En los últimos años, después del golpe de Estado (2002) propinado por la extinta y remasterizada “Coordinadora Democrática”, los sectores radicales de la oposición demostraron ser incapaces de conducir la lucha antichavista, siendo desplazados por los sectores retóricamente más moderados, pero movidos por el mismo ímpetu antidemocrático que marca los sueños de una serie de individualidades agrupadas en torno al negocio electoral.
En la mal llamada oposición
venezolana existe una serie de problemas que me permito analizar. Con
esta enumeración pretendo diferenciar a la dirigencia política del
BARRO (MUD) de una verdadera alternativa política para el país (no
hablo aquí de sus bases, con quienes difiero pero respeto y pienso
que pueden compartir algunas o todas estas afirmaciones):
1.- La profunda vinculación
con el pasado (aún cuando puedan existir caras nuevas), que no es más
que la consecuencia de la dirección adeca en los procesos decisionales,
que se hizo claramente visible cuando se dio la discusión sobre la
fijación de la fecha de elección de su candidato presidencial para
el mes de febrero de 2012.
2.- Resentimiento,
como consecuencia del desplazamiento del puntofijismo como modelo de
“alternancia” en el poder, que no cambiaba nada, sino el nombre
de quien gobernaba pero atado a una estructura hegemónica inamovible
de modelo de país, que exterminaba literalmente cualquier pretensión
de disidencia, aun más de la izquierda venezolana.
3.- La falta de un
proyecto unitario de país, lo que genera profundas discordancias en
el seno del BARRO (MUD), produciendo amplia desconfianza en quienes
no están de acuerdo con Chávez, pero no ven alternativa alguna que
no implique “embarrarse”.
4.- Las apetencias
personales, como elemento motor de las acciones reales de los liderazgos
fraccionionales del BARRO (MUD) y que evidencia la concepción ideológica
claramente de derecha; individualista e individualizante.
5.- El apoyo a la injerencia
extranjera, lo que implica dejarse someter por parte de la oligarquía
colombiana y los intereses norteamericanos y franquistas, que los hace
ser dirigentes que pretenden capitanear una colonia y no una patria.
6.- Su falta de honestidad,
al no afrontar públicamente que son derechistas, neoliberales, pretendiendo
irónicamente utilizar o copiar incluso el lenguaje, las acciones y
las políticos del gobierno revolucionario, esas que ellos mismo critican,
generando así una profunda confusión ante su electorado.
7.- La ausencia de
empatía popular, que se evidencia en todos los perfiles de sus precandidatos,
dignos representantes de la burguesía, que aunque se disfracen, terminan
mostrando al final el profundo desprecio a quienes no son de su clase.
8.- Parasitismo orgánico,
ya que todos los dirigentes del BARRO (MUD) al hablar de economía,
sólo se refieren al petróleo, pero ninguno plantea un modelo alterno
de desarrollo económico que no se base en el enriquecimiento de los
empresarios para generar como consecuencia la posibilidad de suministras
las migajas al pueblo.
9.- Desconocimiento
de la solidaridad, siendo capaces entre ellos mismos de exterminarse
si es necesario para; sobre los restos del caído, emerger en función
de figurar.
10.- Testarudez mediática
por la política del descontacto. Toda acción de los dirigentes del
BARRO (MUD) es hollywoodense, con poses preestablecidas que siguen un
infame guión para la manipulación, la falsedad y una visión utilitarista
del pueblo, hija de una tecnocracia del “marketing político”.
11.- Se creen los virtuosos,
la máxima expresión de la inteligencia, casta pura del abolengo español.
Por lo que, aun el que pueda tener de raíz un buen sentimiento, adopta
en su accionar posturas que reproducen todo aquello que el pueblo venezolano
decidió cambiar.
En este marco del análisis,
es definitivo que Venezuela requiere de una dirigencia de oposición
distinta, más diáfana, más pueblo, que no desprecie nuestra historia,
que venga y se mantenga en la calle, que critique porque tiene propuestas,
no que critique para destruir lo que el pueblo ha decidido construir.
Una oposición que
se encargue sólo de hablar mal de Chávez, está hablando mal del pueblo
más humilde, que aún ve en él la esperanza que después de 12 años
ellos no han sido capaces de sustituir con sinceridad y transparencia.
Es por eso que a un año y medio de las elecciones presidenciales, ratifico
mi tesis de que las elecciones no van a ser de Chávez vs. BARRO (MUD),
las elecciones del 2012 van a ser de Chávez vs Chávez, la gente ira
a ratificar o no la continuidad de un proyecto que pretende ser socialista
y que apenas empieza a nacer, y el reto del proceso revolucionario será
reenamorar a los desencantados, demostrar que se ha hecho y generar
la confianza para incorporar mayores expectativas y esperanzas de cambio
para que la victoria sea indetenible, de lo contrario se podrá en juego
el futuro.
Emerge un Frente de Organizaciones Populares, que desde el seno del chavismo socialista reclama profundizar la lucha contra la impunidad, la corrupción y en pro de mayor eficiencia y eficacia revolucionaria, es por ello que el 26 de mayo se reunieron en la Sala 1 de Parque Central para articular acciones y planificar una marcha unitaria contra la impunidad y la criminalización para el próximo 7 de junio, desde Plaza Venezuela a la Asamblea Nacional. Allá nos veremos.