Leí con detenimiento una reflexión de Juan Veroes, y me pareció muy interesante.
Lo cual me hizo pensar, que bien valdría la pena ser leída por todos los revolucionarios……
A todo esto, también leí los artículos (demasiados duros) de Valderrama Aponte y Edgar Perdomo Arzola, y en honor a la verdad, los mismos provocan salir corriendo y olvidarnos de nuestra revolución.
No me detendré a analizar sus contenidos, por considerarlos demasiados preocupantes los mismos, como también que mi persona no sea todo lo necesariamente objetivo, como lo amerita dichos escritos.
Pero con la mano en mi corazón…
Pienso que Capriles ni María Corina, no lo podían haber hecho mejor.
Lo cual no dejo de preguntarme: ¿Que se busca con todo esto?
Debo reconocer, que tal vez la crítica más objetiva fue la del compañero Valderrama Aponte, ya que la escrita por el compañero Perdomo fue más apasionada, desvirtuando quizás con ello un mejor análisis.
Pero también le diría al compañero del Grano de Maíz:
¿Si Chávez estuviera vivo, usted hubiera escrito en algún momento dicho artículo?
Vuelvo y repito: ¿Cuál es la idea a todo esto?
¿Qué fin se persigue con nuestras extrañas reflexiones, que tal vez buscan esclarecer y solo logran oscurecer?
Y si analizamos tanto a los chinos, también sería justicia estudiar mejor a los rusos…
Los rusos hace tiempo que dejaron de ser comunistas, y si lo pensamos bien, ni siquiera socialistas son.
¿O no?
A todo esto:
¿Cuál es la idea de escribir en Aporrea?
¿Defender nuestro proceso, o aumentar un sinfín de dudas que nada bueno traen?
Todos escribimos artículos críticos cuando lo creemos necesario, pero algunos se pasan de la raya…
Y lo que más duele, es que salga de la pluma de Un Grano de Maíz.
Es verdad, en sus planteamientos existen razones valederas…
Yo mismo escribí también de lo necesario de que vuelvan los espacios y columnas de los compañeros que hoy no están…
Pero pensando en los artículos escritos en el día de hoy por Aporrea, pienso:
¿Este es el mejor momento para plantearlo?
Y pensándolo mejor, podríamos decir: Bueno, está bien, en parte tienen razón…
Pero…
¿Qué hacemos?
¿Cuáles son las soluciones VIABLES?
¿No será mejor contribuir con ideas refrescantes, que nos hagan intentar salir a buen puerto y no intentar lo contrario, de guiar nuestro barco, al más grande iceberg que pueda existir en los océanos?........................
(…)Cuando contaba con 16 años en épocas de estudiante, un compañero me invito a ser miembro del partido comunista, y para convencerme, me invito a asistir a reuniones de trabajo del partido de Izquierda, para aprender en parte, sobre las mejores maneras, para las luchas diarias que tendríamos por delante…
Fui un lunes, volví el miércoles y también lo hice el día viernes…
A las tres semanas el compañero me dijo, cual fue la razón por la cual había dejado de asistir…
A la cual conteste: Escuche con atención, todos los planteamientos hechos por diferentes compañeros, en la semana que asistí a dichas reuniones.
Nunca adelantaban un paso, se pasaban todos los días en interminables charlas, que más parecían asemejarse a simples disputas, de demostrar quien de todos era el mejor, y quien era el que tenía la razón…
A pesar de mi corta edad, lo vi como reuniones que no se llegaban nunca a nada, en donde se hablaban puras pistoladas, porque en la práctica no eran viables.
Desistí de formar parte del partido comunista, como de ningún otro partido……
El ser humano en su gran mayoría es individualista, por error o por puro instinto, y por esa manera de ser de las grandes mayorías, nunca hemos llegado a nada……
En Aporrea, varias fueron las veces que me solicitaron la foto, no quería mandarla, pensé en una extraordinaria foto que le tome a un anciano recoge lata, que lo vi sentado con su bolsa negra repleta de latas y con un cuaderno en sus manos escribiendo.
Me lleno de sentimientos dicha acción, lo que me trajo la reflexión de pensar:
“Nunca es tarde para aprender”
Pensé que no la iban aceptar, y mande la imagen de un viejo bachiburro (como lo es mi persona), pero que nunca se avergüenza de serlo…
En Aporrea, se ve a compañeros más preocupados por momentos, en intentar ser más conocidos (algo como famosos, por decirlo ridículamente), que la propia revolución, cambian las fotos, pensando que tal vez se vean mejor, con aires narcisistas, bibliotecas llenas de libros por detrás (los cuales no creo haber leído más de tres en mi vida) lo que nos deja esa extraña sensación de rascarnos la cabeza y mirar pal´ cielo, en señal de incomprensión…
Parafraseando al carpintero de Nazaret:
PERDONALOS COMANDANTE…QUE NO SABEN LO QUE HACEN