¿Quien peca más: el que peca por la paga o el que paga por pecar

Tomo prestada esa frase del libro de Sor Juana Inés de la Cruz que todos leíamos cuando estábamos en bachillerato, el cual no se si aún se lee en los liceos. La tomo prestada para extrapolarla a la vergonzosa corrupción que estámos padeciendo y con ello tratar de descifrar ese enigma que nos dejó plamado la honorable monjita.

Con este artículo, como con todos los que escribo, lo único que hago es alertar y alertar al gobierno para que se tomen a tiempo los correctivos necesarios para acabar con uno de los males (el más peligroso) que está devorando por dentro la revolución.

Conocemos perfectamente que el presidente Maduro está haciendo todo lo que esté al alcance de la Constitución y de sus manos para tratar minimizar esta situación ya que la corrupción nunca se acabará, gobierne quien gobierno. Pero a pesar de todos sus esfuerzos y de todos los mecanismos que ha implementado, la corrupción más poderosa que nunca. Leyes van y leyes vienen. Comisiones que llegan y comisiones que se van sin pena y sin gloria y sin haber alcanzado su objetivo. Por so es que los pecadores (osea los corruptos) siguen muy felices gracias a la impunidad que les ofrecen los que cobran por pecar, perdón por perdonar.

La corrupción, nos defeca en la cara y los pecadores nos vomitan en la misma. Todo porque tanto en el gobierno como en el sector privado hay muchos que pecan por la paga y pagan por pecar. Pero tambien hay miles que alertan para que el pueblo no caiga en la tentación de la paga. Pecar por la paga, es pecar contra el pueblo y contra la patria. Estos pecadores cuando son encontrados culpables por sus cadenas de pecados, enseguida son absueltos por la larga cadena de pecadores complices que toman los tribunales como confesionarios y no como tribunales para impartir justicia. Estos confesores que pecan por la paga son los que tienen el poder de perdonar a los malos o excomulgar a los buenos funcionarios.

En el aparato estadal se encuentran miles de funcionarios que pecan por la paga o pagan por pecar. Muchos dicen que son las minorías. No estoy de acuerdo. No hay oficina alguna del gobierno donde no se encuentre uno de ellos. Todos estos pecadores son tan dañinos para el pueblo como lo es la especulación, el acaparamiento y el terrible desabastecimiento de los alimentos que hacen una gran cantidad de empresarios y comerciantes que pagan para pecar.

Tanto los que pecan por la paga como los que pagan por pecar, están de plácemes. Tienen al país al borde del colapso económico. Estos pecadores (es mi opinión) han conformado una comandita con fines de lucro y de desestabilización para tratar de poner al país al borde de una conmoción social. Esto tenemos que frenarla a como de lugar. Con retórica barata y con bravuconadas se se va a lograr. Solo la unión y la fuerza de los buenos ciudadanos podrá lograrlo.

Ya lo dije, los hay dentro del póder Ejecutivo, Legislativo, Judicial, en las FANB, las Policías, en la Iglesia, en Fedecámaras y en todas las Cámaras afiliadas y en muchos ciudadanos comunes.

Pero hay millones de ciudadanos que no está dentro de esos dos rangos. Estos son los que alertan al gobierno y los que denuncian a estos pecadores. Estos ciudadanos son excomulgados (Execrados) por los confesores de estos pecadores. Son los únicos que asumen para si la defensa de lo poco que queda de esta revolución con sus alertas y sus denuncias. Todos estos buenos ciudadanos tienen que unirse para salvar a la patria de estos pecadores. Porque a ellos solo les interesa la paga, a nosotros la patria.

Por eso hay que seguir alertando y denunciando. No importa que no nos den cobertura tanto en los medios público como en los privados. Los que pecan por la paga y los que pagan por pecar son los dueños de ellos. No les interesa para nada nuestros alertas y nuestras denuncias. Ellos tienen sus inquisidores, nosotros tenemos nuestra verdad y con ella jamás podrán.

A pesar de todo, se que dentro de todas esas instituciones llenas de pecadores, existe una reserva moral capáz de encontrar el camino hacia el verdadero estado socialista donde el hombre y la mujer sean el Zenit de la sociedad y la encarnación de la vida. Un estado donde la paga no sea un modo de vida natural sino un delito inexcusable y duramente castigado.

¿Quien peca más: el que peca por la paga o el que paga por pecar. Los dos son culpables por igual. Eso fue lo que nos quiso decir Sor Juana Inés de la Cruz en su incognita. Una incognita que ya el pueblo ha comenzado a despejar.


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Nelson Jesús Lanz Fuentes


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