Camaradas; en ocasión de
celebrarse el XIV congreso de nuestro amado partido (aunque no estoy inscrito
en el: lo siento mío) me dirijo a ustedes con la intensión de hacerles llegar
unas reflexiones que están escritas con la pasión que le ponemos los comunistas
a todos lo que hacemos y el dolor de un militante que ve como poco a poco
nuestro partido se ha ido convirtiendo en un apéndice de uno que heredó todo lo
malo de la IV república como lo es el PESUV.
Lejos están aquellos tiempos en que nosotros éramos vanguardia de todos los
movimientos revolucionarios que han existido en Venezuela. Lejos quedaron los
años en que nosotros estábamos a la cabeza de las luchas de clases. Dejamos atrás,
nuestra indovergable lucha en la defensa de la clase trabajadora y de sus
reinvidicaciones. Se fueron los días en que éramos los únicos en hacer marchas
y manifestaciones en contra todo tipo de injusticia y desigualdad. Todo, eso,
camaradas lo ha dejado el partido para pegarse a la cola de un gobierno que
cada día se aleja más de todo aquello por la cual durante ochenta años hemos
luchado. Sobre todo se aleja del socialismo, que siempre ha sido nuestra meta.
Todo, todo, lo hemos dejado a cambio de nada, perdón, a cambio de una
curul. Nos hemos atado a un barco que va sin rumbo ideológico conducido
por un hombre al cual la palabra socialista le usa solo engañar a incautos. Un
hombre, que el color rojo ya le causa asco. Un hombre, que va con pausa
hacia la centro derecha (después de su reelección se irá completamente) sin consultar
siquiera a su partido, mucho menos a sus aliados. Un hombre que ya echado al cesto
de la basura el libro rojo que él mismo creó dentro de su partido. Un hombre,
que nos ha ofendido y maltratado cada vez que a él le da la gana. Sin embargo,
con todas estas cosas y otras más, ustedes siguen empeñados en
acompañarlo.
¿Han, pensado ustedes, cuántos militantes se han auto separado del partido por
esto? ¿Han tomado en cuenta el daño que originan ustedes en la auto
estima de la militancia? ¿Cuantos votos perdimos en las elecciones pasadas por
esto mismo? ¿Cuantos diputados se perdieron por estar a la cola del
PESUV? Camaradas del bruro; nosotros somos pocos pero valemos mucho. Un
comunista formado, es difícil de engañar, ni siquiera por ustedes. Un comunista,
un es cuadro valioso, que vale un millón de veces más que cualquier otro
militante sea del partido que sea. Un verdadero comunista, ni se compra ni se
vende. Jamás, traiciona al compañero y mucho menos a la patria. Un verdadero
comunista, no puede servirle de condón a nadie. Y, nosotros hemos sido para
Chávez, eso: un condón.
¿Porque, tenemos nosotros que aliarnos, con quienes solo no quieren
utilizar? ¿Porque, no ponemos condiciones para entrar en esa alianza (o serán
ellos que la ponen? ¿Porque, no podemos a apoyar a Chávez, sin necesidad
de estar en ese mal llamado Polo Patriótico. Cuya alianza, solo beneficia al
PESUV. Apoyémosle, pero con reserva. Si no lo hacemos así, después de las elecciones
del 2012 lo lamentaremos. Les digo esto, por el cambio tan brusco experimentado
por Chávez en la dirección que la ha dado a la nave. No esperen que el
presidente, les salga nuevamente con lo del Volkswagen ¿Lo recuerdan?
Nuestro partido comunista fue creado por hombres y mujeres, que regaron
su sangre por todo el territorio nacional. Hombres y mujeres que dejaron
sembradas sus vidas en las montañas, llanos, ríos y mares de nuestra
atormentada y sufrida patria. El partido comunista, y sus militantes inscritos
o no en el, merecen algo mejor, por pasado, por su presente y lo que pueda ser
su futuro. Sobre todo, merece algo mucho mejor, en memoria de todos
aquellos que murieron orgullosos de ser comunistas.
Camaradas del buró: soy uno de esos militantes comunistas que están
regados por Venezuela preocupado por mi patria, preocupado por lo que veo. Y lo
que veo, no es por lo que yo he luchado y soñado. Espero que este XIV congreso
sirva para que ustedes le den un vuelco a la forma como están llevando al
partido. Yo, no soy quién para darles consejo alguno pero recuerden esto: la
careta a la gente de la mesa de la ultra derecha, hacia tiempo que se les cayó.
Ahora, poco a poco a los que dicen ser revolucionarios, también se les está
cayendo. PATRIA O MUERTE: VENCEREMOS
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