Auditórium

El socialismo: ¿No es el capitalismo de estado?

El poder no corrompe a los hombres. Sin embargo, los idiotas, cuando acceden a una posición de poder, corrompen al poder. George Bernard Shaw…

Me dice un ciudadano que esta convencido de que votar es algo completamente irrelevante. Porque el que llega al gobierno, el resultado para el pueblo será siempre el mismo. Nada va a cambiar. Y, dada las circunstancias actuales del gobierno bolivariano en la toma de decisiones, cuando incrementó la nomina del estado con mas burocratismo parasitario, para enfrentar la “Guerra Económica”, desgraciadamente no queda más remedio que prever un paulatino empeoramiento de la situación actual, ya que todas las decisiones políticas para solventar esta grave crisis económica que esta viviendo Venezuela se basan sobre el mismo dogma estalinista.
Yo, ya no creo en ningún funcionario que permite dejar que la escasez, la inflación, especulación, y el dólar paralelo sigan operando detrás de las cortinas y, para colmo, los mecanismos mentales responden a los mismos criterios: el mismo fundamentalismo, el mismo dogmatismo económico del fracasado capitalismo de estado del siglo XX, y la misma ignorancia supina técnica y política.

Por más que varíen los "relatos" y los discursos que buscan el rebaño de borregos votantes. El hecho es que todo este sistema económico está estructural y orgánicamente enfermo, y los diagnósticos errados de la burocracia gubernamental con aplicar más controles; según expertos en la materia consultados por este cronista, apuntan a la posibilidad cierta de que esta enfermedad económica la van a llevar a un estado terminal. No aprenden del derrumbe del socialismo real en el siglo XX, los medicamentos que le quieren aplicar e este Cáncer económico no cuentan con muchas posibilidades de comenzar a sanar la economía enferma, ya que son los mismos procedimientos del pasado que nos han conducido a este callejón sin salida.

Simplificando mis argumentos, que no es mas que una opinión que puede ser rebatida por los que piensan que estoy equivocado, donde lo esencial de todo esto consiste en lograr controlar la excesiva presencia del Estado en el ámbito económico. Y de establecer de forma mas racional el equilibrio, y la armonía económica y social. El Estado intervendría, para superar cualquier distorsión o desvío que eventualmente pudiese surgir. Para evitar que las grandes empresas puedan hacer valer en forma salvaje sus ventajas competitivas en perjuicio de los más pequeños, y menos poderosos. Es algo que cualquier comerciante con dos dedos de frente puede prever, para así equilibrar el mercado de los grandes, y poderosos contra los más pequeños y vulnerables. Esta filosofía socioeconómica del gobierno bolivariano de no corregirse desembocará inevitablemente en un gran colapso económico a finales de este año 2013.

Lo esencial de todo esto pragmáticamente alejado de todo dogmatismo, consiste en aceptar que los mercados deben ser regulados, al menos hasta cierto punto. Donde el Estado, a través de sus empresas, pueda llegar a desempeñar un papel activo en la economía. Diseñando esquemas impositivos progresivos que presionen sobre las grandes empresas, ampliando el alcance, y el espectro de los beneficios sociales de los trabajadores, y se logren empleos estables y de calidad en lo posible.

Hay que apartarse de ese hedonismo materialista irrestricto, que tergiversa la política hacia una sociedad socialista democrática además de la sobreexplotación de la palabra "revolución", durante este período. Hay que apoyar el crecimiento de la clase media, para que disminuyan las diferencias sociales, donde la miseria extrema sea reducida a márgenes notables.

Estamos consientas de que hay que ponerle límites al hambre de las ganancias, piedra fundamental del capitalismo liberal, para garantizar el normal funcionamiento de la sociedad venezolana, lograr la tan anhelada paz social superando las tensiones, y evitando el desborde del hampa asesina.

Existe una vieja concepción, que dice que la política es la adversaria de la economía. Y que Los Estados son un obstáculo al desarrollo económico, y además es un mal administrador. En este mundo moderno la política debe estar al servicio de la economía porque solo ella, constituye el núcleo central de la vida social alrededor del cual gira todo lo demás. Aquí no se trata de la añeja estupidez de socialdemócrata, reformista o, revisionista etc.

El brazo fuerte del estado tiene que existir para evitar la hegemonía de los grupos económicos, que todo lo subordina a la "rentabilidad especulativa", evitándose el desmantelamiento de las estructuras sociopolíticas, del sistema educativo, la salud pública, y los servicios públicos de infraestructura.

De todos modos mientras no desmantelemos este sistema destructivo de capitalismo de estado, que promueve la ineficiencia estaremos sentados sobre una bomba de tiempo que puede explotar en cualquier momento. Los revolucionarios actuales, con sus excepciones por supuesto, son simples teorizantes de utopías inviables, gerentes de bajo rendimiento dependientes del poder político gubernamental. Y otros son megalómanos que, resultan ser corruptos por añadidura.

Salir de este peo económico, y social no será fácil ni rápido. Aquí se ha destruido la profesionalidad, y los sanos criterios productivos. Se ha recurrido durante este tiempo, a presiones políticas extorsivas, y a idiotizar a enormes masas de venezolanos. Muchos venezolanos se hayan hoy convencidos de que: "el Estado es mal administrador" por el excesivo crecimiento del burocratismo parasitario, por lo mal organizado al invadir esferas de actividad que, no le competen en absoluto, haciendo innecesaria su intervención cuando las actividades socioeconómicas existentes cubrían perfectamente las necesidades de la sociedad, ejemplo de las empresas privadas expropiadas que las pusieron improductivas.

El Estado puede intervenir en la actividad socioeconómica. Lo que no debe es pretender usurpar haciéndose cargo de la vida económica en su totalidad, como ocurrieron variantes del capitalismo de Estado del siglo XX. Hoy políticos-funcionarios ineptos de la revolución bolivariana han insistido en querer dirigir lo que no deben dirigir, o sean ni lavan ni prestan la batea.

Ni el Estado debe apoderarse en su totalidad de la economía, ni los grupos económicos deben dirigir al Estado. Ninguna de las dos alternativas es viable porque crea distorsiones. Porque tienen sus propias contradicciones. La economía privada funciona con la voracidad del lucro; y en el estado es la voraz corrupción con sus rastros de ineficacias. Tanto la ambición por el lucro en lo privado, así lo es la corrupción en el Estado que nacen de la misma bacteria, la codicia.

Como buscarle una solución política a este conflicto venezolano donde el paganini es el pueblo ajeno a la politiquería barata, es partiendo de la concepción del Estado mismo. Se siguen manejando conceptualizaciones del Estado que son anacrónicas; con 180 años aproximados de cronicismo. Hay que entender de una vez por todas que el Estado, como institución, tiene tres funciones básicas: la de armonizar en los conflictos, la planificación y conducción del desarrollo, dentro del marco de la paz social. Arbitrando entre las fuerzas, y tendencias divergentes, y en conflicto.

Ningún país sale adelante por conflictos internos ininterrumpidos; no funciona sin una visión de futuro; sin liderazgos, y sin conducción de ambos lados. Si no entendemos y aceptamos esto, jamás tendremos una sociedad socialista y democrática; y sin un Gobierno serio y eficaz, jamás tendremos un país productivo y bien organizado. Para darle cumplimiento al articulo numero dos de la CRBV que habla de un estado de derecho, y de justicia social, sin paz social, no habrá desarrollo sustentable, ni seguridad, ni estabilidad democrática.

La manipulación de la justicia en contra de la oposición no cambiará la actual situación. Las protestas sin propuestas, o con propuestas inviables, tampoco lo harán.

El Gobierno Nacional Bolivariano, debe estar concentrado en sus reales funciones esenciales, dirigido por personas capaces y verdaderamente comprometidas, solo así lograremos construir una sociedad socialista en este siglo XXI.


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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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