En esta pregunta se puede resumir los cuestionamientos frontales de los opositores al gobierno “chavista y revolucionario” del presidente MADURO. Cuando las críticas vienen de opositores furibundos que odian todo lo que le suene a popular y a socialismo la mejor respuesta es el silencio, sin embargo cuando vienen de ciudadanos comunes que se quejan por el estado actual de las cosas que suceden en el país y más aun cuando las interrogantes nos las hace nuestro pueblo chavista es imprescindible darles una respuesta coherente y esperanzadora.
Es común escuchar: nadie quiere invertir en Venezuela, los capitales se están fugando del país, la economía capitalista deja de invertir y la economía socialista no crece, la corrupción se está quedando con los dólares del petróleo, que el pueblo está pasando hambre, este gobierno es represor y asesino, por mencionar las más concientes. Si el chavismo no es capaz de explicar bien el origen de las dificultades que hoy atravesamos, aclarar las medias verdades y mentiras que se están posicionando en la opinión pública, mejorar la distribución de los productos de primera necesidad y poner a andar la economía productiva socialista jamás podremos darle sostenibilidad a nuestro proyecto.
A finales del año pasado con la aprobación de la ley habilitante y el arranque de la “ofensiva económica” el chavismo vivió unos de los mejores momentos desde el punto de vista ideológico en la construcción del socialismo. Por primera vez el pueblo pobre entendía abiertamente y sin dudas que los poseedores del gran capital lo único que les interesa es acumular riquezas y que la convivencia pacifica con los pobres llega hasta que se vean amenazados sus privilegios, de esta manera quedaba en evidencia la esencia de la lucha de clases entre ricos y pobres, los ricos buscando ganancias escandalosas someten a los pobres a la miseria y el hambre y esta vez el gobierno develaba el modus operandi de especular con productos comprados con $ a 6:30 y vendidos en referencia al dólar especulativo hasta 2000% por encima del precio real, del acaparar los productos de primera necesidad y venderlos “por los caminos verdes” con sobreprecio, de producir cada vez menos para alentar al mercado “sucio” y de contrabandearlo hacia países vecinos.
Los ricos saben que al avanzar el socialismo inevitablemente van a ir perdiendo privilegios por ello prepararon todo su arsenal de artimañas para desestabilizar al gobierno de “la gallinita de los huevos de oro” tras la muerte del comandante presidente Chavez y a su vez hacer más riquezas que nunca. Hoy se apresuran en lanzarse en otra aventura a todas luces errada pero que coloca de nuevo la pelea entre “chavistas” y “opositores”, entre izquierda y derecha, entre “dos maneras de hacer política” lo que permite ocultar nuevamente la lucha entre ricos y pobres y deja en el tapete la política en lo meramente reivindicativo. Este es el “gran logro de esta jornada de violencia para la oposición el ocultamiento de la lucha de clases.
Los ricos están apostando con todo a la desestabilización del país para que no triunfe la revolución popular y se restaure el capitalismo, para ello seguirán atacando el $, llevándose sus capitales a exterior, ahuyentando a posibles inversores, paralizando sus negocios, especulando, acaparando, contrabandeando y corrompiendo funcionarios que son un eslabón mas bajo de podredumbre que los mismos ricos conspiradores. Esta clase parásita que se había adueñado de Venezuela estando al servicio del imperio busca a toda costa devolverle la riqueza petrolera a los gringos para seguir gozando de su protección y abrigo
Decirle a nuestros partidarios que esta conspiración va a continuar y que las cosas pueden empeorar es fundamental para que el pueblo tenga las fortalezas para resistir la ofensiva mediática y las carencias de productos básicos, ya lo hicimos con el paro petrolero donde el pueblo resistió una de las situaciones económicas mas difíciles por la que haya atravesado nuestro país. Pero el pueblo resistió porque tenía una esperanza viva y la plena conciencia de que triunfaríamos.
Es por esto que necesitamos urgentemente mantener la esperanza viva por un futuro mejor en un país bajo el control social, sin explotación y con real y equitativa distribución de la riqueza, es urgente retomar la ofensiva contra los especuladores, acaparadores y traficantes de tal manera de poner en su justa dimensión la lucha de clases, pero sobre todo trabajar hoy por mejorar la economía socialista, ya no basta con importar lo que nos falta, es tiempo de dar el salto cualitativo hacia una economía productiva, no la de los “programas sociales” de ventas de carros, teléfonos, zapatos y comidas, sino a la reactivación y creación del nuevo aparato productivo.
Resulta urgente dedicarse a fortalecer la producción así sea apoyándose en empresas capitalistas mientras nos dedicamos de verdad a desarrollar la economía popular, esto no significa claudicar ante el capitalismo ni aceptar el reformismo, implica usar las herramientas que se tienen en el contexto actual para evitar que tenga éxito la ofensiva capitalista de ahogar a los pobres hasta lograr convencerlos de que la patria que nos dejo el comandante supremo vale menos que un rollo de papel higiénico, una margarina, un pote de leche, un aire acondicionado o unos dólares a 6:30.
Para lograr avanzar presidente Maduro, tiene que abrir espacios de dialogo directo con el pueblo, no apuraditos en un gobierno de calle, sino donde pueda recibir grandes aportes, tiene que dedicar el mayor de los esfuerzos en impulsar la economía productiva, tiene que atacar fuertemente la corrupción privada y pública sometiendo al escarnio público a esa “basura humana”, tiene que buscar métodos efectivos para la participación popular contra la guerra económica ya que el gobierno solo no podrá.
El pueblo pobre venezolano está resistiendo esta nueva embestida del fascismo conciente de que lo que ahora tiene es nada para lo que puede llegar a alcanzar con este proyecto revolucionario, es obligación de los que estamos en el gobierno mantener esa fe con hechos, dando pasos concretos y visibles en la construcción del socialismo al mismo tiempo que atendamos a tiempo sus necesidades reales. Pasemos a la ofensiva revolucionaria para construir la paz verdadera, no la que se impone con la violencia, sino la que se logra en un mundo de iguales.
El presente es de lucha, ganaremos esta batalla y resistiremos hasta la victoria definitiva del pueblo trabajador
@noellibre
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