Nuestra tradición cultural nos ha venido mostrando, a través del arcano del tiempo los aspectos populares de la cotidianidad llanera algunos de ellos nos sirven como referentes que son utilizados para ejemplificar otros hechos o acciones dentro de la sociedad; así por ejemplo el trabajo de una lavandera que generalmente recibe mucha agua en sus pies, nos sirve para justificar la carencia económica cuando alguien nos ataja para solicitarnos un préstamo, lo resolvemos con la frase: “estoy más limpio que talón de lavandera”. Ahora bien; los ejemplos pueden seguir en mucha cuantía, sin embargo, vamos al caso de un corral de cría de plumíferos, de esos muy comunes en los patios campesinos o uno que otro barrio de nuestras capitales municipales, en los cuales generalmente uno observa Gallinas, Patas, Pavas y Guineas, quienes junto a sus consortes o maridos emplumados ocupan el lugar alinderado, reservando siempre –cada especie- áreas donde demarcan el dominio de la territorialidad mediante aleteos y cantíos (caso de los Gallos), uno que otro fanfarroneo y gorjeo (caso de los pavos), varios siseos con meneos de la testa (caso de la patos) y los peculiares chirreos y ataques consuetudinarios de los bichos más tirriosos del corral quienes son los Guineos…
Bueno en el escenario político también existen espacios territoriales con situaciones muy semejantes donde, cada vez que se convoca una consulta electoral, el comportamiento de sus vecinos resulta ser similar al de los habitantes de corrales para emplumados cuando en la noche es visitado por un Zorro… se alborotan escandalosamente tratando cada cual de elevarse más o por encima de los otros para tratar de salvarse; peeeero… siempre alguno resulta siendo la víctima, con la diferencia que en los homínidos la muerte es meramente política y no (necesariamente) física o literal como la palabra lo indica. También sucede un hecho que es más ilustrativo todavía de la analogía humana con el comportamiento conflictivo de las aves en su corral, cuando sucede el caso de la entrada intempestiva y equivocada de una rana al corral de la vecindad emplumada, de inmediato se produce un efecto parecido a lo que hace la gente al enterarse (hoy día) de la existencia en algún comercio de papel higiénico, harina pre-cocida o mantequilla; todos a la una… salen disparados hacia el objetivo, el cual una vez en su poder no quiere que absolutamente nadie se lo arrebate.
Así entonces que pobre de la Rana que entra cuando el corral tiene mucha densidad poblacional de seres con pico, allí el anuro inicia un terrible tormento que parte desde el momento de ser capturado y continúa en una especie de juego de Futbol Americano pasando de pico en pico, saboreada por distintos bichos bípedos durante largo rato y poco a poco va perdiendo parte de sus extremidades hasta terminar tragada la mayor parte por el ave más constante o de superior suerte y rapidez para tragar llenando el buche en movimiento.
En consecuencia del relato anterior, podemos decir entonces que el día de la convocatoria para las elecciones, es exactamente el día en que se produce la entrada de la Rana en el corral político, traducida ésta –me refiero al anuro- en cada uno de los distintos cargos sometidos a la consulta popular y los cuales son ambicionados casi por más candidatos que electores concurrentes a los comicios. La carrera iniciada entre los pajarracos ¡perdón! aspirantes toma características de desespero por apropiarse de la apetecida Rana, discúlpenme, quise decir por el cargo de gobierno; lo que sigue después es la persecución y el ataque despiadado entre uno y los otros donde se expresan la acción de los aleteos para adelantarse o de los picoteos y los espuelazos entre los más fuertes para optar al premio, mientras los de menor capacidad competitiva se quedan escarbando y hechos los tontos a ver si con su aparente calma puede acercarse a quien conquistó la Rana y antes de llevarla al buche le permite degustar aunque sea una anca. Si ustedes interpretan que me refiero al cargo principal de elección y una alianza para obtener un cargo subordinado al que está en la consulta del sufragio, pues permítanme decirles que han acertado.
Así pues que bastante gente parece que realmente no ha evolucionado mucho y sigue con la conducta animal que los lleva a comportarse como tales al momento de querer lograr algún objetivo. Si desean mayor certeza basta detenernos racionalmente a detallar la conducta de los habitantes en el corral de las aves, donde los Guineos se agrupan como un batallón de combate para molestar a otro emplumado al cual le cogieron tirria, el Pato semental persigue a los demás para desplumarlos intentando alejarlos de las chicas de la bandada y por su parte el Gallo líder casi actúa como un árbitro de futbol recorriendo de arriba abajo el territorio pero pobre del pollo que intente pisarle alguna de sus patarucas; así mismo los candidatos se comportan en la lucha por los cargos y también a la hora de mostrar sus talento o virtudes, los vemos como acicalan las plumas, tratan que la crestas y sus cantíos sobresalgan por encima de los congéneres, que digo, acomodan el ropaje y los discursos para cautivar en el momento de la preselección, pero luego de apropiarse de la candidatura sucede exactamente igual al caso descrito de la Rana.. luego al ganar, con muy escazas excepciones, van con el Buche lleno y el resto a seguir escarbando a ver que si consiguen una que otra lombriz y buscar algunas taritas o grillos para ir sobreviviendo.
Entonces ahora que ya otras Ranas entraron al corral, hagamos de la vida nuestra un momento mejor y vamos a divertirnos viendo el combate y la carrera entre los candidatos, mientras la Rana va cambiando de pico y la banda detrás.