Usted, Nicolás Maduro Moros, Vicepresidente Ejecutivo y Canciller de la República, ha recibido de manos del Presidente Chávez la gran responsabilidad de conducir de hecho la República, durante el tiempo en que él se encuentre imposibilitado de hacerlo a plenitud, como lo ha hecho en los últimos catorce años, y como lo seguirá haciendo en los próximos seis, para los cuales los venezolanos le renovamos la confianza. Nunca antes usted había estado frente a una responsabilidad tan grande, responsabilidad que comparte con todos nosotros, con los que en mayor o menor grado sentimos la obligación de hacer avanzar a Venezuela por el camino del Socialismo humano y redentor.
Presidente Maduro, decrete la salud de Chávez. El inicia ahora el proceso de recuperación de la enfermedad contra la que combate hace ya un buen tiempo, batalla que ganará, porque la Revolución venezolana, y la América toda reclama su aliento y su voz líder y conductora. El estado anímico del Presidente es vital para su pronta recuperación, lo es también para cualquiera, pero particularmente para un ser que como él es en esencia corazón de Patria, entiéndase sentimiento y emoción. Su estado de ánimo decrecerá, y junto a él su salud, si no ve y siente al país transitando unido el camino de nuestra regeneración, de siembre y crecimiento del Socialismo humanista.
Presidente Maduro, decrete la salud de Chávez. Conduzca con acierto el equipo de gobierno, comenzando por el gabinete ministerial, para que los Ministros estén a la altura del compromiso; ellos deben rendir hoy más que nunca en el camino de cumplir cabalmente sus responsabilidades. Aquel que en estos días difíciles no haga su tarea al nivel requerido, aquel que se ocupe más de sí mismo, de su nombre y de sus beneficios personales por encima del bienestar del pueblo, debe inmediatamente ser dejado de lado. No necesitamos “porrones chinos” al frente de los despachos ministeriales, sino mujeres y hombres entregados a plenitud, con eficiencia y profunda honestidad personal, a la tarea de construir el nuevo país.
Presidente Maduro, decrete la salud de Chávez. Usted ha sido colocado en posición de conducir el proceso junto al Comandante. Que su ejemplo y testimonio de vida sea estímulo para todos, para los venezolanos en general y, particularmente, para los socialistas y pesuvistas. Que su voz sea escuchada, que el partido lo oiga, como sabe oír al Presidente Comandante. Ese es su desafío, hágalo con la inteligencia con la que usted podría hacerlo, que todas las estructuras del partido -desde los altos niveles nacionales hasta los militantes más humildes y los patrulleros del PSUV- le tengamos siempre por hombre servidor y honesto.
Presidente Maduro, decrete la salud de Chávez. Sea siempre factor de unidad dentro del proceso revolucionario. Lo aplaudiré y marcharé a su lado mientras lo perciba, como hasta ahora, siendo factor aglutinador. Usted está llamado a no permitir que los individualismos, los fulanismos y sutanismos, sustituyan la coherencia de cuerpo que debe mantener el gobierno revolucionario y el partido de la Revolución.
Presidente Maduro, decrete la salud de Chávez. Cuide de la corrupción al gobierno y al partido, cuídelos de ese mal que carcome las entrañas de cualquier sociedad; no permita el enriquecimiento indebido de nadie, impida que la ineficiencia se convierta en caos y en malos servicios, en desmejoramiento de la calidad de vida de nuestros compatriotas.
Presidente Maduro, decrete la salud de Chávez. Permita que el Presidente Comandante tenga en sus días de recuperación la paz y el sosiego necesario, los cuales alcanzará al saber que su mejor obra, la revolución Bolivariana, marcha con buen pie en su camino al nuevo país socialista. Es bueno que usted sepa que lo estamos viendo, que lo estamos observando, que lo estamos acompañando en el esfuerzo que es suyo, pero que trasciende de usted, ya que todos debemos sentirlo como propio y actuar en concordancia. Vaya usted adelante, lo acompañamos.
Cesar.dorta62@gmail.com