A propósito del insistente discurso, muy de moda en estos días, sobre la obra escrita de Nietzsche (“Así hablaba Zaratustra”, “El Superhombre” y otras), es necesario en primer lugar decir, para no caer en confusiones, que este señor ni es argentino ni tiene nada que ver con el “Che”, así como Beethoven nada tiene que ver con Venezuela (Petroven). En ambos casos, el sufijo “che” y el sufijo “ven” no indican el gentilicio.
Todo este cuento viene a colación, por cuanto nos llena de extrañeza, que el señor Nietzsche se aparezca en la escena política venezolana, “sin tener velas en este entierro”, por cuanto su pensamiento filosófico está en abierta contradicción con el anuncio de socialismo y con el discurso antiimperialista. En consecuencia vale preguntar ¿Quién es Nietzsche? Vamos a tratar de hacer una breve semblanza de sus caracterizaciones más notables.
Friedrich Nietzsche (1844-1900), es un filósofo alemán, idealista, ultra-reaccionario, apologista de la explotación burguesa y padre de los “ideólogos fascistas. Toda la filosofía de Nietzsche está llena de odio hacia la revolución proletaria, hacia las masas populares. Según él, el trabajo es una vergüenza; según su filosofía la esclavitud es “la esencia de la cultura”, y la explotación del hombre por el hombre, es “la esencia de todo lo que vive”. Las masas populares no son más que “esclavos”, “rebaños”. La sola idea del socialismo lo enfurece. La existencia de sindicatos, de derechos otorgados a los trabajadores, lo encoleriza. Todo su pensamiento conduce a detener, a impedir, cueste lo que cueste, la “revolución socialista”. El señor Nietzsche distingue la ideología destinada a formar trabajadores dóciles (“moral de esclavos”), y la ideología destinada a educar a la casta de los amos (“moral de los amos”).
Nietzsche está en la corriente “voluntarista” (atribuye a la voluntad humana un papel primordial y decisivo), que es una variedad entre las muchas corrientes del idealismo subjetivo.
Con estas ideas, Nietzsche se sumerge en la Edad Media, en el oscurantismo, en la época del señor feudal y los siervos de la gleba. Pretende rescatar el pensamiento de los llamados “padres de la Iglesia”, que sostenían la primacía de la voluntad sobre la razón, de la contingencia sobre la necesidad y de la sumisión del hombre a la voluntad divina. Está plenamente desenmascarado el carácter reaccionario del “voluntarismo”
Nietzsche declara que la “voluntad de poder” es el motor de todos los procesos de la naturaleza y de la sociedad. Para ello falsifica la ley de la “lucha por la existencia” de Darwin y la proclama principio universal, sustituyéndola por la “lucha por el poder”.
Nietzsche predica el individualismo sin freno, el culto del “superhombre”, el “culto a la personalidad” que desprecia todas las normas de derecho. Niega el progreso en la naturaleza y en la sociedad con su teoría del “eterno retorno de todas las cosas”, según la cual, la historia, en lugar de seguir una línea ascendente, volvería sin cesar, atrás, a etapas ya superadas por la humanidad.
La filosofía reaccionaria, racista, inhumana de Nietzsche, está compenetrada de odio hacia la clase obrera, proclama el culto de la fuerza y de la “bestia rubia”, que corresponde como ninguna otra a la ideología de los fascistas. La filosofía de Nietzsche fue ampliada y adoptada por el nazismo. Fue ampliamente aprovechada por los hitlerianos y está al servicio de los ideólogos fascistas del imperialismo. Como se puede apreciar, por lo antes dicho, el pensamiento del señor Nietzsche no es democrático ni revolucionario ni mucho menos socialista, sino todo lo contrario. Valga esta breve semblanza para saber ¡Quién es el señor Nietzsche!!!!!!
"Las políticas de Estados Unidos y la OTAN, cosechan el odio de los pueblos del mundo"
leonmoraria@gmail.com
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