El pasado 21-12-12, tanto en Bolivia como en Guatemala hubo ambiente determinista y milenaristas ya los mayas en siglos pasados predijeron que finalizaba un ciclo y comenzaba otro, afortunadamente en Bolivia el presidente Evo Morales, adicionó que era el fin del capitalismo salvaje y principio de una “nueva era”, sin aclarar cómo era ese traspaso, afortunadamente, porque evito la frustración de la predicción no cumplida o por cumplir.
En sí, la nueva era empezó hace 100 años, en todo el plano tierra, cuando se celebra el juicio de mayorías (El denominado juicio final que aparece en La Biblia), y desde el gobierno universal del padre creador, ese juicio implanta la comuna (El Comunismo) en el plano tierra y se da una tregua de 100-150 años, en si son tres generaciones, para que se hagan los cambio pertinentes, se acabe la propiedad privada y las fronteras y quede una sola nación y todo el planeta sea un heredad de todos. Aunque el juicio fue en espíritu, el sitio material en donde se encontraba el tribunal, era la ciudad de Buenos Aires, Argentina, y el “Juez de vivos y muertos” era el Maestro Joaquín Trincado Mateo, fundador de la Escuela Magnético Espiritual de la Comuna Universal (EMECU) y del Espiritismo-Racionalista y Comunista que también denominó “Espiritismo, Luz y Verdad”.
Volviendo al aquí y ahora, el 21 de diciembre pasado, en la ciudad de Buenos Aires y no en Bolivia ni Guatemala, nacía una etapa, quizás la última y definitiva de la nueva era, para entrar definitivamente en la comuna y cumplir con el mandato del juicio final de hace 100 años; producto de un hecho violento justificable como los saqueos consecutivos en las principales ciudades y barriadas Argentinas, ese hecho violento, como se paren las grandes transformaciones de la historia, es indicativo que los gobiernos centristas (Centro-izquierda o progresismo), son insuficientes, deficientes por no decir incapaces o incompetentes para conducir al mundo a un plano de igualdad, justicia y libertad.
El neoliberalismo rompió el pacto que implicó el keynesianismo y su manifestación política, la socialdemocracia (El centro político), al eliminar el estado de bienestar, que eran meras limosnas. Ya no hay justificación alguna que gobiernos nacidos de la frustración del neoliberalismo como el de Argentina, Venezuela, Bolivia, Brasil, Uruguay revivan ese inoperante centro político, se debe ir a la comuna directamente, eso implica, romper con el sistema financiero mundial del dólar, liberar la industria y tierras existentes en manos de capitalistas, crear nuevas industria y ampliar las tierras cultivables y repartir las riquezas a todos, ese es el comunismo; la propiedad común, la producción común, el reparto común.
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