Mensaje urgente pero sin pretensiones al compañero presidente Maduro

Estimado compañero, esta es una de las pocas veces en que escribo unas líneas exentas de malas palabras, no solo por tu investidura, sino porque necesito conservar la esperanza de que tus intenciones en el fondo están identificadas con profundizar este proyecto, con reivindicar a los pobres de este país y honestamente no quiero ensuciar esta intención con groserías; podrá ser una ridiculez, pero es parte de los creo identifica al chavismo y todos los venezolanos en general (incluyendo a opositores sensatos): la buena fe.

Desde hace meses a través del sitio web aporrea se me ha permitido publicar algunas reflexiones sobre lo que a mi criterio está sucediendo en nuestro país, he sido en innumerables ocasiones inclemente opinando sobre algunas decisiones que se han tomado desde el seno del gobierno, así como con el desempeño de algunos funcionarios que te acompañan; ratifico cada una de las palabras escritas en esas humildes reflexiones, porque sin ánimo de ser pedante, los hechos me están dando la razón; y no soy el único que viene alertando sobre los peligros que amenazan no solo tu gobierno que también siento mío, sino a todo el proceso de cambios que se ha venido desarrollando con increíbles sacrificios desde hace 15 años.

Compañero Nicolás, el chavismo se ha caracterizado por aprender de las lecciones de la historia y creo que por eso y porque nuestro proyecto político nos ofrece un camino claro hacia la felicidad de nuestro pueblo, es que a pesar de tantas adversidades aún decimos –o quizá creemos- que conservamos el poder político.

Escribo estas líneas cuando aún las jornadas fascistas no han culminado, justo cuando esta reedición de la descarga caprilista de abril del año pasado, está como dice Walter Martínez “en pleno desarrollo”, pero tengo la certeza de que –por ahora- el gobierno que usted preside saldrá bien librado, sin embargo también percibo que estará mucho más desgastado.

Y eso es lo que me preocupa compañero Nicolás, que esta revolución cada día se corroe más, y parece que no hay ni atisbo de tratar de frenar esa tendencia; apenas el único esfuerzo reciente que en ese sentido recuerdo, es aquella intervención del Comandante Chávez en un consejo de ministros conocido como “EL GOLPE DE TIMÓN”, donde nuestro líder advirtió que el rumbo no es este que estamos llevando, que era urgente rectificar, que no se podía construir la revolución ni el socialismo detrás de un escritorio “full aire acondicionado” y eso compañero Nicolás sin ánimo de ser ofensivo, es lo que está sucediendo con buena parte del funcionariado que integra el gobierno que usted dirige, especialmente los que ocupan las posiciones más elevadas, las de mayor responsabilidad.

Me preocupa sobremanera que los esfuerzos que estás haciendo corran el peligro de diluirse en la cadena interminable de funcionarios que te acompañan y que dan la impresión –por los desaciertos que caracterizan algunos en sus gestiones- que lo menos que les interesa es el bienestar del pueblo.

Intento estar al tanto de los planes, las medidas, los proyectos que casi a diario se anuncian, porque aún los hay, porque como lo dije en alguna de mis reflexiones: nosotros sí tenemos un proyecto político y aún con la difícil situación que existe la revolución tiene muchos logros contundentes que mostrar, pero es la cotidianidad compañero Nicolás, esa que al parecer tú y el gabinete olvidó hace muchísimo tiempo, la que nos está robando no solo la calle, sino el entusiasmo, la esperanza, la fe.

Lo que más me entristece y me indigna en lo personal es que de agravarse esta situación o presentarse en corto plazo (que creo muy posible, sino se rectifica), un escenario de conmoción social y política en Venezuela, (producida probablemente por el agravamiento de la delicada situación económica), quienes estamos dispuestos de corazón a defender esta revolución y a tu gobierno podríamos perder el pellejo para que una dirigencia auto-tildada de “revolucionaria” termine pactando con los Gustavo Cisneros, los Rafael Sarría, los Wilmer Ruperti, los Alejandro Andrade, los Victor Vargas, que no son más que marionetas de los Goldman Sach, los FMI´s, los JP Morgan y todo el poder económico internacional que está detrás de la renta petrolera venezolana y que se camuflan en esta caterva de hipócritas “enfluzaos” o devenidos en nuevas deidades rojas que deslumbran a unos cuantos “lideres” de nuestro lado –o pactan con ellos- y que solo han servido para hacerle el más criminal de los daños a este proceso de cambios: lacerar mortalmente nuestro espíritu revolucionario, y sembrar una duda despiadada en nosotros sobre la lealtad de la creemos “nuestra” dirigencia. Por personajes como ellos no estoy dispuesto a morir compañero presidente.

Es por eso que me animé a escribir hoy en este tono, comencé estas líneas el pasado 14 de Febrero, ví con mucha atención tu intervención del día de ayer (domingo 16), y creo que aún tienes un chance enorme junto a todo el pueblo venezolano para enderezar este entuerto, Estoy consciente de que debes soportar compañero Nicolás, las más terribles presiones de los grupos que al calor del “legado de Chávez” pretenden destruir a la revolución desde dentro, porque el peor enemigo no son ni los leopoldos, ni las maricoris, tampoco los flaquitos, ni mucho menos el nacional o el universal (que también presionan, cómo no); el peor enemigo lo llevamos en nuestra propia sangre y vamos a hacer metástasis si se sigue permitiendo que una banda de traidores disfrazados sigan arriesgando hasta el límite esta hermosa gesta por aquellas treinta monedas malditas.

Compañero Nicolás, no espero que me respondas directamente a este mensaje, pero si confío con mucha esperanza que tomes nota de algunas de las reflexiones que aquí recojo; date una vuelta por la Pastora, pregúntale un día a los empleados administrativos del palacio, a los aseadores, a los muchachos de la guardia de honor cómo ven el país, cómo sienten la revolución; y te darás cuenta de que personas como yo, no escribimos “estupideces” (como creo que tildaste en ocasiones voces críticas a la gestión de quienes te acompañan), por hacer un “ejercicio de popularidad”, sino porque realmente nos duele profundamente que esta Revolución Bolivariana esté en un laberinto casi trágico, y la luz que de ella emana para guiar a todo un continente vaya a apagarse en medio de las indecisiones de atacar a los enemigos del pueblo, recuerda que ellos siempre han sabido cuál es su papel en la historia, no dudes del tuyo nunca compañero Nicolás...….


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Neftalí Reyes


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