Si las fuentes
del Socialismo del Siglo XXI, según el profesor Ribas-Ribas, se encuentran en
el indosocialismo, el afroamericanismo, el marxismo crítico, los movimientos de
género, el ecosocialismo y la teología de la liberación; entonces ésta última significa
el encuentro entre el socialismo y el cristianismo. Se trata de la integración
de dos corrientes para la “realización de
(la) responsabilidad social a partir
de la fe”. El Socialismo del Siglo XXI es Cristo centrista. El magisterio y
el apostolado transitan de las Escrituras a la acción social. El cristianismo
parece encarnar la tesis 11 de Feuerbach: "Los
filósofos, hasta el momento, no
han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, ahora de lo que se trata es de
transformarlo". Es menester trascender la postura contemplativa para
convertirse en militante de una práctica social y revolucionaria y “una reflexión crítica de la praxis
histórica a la luz de la palabra”. La interrogante de entonces tiene toda
vigencia: ¿Cómo alcanzar que la fe no sea alienante sino liberadora? El poeta
Juan Chávez López aborda el tema en uno de sus textos poéticos con clara opción
preferencial por los pobres, liberación y encuentro socialista y el cristiano. El poema se llama
del Maestro Jesús a Carlos Marx: “Proletarios
de todo el mundo, uníos”/ es la traducción de “Amaos los unos a los otros”/ del
arameo al alemán / Del Maestro Jesús a Carlos Marx/ del Nuevo Testamento al
Manifiesto Comunista/ Es el mismo amor a los pobres, a los excluidos, a los
explotados/ Estaremos en el reino de Dios/ al reino de la igualdad y la
justicia / cuando termina la lucha de clases/ Hoy asistiré a la Iglesia / mañana tengo
reunión en el partido.¿No escogió Dios a los pobres de este
mundo para ser ricos en fe y herederos del reino que El prometió…” (Santiago,
2:5). Orar, laborar
efrainvalentutor@gmail.com