas que, sin solemnidades ni fajas, den paso a la emergencia de
lenguajes nuevos. Para nosotros lo mejor está por verse.
La Semiosis revolucionaria involucra a todas las operaciones
mentales. Desde el comportamiento natural del cerebro hasta su
culturización. Está comprometido el humor y el amor, el juego, los
sueños, las emociones todas. Está comprometida la fantasía y la
imaginación. Están comprometidos los sentidos y las pasiones. Están
comprometidas todas las fuerzas de producción, el trabajo, el ocio y la
creatividad. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo si pierde el
alma?
Toda Semiosis revolucionaria es explicable y cognoscible. Entendida
como práctica humana toda Semiosis actualiza dialécticamente lo objetivo
y lo subjetivo, es práctica social determinada por su historia, función
e intereses de clase. Y eso no es poco o menos enigmático. La
producción de Semiosis revolucionaria está atada a las leyes generales
del desarrollo desigual y combinado, (y las calamidades que padece la
destrucción de las fuerzas productivas) determinada por sus marcos
teórico-metodológicos y por su grado de desarrollo, es producción
determinada ideológicamente. No hay Semiosis huérfana.
Si la Semiosis se produce contradictoriamente, es decir en una
lucha, como el trabajo y por el trabajo, de la tensión individual y
colectiva entre las necesidades y sus satisfactores… si la Semiosis se
resuelve dialécticamente como desarrollo y ésta a su vez se resuelve
como producción creativa, siempre obediente a sus marcos ideológicos,
está claro que la producción de Semiosis es explicable y cognoscible por
los términos de sus intereses… a qué sirve, a quién, cómo, dónde y
cuándo. Si la producción de significado en todos los ámbitos de la
actividad social, representa a su Tiempo, es decir le da significado,
está claro que en toda producción Semiosis existe una tensión interna
que sintetiza las tensiones dialécticas de su ser y modo de ser con sus
propósitos prácticos de clase. Está claro, pues, que el acto de
significar no es episodio místico ni arrebato idealista extraterrestre
de musas veleidosas. Está claro que el acto de significar no es
imitación de los dioses ni privilegio de ellos. Está claro que la
producción de significado no es iluminación individualista ni dádiva del
destino para provecho mercantil de algunos “genios”. Está claro que el
acto de significar no es exclusividad de demiurgos, no es reservorio de
iluminados, no es luz de “genio” iluminador mesiánico de los espíritus.
Significar es lucha y proceso desde lo inferior (desde lo simple) a
lo superior (a lo complejo), de lo particular a lo general, que pone de
manifiesto y realiza la lucha de tendencias internas y externas, juntas o
por separado, cuya forma característica presenta un aspecto de espiral.
Hoy las teorías y herramientas para la producción de Semiosis son en el
presente más poderosas, eficaces, eficientes y están más concentradas
hegemónicamente que en cualquier momento de la Historia. Hoy la mayoría
de las maravillas tecnológicas y las conquistas humanas sirven para
encerrar la Semiosis en prisiones de miseria y esclavitud. La humanidad
es cada día más pobre. Se frena el desarrollo, se destruyen las fuerzas
productivas. Se destruye el estado de ánimo, estamos desconfiados,
desesperados y desorganizados. No inutilizados.
Toda Semiosis se construye por una gama de conceptos en lucha que
buscan soluciones expresivas. Esa búsqueda es también una lucha
dialéctica. Es preciso participar en los procesos más íntimos de la
producción de Semiosis revolucionaria, saberla colectiva y móvil, sujeta
a las condiciones materiales, a la lucha de clases y a las condiciones
técnicas de los instrumentos de la producción documental para crear
estrategias políticas y transformar no sólo el campo de batalla de las
Semiosis sino el modo de usar las herramientas de producción documental
en los movimientos sociales revolucionarios. Pasar de tácticas
defensivas con los medios de comunicación, algunas de ellas tácticas de
resistencia ejemplares, pasar pues a un período donde surja la expresión
nueva, crítica, necesaria en cada momento de la lucha.
Conocer la dialéctica interna y los procesos de Semiosis desde sus
tensiones en la producción y transmisión, representación y reproducción,
es imprescindible para apropiarse de todas las posibilidades de
enunciación y toda la riqueza necesaria para la transformación
definitiva de la sociedad. Descifrar las tácticas y estrategias de una
Semiosis revolucionaria constituye una etapa primordial de una lucha que
también es acción revolucionaria. La tarea de crear nuevos medios y
modos de comunicación incluye a las relaciones de producción. La
Semiosis insurgente no implica sólo agitación política, implica también
espacio para la imaginar una vida nueva incluso detrás de las denuncias
más crudas y multitud de producciones que dan testimonio de ello. En no
pocos espacios las Semiosis revolucionarias muestran su maduración para
pasar del capitalismo al socialismo ...
Proceso de Semiosis transformadora que es, poco a poco consenso y
autogestión, fuerza de la diversidad unida y capaz de ejercer el control
de los medios informativos independientes, alternativos… fuerza que
será capaz incluso de expropiar los medios ya expropiados por las
oligarquías. Fuerzas transformadoras que producen una Semiosis diversa,
que opone al poder de manipulación y adoctrinamiento de la burguesía una
respuesta de dignidad, de justicia, de libertad contra la explotación y
el saqueo. Como ocurrió y ocurre en Venezuela donde ni todo el aparato
de ofensiva mediática logró convencer a los venezolanos de que habían
perdido a su presidente, su proyecto de gobierno y su revolución. Las
Semiosis revolucionarias replantean su estrategia discursiva en sus
propios medios de expresión y divulgación para ejercer una presión rumbo
al cambio del poder por otro poder que nada se parece a aquel ni en sus
definiciones ni es sus modos de construcción. Forma nueva de hacer
política pues… también simbólicamente.
En este terreno el documental contribuye a derrotar el concepto
burgués de libertad de prensa y de expresión, el mito de la
“objetividad” que es una trampa lógica para anular la intervención del
productor de Semiosis rebelde . Contra todas las campañas oligarcas que
se desarrollan “en defensa de la libertad de prensa y de expresión” se
multiplican las radios comunitarias las páginas en Internet, las
televisoras barriales y la prensa alternativa. Se contribuye a la
revolución utilizando la tecnología sometida con significados nuevos a
crear educación, estética y ética nuevas. Es decir se lucha con el
documental, en el documental y desde el documental para contribuir a la
revolución con una Semiosis nueva que crece en el centro de los
movimientos sociales de base. Y las repuestas aparecen como emanaciones
de lucha que entienden cómo desde los intestinos de la bestia surgen las
respuestas superadoras.
Expresado como estallido de significados el documental involucrado
con el ascenso de una Semiosis nueva establece su propio concepto de
libertad de expresión al materializar en imágenes y sonido la dialéctica
de las luchas sociales. Se trata de una lucha, en los hechos, contra el
silogismo que hace pasar por libertad de expresión las libertades de la
propiedad privada. Lucha del documental que desenmascara el sistema de
alianzas y servidumbre entre las burguesías vernáculas y sus padres
multinacionales en su idilio de solidaridad imperialista alienante.
Documental que se hace una sola voz con la voz social que denuncia con
mayor claridad el entreguismo faldero de las burocracias políticas. Esto
hace cada vez más difícil la práctica burguesa de adueñarse de las
luchas, desfigurarlas y servirse de sus caricaturas para auto
convencerse de sus triunfos y desmoralizar a sus antagónicos. En este
espacio las Semiosis insurgentes han cumplido un papel definitivo desde
1994 y los documentales que han acompañado y ayudado esa lucha son hoy
los motores de una epoca nueva que será fundamental en la medida en que
se consolide.
Esta Semiosis tiene además otra característica: no se trata de una
toma del sentido gracias a que alguien “le devuelve al habla al pueblo”,
no se trata de una Semiosis animada por el voluntarismo mesiánico de
quienes se imaginan poniendo al pueblo en el centro de sus escenarios
mentales… esta vez lo que se ve es que son los propios movimientos
sociales quienes, desde sus bases, toman la determinación de construir
con sus imaginarios los imaginarios de una lucha que se extiende
exponencialmente. Esta vez no se trata de la realización del sueño
paternalista que le da al pueblo los juguetes para que se exprese, se
trata de la apropiación (por ahora) de algunas herramientas de
producción expresiva para (acaso pronto) la expropiación de todas las
herramientas. Mientras, la producción de una Semiosis revolucionaria
madura, con sus tiempos, en el imaginario revolucionario de cada medio
que se incorpora a la lucha para ocupar el lugar que le toca en la
contienda específica.
Al lado del objetivo histórico de quitarle a la clase dominante el
control de la información y de la cultura, está la producción de sentido
revolucionaria del documentalista antagónico a las noticias, versiones y
temas que se hacen circular en los aparatos funcionales a la
explotación… Emerge poco a poco en la producción de documentales la
tarea de elevar el nivel de conciencian de entender el documental
también como herramienta organizadora que irradia fuerzas vertebradoras
con claridad hacia la toma del poder desde abajo. Ya no es fácil que los
colectivos de producción documental que trabajan con una Semiosis
rebelde se traguen el truco viejo de poner como centro de su crítica la
conducta de los gobiernos con sus burócratas, como si fuese el único
antagonista de la revolución, se ha logrado dar un paso irreversible que
deja ver, cada vez con más claridad, las relaciones promiscuas de orden
patronal que ejerce la burguesía sobre cierta clase política amaestrada
como guardián de la propiedad privada, y lo mejor es que los
documentalistas han puesto como eje la construcción de sus propias
fuerzas revolucionarias para cambiar su realidad confiando en sus ideas y
en sus tácticas de lucha con los movimientos sociales más avanzados .
Eso es un salto cualitativo.
Semiosis rebelde mundial .
No se puede elevar la conciencia
de la lucha si la producción de Semiosis se encierra en sí misma.
Avanzará muy lenta la conciencia, por ejemplo, de los indígenas si los
indígenas sólo ven la problemática de los indígenas. Es magnífico el
desarrollo de redes, colectivos de producción documental que
intercambian realizaciones y contribuyen al conocimiento de obreros,
campesinos, trabajadores de todo el mundo y contribuyen a conocer las
coincidencias… impulsan la conciencia de que en todas partes muchos como
uno emprenden luchas y eso fortalece la moral y clarifica al enemigo.
Entre otras cosas.
Y emerge una Semiosis revolucionaria mundial que lucha contra esa
Semiosis hegemónica, que tiende a la sustitución del sujeto, que
interpone siempre a un explicador que como voz off, locutor en pantalla,
“periodista”… desplaza el testimonio directo de los protagonistas para
privilegiar una puesta en escena mediática de cierta perspectiva que
nunca es “neutra” “objetiva” ni desinteresada… como suele presumirse. En
las Semiosis revolucionarias hay una clara interpretación de esa trampa
y una propensión fundamental a construir el discurso con las fuentes
directas del hecho. Contra toda mitología mediática impuesta al
imaginario colectivo; contra la sumisión a los símbolos y arquetipos que
han contribuido a edificar las bases del capitalismo y el imperialismo;
contra un mundo único con historia, filosofía y realidad únicas
construidas con estereotipos desmovilizadores, deprimentes… devastadores
y alienantes .
Contra el modelo ideológico que hace pensar en las herramientas del
documental como máquinas sólo útiles para la seducción o diversión para
mantener a las masas alejadas de sí mismas, contra sí y domesticadas
para legitimar todo lo que las explota.
Una semiótica no antipática.
Contra la alienación es
necesaria una práctica semiótica que contrarreste y superare el imperio
de los signos y de los discursos hegemónicos porque el control de los
signos no es ajeno al control del poder. Contra la semosis de la
barbarie impuesta gradualmente y que tiende a fijar un imaginario social
donde reina la resignación, la desmovilización, el quietismo, el
individualismo, el nihilismo y el pragmatismo. Contra los símbolos y
estereotipos que ejercen violencia psicológica y física para fortalecer
esa civilización de la explotación obra de la filosofía y la cultura del
capitalismo y de sus industrias culturales.
Es necesaria una praxis semiótica revolucionaria que no olvide las
luchas que se libran para la producción del significado revolucionario,
en sus contextos de clase y contra las metarrealidades alienantes, los
megadiscursos de las redes massmediáticas, sus videosferas o iconósferas
con opio mercantil traficándose impunemente la galaxia hipermediática.
Semiótica para denunciar de manera directa los sujetos de la enunciación
alienante ocultos tras el discurso de la moral burguesa y artífices de
los mecanismos de opresión del imaginario social ¿Quiénes son los
sujetos de la enunciación de los mass media mercantiles?, ¿Sus
beneficiados?
Es necesaria una praxis semiótica científica para denunciar todo
subterfugio sígnico y toda forma de ideologización reaccionaria. Cuando
la zorra predica, no están seguros los pollos. Semiótica científica para
desmontar toda esa parafernalia, ciertamente fascinante, narcotizante
incluso, en la Semiosis del cine comercial, las publicidades, las series
televisivas regidos por efectos especiales y digitales para una
megacultura de masas. Parafernalia financiada por monopolios
especializados en construir armas de guerra ideológica que tienen
efectos de largo alcance en los imaginarios imponiéndoles matrices de
significación estereotipadas y estereotipantes. Necesitamos una praxis
semiótica capaz de trabar un pacto ético solidario con las causas
revolucionarias más avanzadas para colaborar en la solución de los
problemas causados por la alienación, la destrucción de las fuerzas
productivas y la negación de cultura libre.
Necesitamos una teoría semiótica revolucionaria, no contemplativa
sino transformadora, que bien pudiera intervenir, en el marco histórico
de la lucha de clases, comprometida críticamente con su objeto de
estudio y contra las prácticas enunciativas más perversas… contra los
procesos de producción de sentido, los modos y las relaciones de
producción y la transmisión y distribución de mensajes impuestos por los
programadores, los dueños de los medios. Desmontar las estratagemas de
la publicística mercantil, las falacias de la cultura hegemónica, la
simbólica narcótica del clero, la demagogia de los oropeles
nacionalistas y gobierneros y el repertorio de emblemas y fetiches
burgueses con su estética del crimen, la opresión y la dominación
mundial con “imagen corporativa” de la propiedad privada. Desmontar con
una semiótica seria toda fabricación de signos obediente a los intereses
imperialistas y a sus operaciones semánticas, sintácticas y pragmáticas
para esconder los crímenes sistemáticos del negocio de la guerra,
denunciar científicamente cómo operan sus estudios de recepción que
culpabilizan a las víctimas, semiótica decente, no de sabihondos
inentendibles, contra la alienación, contra lo que devasta las fuerzas
movilizadoras de las sociedades, lo que desanima, atemoriza y atomiza.
Una semiótica que salga de sus jergas y pedanterías, que se oponga a las
manías empíricas y a los devaneos neo-kantianos para explicar y
contribuir a terminar con toda historia de la alienación y la
explotación. Semiótica que no ayude a la miseria. No olvidar las
tácticas burguesas para criminalizar las luchas sociales.
También una semiótica no atomista que permita ver por qué es posible
que el “receptor”, a quien algunos definen como pasivo, en un proceso
revolucionario de transformación de la Semiosis es también enunciador
gracias a un consenso enunciativo comunicacional y crítico que casi
nadie estudia porque a muy pocos interesa, ya que no es negocio, y que
no conocemos porque nos falta conocer todavía lo mejor de la humanidad
que está naciendo… Semiótica para potenciar la generación de Semiosis
revolucionaria que cuenta con las voces de otros que son su voz propia
en lucha, en conjunto, en revolución social. Es urgente una praxis
semiótica como estudio de signos, símbolos, sistemas de significación,
prácticas significantes en contextos históricos y de clase concretos.
Que sea una disciplina científica capaz de denunciar y transformar los
efectos generados por las industrias culturales transnacionales, y por
los medios de comunicación de masas responsables de la pérdida del
sentido de transformación de la realidad. Capaz de intervenir
comprometidamente en el ascenso de la Semiosis revolucionaria de los
movimientos sociales y los medios y modos de producción de sentido
generados hoy como pasos avanzados. Semiótica transformadora herramienta
del documental, también.
Ascensos a la vista.
Los sistemas de significación y los
procesos de producción documental más avanzados conforman hoy una
‘función semiótica', que busca los detonantes de la acción, la
movilización comunicativa en búsqueda de consensos para una acción
mundial, integrada minuciosamente por miles de trabajadores de la
Semiosis, la representación, la apropiación y construcción de una
realidad opuesta, para siempre, a la miseria y la explotación. Semiosis
en estado de alerta con todos los recursos de la invención y de la
imaginación para intervenir organizados. Construcción de la Semiosis
revolucionaria con base en el hacer mismo de las bases y sin dejar de
señalar las tácticas enemigas. Semiosis para la vinculación del mensaje
con una práctica social de la imaginación, la intuición… el nuevo
contenido dado por la praxis de la lucha desde las células de
información, al nivel de las organizaciones de base, contra el discurso
del caos.
Esta producción de Semiosis que se ve ya en la práctica parte de un
movimiento mundial de base. Parte de principios y de hechos conjugados
uno y otro al movilizar al sujeto del proceso revolucionario y de
vulnerar concretamente la hegemonía del capitalismo y romper con la
cultura de dominación. Semiosis revolucionaria que al movilizar también a
los documentalistas moviliza formas nuevas de distribución de sus
significados. Esta Semiosis insurgente no se produce en un laboratorio,
es proceso dialéctico: negación de la anterior, su superación no surge
de fuentes desconocidas, se debe al desarrollo lógico de la suma de
experiencias acumuladas. Se trata de la conquista de una significación
histórica como expresión de clase revolucionaria que no ha rechazado en
modo alguno las más valiosas conquistas de la época burguesa, por el
contrario, asimila críticamente y reelabora todo lo que hubo de valioso
en más de dos mil años de desarrollo del pensamiento y la cultura.
Hoy es un triunfo toda superación del documentalismo bucólico,
purista, doctrinario, nostálgico o “neutral”. Llevada por la Semiosis
revolucionaria en ascenso la producción de documentales aprende, no sin
dolores de parto, que no toda su experiencia, pasada y presente, es o ha
sido “inmaculada”, que le urge autocrítica, que el paso siguiente no
puede eludir, en ninguno de los géneros documentales, las búsquedas y
condiciones dialécticas que confieren fortaleza a la lucha por la
construcción de sentido... significado. Hoy la responsabilidad del
productor, trabajador, documentalista no puede excusarse de intervenir
para expresar el movimiento real de las luchas sociales más avanzadas,
es decir, sumarse para expresar las Semiosis en lucha mundial contra la
barbarie, la miseria, la explotación, el opio clerical, la domesticación
simbólica de los silogismos burgueses, el debate capital trabajo… bien
puede el trabajador del documental ocupar un lugar de significación
extraordinaria. No se puede faltar a la cita de la historia. Todos los
lenguajes del documental son un instrumento, no un fin; su relación con
el significado posee una tensión dialéctica inseparable del contexto de
clase y el momento histórico donde se exige búsqueda y experimentación
transformadoras para una revolución semiótica permanente en el corazón
mismo de toda realización documental. Sin lucha revolucionaria por el
significado puede suceder que sólo tengamos lenguajes huecos, (imágenes,
movimientos, sonidos…muy ubicuos, muy oportunos quizá) para decir
naderías. La Semiosis revolucionaria en ascenso es expresión de este
momento en que la humanidad se dispone al salto magnifico de lo
cuantitativo a lo cualitativo… a su desarrollo en contra de todo lo que
la frena. Los documentalistas no están exentos ni por delante de esto.
Lo más importante radica en que es ineludible semejante experiencia,
plena de emoción, que no dejará de expresar su campanilleo misterioso,
ya que, efectivamente, la humanidad comenzará a auto-pertenecerse. No
hay que empezar la casa por el tejado.
Referencias:
* http://www.rebelion.org/
* http://www.sincensura.org.ar
* http://alainet.org/publica/comm_mov/
* http://alainet.org/publica/msred/
* http://www.movimientos.org
* http://alainet.org/
* http://www.barriodelcarmen.net/
*Universidad de la Filosofía
buenabad@gmail.com