No menos que reconocer y felicitar el discurso pronunciado por el Presidente Nicolás Maduro, es lo que debemos hacer hoy quienes aspiramos la continuidad y avance del proyecto político iniciado por el Presidente Chávez. El observar una extraordinaria coincidencia entre los temas que motivan la Ley Habilitante y los que un grupo de ciudadanos comprometidos con el socialismo hemos venido expresando de manera enfática en los últimos dos años, ha llenado de entusiasmo a un sector del "Chavismo Rebelde", que aunque ni estimado ni reconocido por el Presidente Nicolás, no deja de existir y batallar por la aplicación de las 3 R's en toda la estructura del Estado vigente.

La ética pública como herramienta para la lucha contra la corrupción y la superación de la crisis económica a través de acciones conducentes para superar el rentismo, sin duda son parte de la solución, aunque no son las únicas, es por ello que sería importante asumir como un aporte el tomar en cuenta los siguientes aspectos:

1. Cuando se habla de las 3 R's, podemos correr el riesgo de asociar futuras acciones con el incumplimiento de la convocatoria a la Revisión, Rectificación y Reimpulso hecha por el Presidente Chávez y que se evidenció en el momento que el mismo Presidente tuvo que convocar a las 3 R's al cuadro y al cubo. Es por ello que cualquier relanzamiento de las 3 R's deben venir acompañadas en lo inmediato de acciones que evidencien su cumplimiento.

2. De aplicar las 3 R's, en una reedición de la etapa Maduro, lo más conveniente es que no sólo se le atribuya o limite su aplicación a una sola institución como si fuese la única responsable del problema de corrupción y la situación económica actual del país. No pienso ni por casualidad defender a CADIVI, incluso preferiría que desapareciera por la salud del país, pero las 3 R's no sólo debería aplicarse en esta institución porque tenga "infiltrados", cosa que además al aceptarse, lo que reafirma es que quienes lideraron dicha institución tienen una cuota de responsabilidad indudable. Las 3 R's deben volver en el marco de la etapa Maduro, para ser aplicada en todo el Estado, y con la conducción del pueblo organizado en Contraloría Social. Lo demás está destinado al fracaso.

3.- Una Ley habilitante que tenga como centro de antención la ética dentro de la administración pública para luchar de manera concreta contra la corrupción, y que además se plantee una transformación más profunda de la estructura económica para garantizar la construcción de un socialismo autónomo, independiente y evolutivo, no puede obviar: el necesario inicio de la transformación del Estado rentístico-burgués en un Estado Comunal, y segundo no puede pretender hacer algún cambio si la habilitante en lugar de ser para el Presidente, no es para el pueblo organizado.

Me siguen preocupando dos cosas: 1.- la desvinculación con algunos de los aspectos tratados por Chávez en el "Golpe de Timón" en especial en lo comunicacional y en lo comunal y 2.- algunos rasgos que podríamos calificar de stalinistas en algunos niveles de gobierno y en espacios del partido, que se resisten y criminalizan la crítica, niegan la autocrítica y defrenestrar la democracia participativa y protagónica, optando por la "cooptación" que pareciera servir para todo, incluso para que la Dirección Nacional del PSUV ya tenga 9 semanas sin que se reuna para discutir los temas del país.

Si tenemos claro que nuestros enemigos son el capitalismo y el imperialismo, y que en política se debe sumar, nunca restas, y al enemigo neutralizar, todavía se está a tiempo de evitar males mayores, nuestro enemigo no está al lado, está al frente. Un discurso esperanzador, por lo radical que intentó ser, debe ser acompañado de acciones radicales, y estoy seguro que de eso se trata. Mientras tanto, el denominado "Chavismo Rebelde" sigue en la calle, apostando por el legado de Chávez y defendiendo la democracia participativa y protagónica con la vida si es necesario y esperando las necesarias 3 R's en el PSUV y en el GPP, la revolución dentro de la revolución, y el distanciamiento con las "alianzas".

El reconocer a los corruptos de cuello amarillo, y los de cuello rojo rojito, no es más que reconocer que la derecha endógena y la derecha histérica están trabajando juntos, y asumir como una "guerra" la estrategia económica que se aplica para la desestabilización implica no sólo defenderse, sino, asumir la ofensiva con el poder que confiere la legitimidad y el control de las instituciones. A la ofensiva revolucionaria, con el pueblo, o el fracaso será un hecho, pero con el "pueblo protagónico", no con el "pueblo masa" ya que gracias a Chávez la valoración del pueblo ha cambiado. Ya no es una "guerra" para considerar al pueblo "carne de cañón" sino generales de sí mismos, Presidente Nicolás, sume, sume... Estamos a tiempo.