¿Avanzamos hacia 2012 con el Socialismo o con el Capitalismo?

Dicta el Plan Nacional “Simón Bolívar”  que para lograr la  plena realización del Socialismo  es necesaria “la refundación ética y moral de la nación Venezolana,”  no se trata de un empaque casual o un accesorio de esta propuesta, sino de una perspectiva fundamental, que lo atraviesa, lo contiene y lo especifica todo. Entendemos en esta  línea política, que el comportamiento Socialista  se denota en el terreno de la ética, mostrándose en la combinación entre teoría y práctica, entre ideología y contexto, entre valores y antivalores, en todas las actitudes y acciones  de nuestro diario trajinar, desnudando a la vista de todos el convencimiento, conocimiento  y posición que poseemos ante los postulados del proceso de cambios.

   El pueblo ve en el Socialismo una propuesta que le devuelve la fe en su grandeza histórica y moral, desafío ético para dar la batalla a favor de una práctica humanista, que nos permita como seres humanos re-encontrarnos como pueblo, y responder, ante el proceso de deshumanización que provoca el envilecimiento capitalista, siendo la base los caminos de la justicia social, la equidad y la solidaridad entre los seres humanos y las instituciones de la República.

   Por eso no se puede entender el compromiso o creencia en el proceso socialista, sin tener como fundamento el aspecto ético socialista, que debe ser cultivado y practicado como clave en la construcción orgánica, sea del nivel de que se trate.

    La falta de ética socialista se expresa en los métodos de hacer política; la viveza “criolla”, los gazapos, la traición, el “todo vale”, el manipular o engañar a las “bases”,  el excluir a sectores populares de políticas o beneficios por favorecer a grupos adeptos, la subcultura de la corrupción y el soborno como medios de acelerada acumulación de bienes y riqueza monetaria, actitudes basada en el individualismo egoísta, en la codicia personal, y en el afán de lucro desmedido, como expresiones de una praxis oportunista, que dista mucha de expresar una  nueva moral, superior a la dañina moral burguesa, residuos  de una praxis capitalista, tolerada y aceptada  en el quehacer común de las acciones de este proceso; prácticas reñidas con la moral socialista dicen mucho de las limitaciones reales de quienes profesan de palabra una posición dizque socialista; pero, que en los hechos, aún se encuentran en la retaguardia histórica.

   El Plan Nacional Simón Bolívar, que es la brújula de esta etapa del proceso dicta  una estrategia de desarrollo organizativo coherente, entre política y moral, entre ideal y realidad, entre teoría y práctica, entre pensamiento y acción. En esta coherencia encontramos la clave que permitirá apreciar el avance del proceso político, la afirmación constructiva del nuevo sistema que está naciendo y cuyos valores éticos, la solidaridad humana, la realización colectiva de la satisfacción racional de las necesidades fundamentales de hombres y mujeres, se abre paso hacia el corazón de nuestra sociedad, es la base de la destrucción de la praxis capitalista.

   Los supuestos avances que se logren con métodos no acordes con estos lineamientos, no aseguran ningún avance sólido, auténtico, legítimo para el Socialismo. Solo aseguramos el paso al socialismo, si tomamos como orientación fundamental el factor humano, y la superación de la ética del capital, construyendo una conciencia revolucionaria basada en la necesidad de una nueva moral colectiva, la que, solo puede ser alcanzada, mediante la dialéctica de la lucha por la transformación material de la sociedad y el desarrollo de la espiritualidad de todos los ciudadanos; esta dialéctica nos indica que si nosotros mismos no cambiamos, al realizar cambios  solo en la realidad exterior, es nula la transformación social.

   El desafío lo expresa claramente el Plan Nacional “Simón Bolívar”  superar la pobreza material y espiritual que asegure la práctica de la ética y no su anulación. La construcción de un Estado ético, con funcionarios honestos, eficientes que actúen con una conducta moral en todos los aspectos de sus vidas, y en la relación con el pueblo; el factor ético o moral, garantizará un avance real del Socialismo, así lo dicta nuestra brújula para los años 2007- 2013.    

martaortega4@gmail.com



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Marta Ortega

Docente jubilada, militante por la transformación social desde el voto nulo hasta hoy. Pionera en la formación de la Liga Socialista y defensora de los Derechos Humanos

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