Poco después del Carmonazo expuse ante Aporrea y otros medios alternativos mi visión sobre la actitud y comportamiento del liderazgo del proceso. Donde quedaron dudas no aclaradas que hoy nos develan más claramente, que le líder solo está lleno de buenas intenciones, pero por su fuero interno no corre ningún ideal de izquierda, por eso es que lo ha sido todo, marxista, leninista, fidelista y todos los ista que acompañan al socialismo, pero al parecer llego a su punto de partida, cuando siendo militar perseguía a quienes defendían estas tesis revolucionarias y sin ton ni son entregó a un ser humano a un gobierno derechista, violando la Constitución Bolivariana, que tanto enarbola en sus intervenciones. Con esto confirmó su verdadero culto el personalismo que tanto daño le ha causado a la Patria y a su Pueblo.
Mucho debe pesar la carta que Santos guarda bajo la manga, para que el Comandante tomara la decisión de ir contra los principios revolucionarios, humanistas y para mayor vergüenza e insulto de los venezolanos violara la Constitución Bolivariana flagrantemente. De nada ha servido todos los alertas de los muchos camaradas que dentro y fuera de Aporrea le han escrito con el corazón en la mano. Pero qué difícil es hacer comprender que se hace necesaria la participación; no solo la de votar, ir a las marchas y gritar muchas veces de la boca para afuera “Patria socialista o muerte” sino la de ser, en teoría y práctica, parte de las decisiones fundamentales del proceso.
Nunca podría negarse que el camarada presidente ha revivido las esperanzas dormidas por mucho tiempo, una vez lo llame el hacedor de esperanzas, Lamentablemente está demostrando que el deseo de poder, el endiosamiento y el personalismo lo están cegando ante la misión que la mayoría de los venezolanos le encomendó en 1998. Pero lo que más duele, es que intelectuales y luchadores políticos de supuesta convicción hayan hecho silencio ante una situación tan grave; tal vez por una solidaridad mal entendida o un miedo sin razón. Recuerden que el Comandante es en definitiva un combatiente más en esta lucha infinita donde el objetivo es enaltecer a la Patria y a su Pueblo.
Como han dicho muchos, bastaba con acogerse a la Constitución Bolivariana o a las normas internacionales sobre los derechos humanos para abortar cualquier tipo de trampa o peligro para el Estado Venezolano. Por tanto las excusas dadas y las que se elucubran alrededor son para tontos y los que las siguen o apoyan, deberían reflexionar para no parecerlo. Pareciera que no conocieran la idiosincrasia del venezolano, tal vez la mezcla de sangre en muchos de ellos o la herencia oligárquica les impide saber que el venezolano, muy en el fondo no se cala imposiciones y rechaza toda idea de superioridad que pretenda convertirlo en eunuco.
“Lo que si les puedo asegurar es que nunca traicionaré mi conciencia revolucionaria y que siempre apoyaré a los que luchan por dignificar a la Patria y a su Pueblo y son capaces de mantenerse íntegros, a pesar de las equivocaciones o tentaciones que produce el tener y el poder de hacer.
Por un verdadero socialismo; que logre la mayor suma de felicidad posible, que respete y juzgue por igual al ser humano y que reconozca el talento y la probidad de los venezolanos gritaría con gusto y por siempre ¡Patria socialista o muerte!”
Lo anterior fue escrito en mi mensaje anterior y quiero hacerlo extensible para todos pidiéndoles, que a pesar de las traiciones, incongruencias e indefiniciones de los que secuestraron la revolución de todos, no debemos por ninguna circunstancia darle paso a los que nunca hicieron nada por Venezuela y siempre arremetieron de una u otra forma contra los más débiles, sepultando los sueños de una Patria digna. ¡Ojo! Esto no quiere decir borrón y cuenta nueva, debemos por todos los medios, parar este desvió del proceso que se viene acentuando desde muy poco después del golpe del 2002. Hechos inexplicables y oscuros, ocurrieron en esa ocasión y a los que se les dieron excusas tan tontas y prepotentes como las de ahora.
Al igual que muchos, ruego que este acto impuro, sea perdonado por todos los revolucionarios del mundo y que en nuestro seno, se produzca un gran debate que lleve a la reflexión y entendimiento de que la revolución es de todos y no de un solo hombre y que si el líder no comprende esto, debe recordársele lo que dijo Bolívar “Mostraos, conciudadanos, dignos de representar un pueblo libre, alejando toda idea que me suponga necesario para la República. Si un hombre fuese necesario para sostener el Estado, este Estado no debería existir, y al fin no existiría”
(*)Ing.