A los símbolos y el lenguaje político cabe verlos como factores históricos decisivos por sí mismos, más que como simple accesorio o reflejo de la “realidad”; no existe orden sociopolítico sin un código de significados que lo revista de legitimidad, genere adhesión y establezca metas comunes. Los símbolos y los discursos articulan identidades al tiempo que aglutinan y movilizan voluntades; son, en definitiva, indispensables como factor de cohesión social. Tanto más notorio resulta esto en momentos de crisis como las revoluciones, que en una de sus dimensiones constituyen quiebres en la trayectoria de los imaginarios imperantes y una confrontación entre sistemas simbólicos rivales, entre formas alternativas de representación del mundo social
Las luchas por las transformaciones sociales no escapan del lenguaje político, y este lenguaje se expresa tanto en el plano cromático (colores), verbal (contenido del discurso, canciones), así como en el plano simbólico; es evidente que el rojo denota identidad de los movimientos comunistas y revolucionarios del mundo, así como la posición internacionalista de la misma. Hasta nuestros días se sigue denominando "rojos" a los seguidores de los partidos de izquierda, aunque algunos de éstos ya hayan desechado sus tendencias revolucionarias.
Haciendo historia, diremos que la República de Florencia, otrora fiel aliada a la Santa Sede, se opuso decididamente al Papa Gregorio XI (1336-1378), responsable del regreso de la sede pontificia de la ciudad francesa de Aviñón hacia Roma. Los florentinos exhibían una roja bandera con la palabra “Libertad” impresa con letras de oro; de esta manera instaban al pueblo a la insurrección contra los legados pontificios.
Para 1768, la bandera roja era portada por los obreros británicos, como símbolo durante la huelga de marinos y para diferenciarse de sus patrones. 1780 fue el año en que 100 mil trabajadores de Londres marcharon a incendiar la prisión de Newgate; el liderato multirracial portó el rojo estandarte al grito de "fuera con todas las prisiones", por ser la clase trabajadora la más frecuentemente encarcelada.
En medio de la Revolución Francesa (1789-1794), la bandera roja se dejaba ver, en 1848 aparecía espontáneamente en las barricadas de París y por toda Europa revolucionaria...
Para 1892, el rojo pendón dirigía las marchas por el Día del Trabajo; el 1ro de mayo era celebrado con la bandera roja en toda Europa, Australia, América del Sur, Cuba y Japón, aunque también forma parte de la tradición socialdemócrata; en 1889 y con el objetivo de ganar a las masas, el recién formado Partido Laborista de Gran Bretaña escribió una canción sobre la bandera roja, que se convirtió en el himno del Partido. Una de las estrofas dice: "La bandera del pueblo es profundamente roja, un manto de nuestros mártires muertos…la sangre de su corazón pintó toda su mano".
Durante la Comuna de París (Primer Estado proletario que tomó el poder de la capital francesa, entre el 18 de Marzo y el 28 de Mayo de 1871) los trabajadores ocuparon la ciudad flameando la bandera roja de la clase trabajadora y como símbolo de emancipación La expresión bandera roja ha sido utilizada también en canciones o marchas conmemorativas de diversos partidos o movimientos socialistas; así se observa en el caso del Partido Comunista Italiano, organización en actual proceso de reconstrucción, cuyo himno se denominaba precisamente Bandera Roja (Bandiera Rossa en italiano): "En pie trabajadores, sus cadenas de esclavitud desaparecerán bajo la bandera escarlata".
Comenzando el siglo XXI, todavía resulta común ver banderas rojas sobreimpresas con los nombres o emblemas de partidos, movimientos, organizaciones o sindicatos; estas son con frecuencia vistas en protestas, manifestaciones y marchas. Del mismo modo, ondear una bandera roja es un eufemismo para la incitación en tauromaquia, y el rojo es el color del desafío tanto como también un símbolo de la sangre de la clase trabajadora.
"La amenaza roja", la "China roja”, en contraposición con la “China nacionalista” o “China libre”, fueron algunas expresiones acuñadas por los países capitalistas, durante la Guerra Fría, teniendo como principal referencia la bandera de la Unión Soviética. También es evidente que la identificación del color con la revolución socialista fue motivada por los propios aludidos. Octubre Rojo, Bandera Roja, Estrella Roja, Ejército Rojo, Guardia Roja, Sol Rojo y en nuestro país Rojo Rojito, el color del PCV, el color del PSUVE.
La combinación del color rojo con el color negro también expresa lucha revolucionaria, básicamente usada por el movimiento anarquista y otros movimientos que expresan el carácter socialista a través de dicha combinación. Las banderas rojas y negras son usadas por diversas organizaciones, no sólo las de orientación anarquista, sino en todo el planeta para expresar su carácter antiimperialista: El Movimiento 26 de Julio en Cuba, el Movimiento Zapatista en México, el ELN en Colombia, el MIR en Venezuela, el MRT en Venezuela, la bandera de Angola en África, el FSLN de Nicaragua,
Pero no sólo el color rojo o la combinación rojinegra representan los movimientos revolucionarios. Hay un conjunto de símbolos que tienen un uso de lucha social y político identificados con la izquierda, el antiimperialismo y el socialismo y de acuerdo con las características de cada región o país: la estrella roja, la hoz y el martillo, la bandera roja, el machete, la metralleta…
En nuestro país, el proceso revolucionario iniciado contra la hegemonía del imperio a partir de finales del siglo XIX, y a lo largo del s. XX dio origen a un conjunto de símbolos, canciones, iconos que fueron invisibilizados por la dominación burguesa y el imperialismo opresor. La estrella roja, el puño izquierdo de la mano izquierda cerrado, el rostro del Che Guevara, el gallo rojo, la hoz y el martillo.
A partir de la campaña y posterior victoria del Cte. Chávez, toda esta simbología se apodero de los espacios políticos, urbanos, comunicacionales, afectivos, generando una nueva cultura urbana, la cultura de los grafiti, las pancartas y los murales. El pueblo de Venezuela la vistió roja, rojita y la imagen de Bolívar, Chávez, Fidel, el Che, Zamora, Alï Primera cubrieron los espacios urbanos a través de una impresionante participación popular. El pueblo impuso el color rojo y los símbolos e íconos revolucionarios al proceso bolivariano.
Pero, el color rojo también ha sido usado por la derecha. Al rojo de la revolución se le contrapone el rojo de la realeza. La tradición podría remitirnos hacia la antigüedad clásica, en donde tal color, que tenía una correspondencia con el fuego, concebido como el más noble entre todos los elementos (es el elemento radiante que, de acuerdo a los Antiguos, indicaría al cielo más elevado, el cual por tal causa fue denominado empíreo), se asoció también al simbolismo triunfal. En el rito romano del triunfo que, en la antigüedad tuvo un carácter más religioso que militar, el imperator vencedor no sólo vestía la púrpura, sino que en su origen se teñía de este mismo color, en el intento por representar a Júpiter, el rey de los dioses; esto en tanto se pensaba que Júpiter hubiese actuado a través de su persona, en modo tal de ser él el verdadero artífice de la victoria y el principio de la gloria humana.
En el mismo catolicismo, los “purpurados'” son los “príncipes de la Iglesia”. Existía el dicho: "haber nacido en la púrpura", con referencia a una cámara del palacio imperial bizantino, en donde se hacía en modo que nacieran los príncipes de la Casa reinante. Entró en el uso de la lengua inglesa la expresión: "he was born in the purple", para significar que una persona había nacido en un ambiente regio o, por lo menos elevadísimo. Y con ejemplos de tal tipo que también aparecen en países no europeos, se podría fácilmente continuar. El hecho que, sucesivamente, la asociación del rojo con la subversión puede haber tenido ciertas relaciones con el Terror, con el esparcimiento de sangre que formaba parte integrante de los pregoneros de la religión jacobina de la humanidad, no le quita para nada su carácter singular de proceso efectivo de inversión: el color de los reyes se convierte en color de la revolución. Fue el brillante ilustrador Haddon Sundlom, quien creó el poster de un Santa Claus ''cocalizado''. Sundlom varió la vestimenta al colocarle un abrigo ''rojo Coca-Cola'', rojo púrpura, para relacionarla con los Obispos, con los “purpurados” y convertirla, ante los consumidores, en una bebida sagrada.
La multinacional Coca-cola ha llegado a convertirse en un símbolo, más que una simple marca de bebida. Mucho más que un refresco, es el exponente de una cultura, es la traducción del modelo impositivo y colonialista cultural que ha venido determinando la tremenda expansión del “american way of life” o 'sistema imperialista neoliberal yanqui' en una traducción subjetiva, más allá de las fronteras de lo cultural o lo étnico. Es bastante significativo que la palabra 'coke' diminutivo de Coca-Cola haya invadido las lenguas hasta colocarse en el segundo lugar entre las palabras más pronunciadas en el planeta (la primera es “ok” para más demostración de la invasión cultural americana). La Coca-Cola se ha convertido en el emblema del imperialismo, ya que representa los procesos de apropiación de las tierras, desplazamiento de los nativos, explotación de mano de obra infantil, contaminación ambiental, desertización, mano de obra esclava, deterioro de la salud, imposición de gobiernos, subcontratación de personal, discriminación racial, persecución ideológica y política, espionaje, compra de políticos, entre otros.
Resultaba una grata sensación, a quienes identificados con el proceso bolivariano revolucionarios, y tenemos que usar los servicios del Aeropuerto Internacional de Maiquetía, y en ese sitio, donde diariamente se libran las contradicciones sociales y económicas, donde se vive dramáticamente la improvisación, la corrupción, el desorden como tácticas cotidianas de la guerra económica, donde se evidencia la disociación psicótica de aquellos que se quejan de la economía pero viajan diariamente en la “comodidad” de los aviones, ver que los símbolos y el color rojo de la revolución ocupaba espacios estratégicos. Percibir los afiches del Comandante Eterno, del Pte. Maduro producía una alegría en el alma ya que evidenciaba un avance en La estrategia comunicacional del proceso revolucionario.
En el Plan de la Patria se explicita perfectamente las acciones que podemos hacer contra el capitalismo neoliberal. En Objetivo Histórico I.- nos dice claramente: Defender los logros de la Revolución Bolivariana, en tanto el Objetivo Histórico V.- nos habla de: Salvar a la humanidad de los efectos destructivos del capitalismo neoliberal.
Hoy vemos con tristeza como de estas vallas y espacios del aeropuerto se han retirado dichos afiches sustituyéndolos por publicidad alusiva a la Coca-Cola. Como el color rojo de la revolución ha devenido en el color rojo purpurino del imperio. Vemos como la Coca-Cola se apodera de un espacio estratégico en este enfrentamiento contra el neoliberalismo y el capitalismo depredador.
No sé si se trata de una estrategia, o de la expresión del reposicionamiento que va teniendo el imperio de los espacios públicos rescatados por el gobierno revolucionario. Pero esta acción contraviene abiertamente contra el Plan de la Patria, convertido ahora en Ley. Y por supuesto contra el pensamiento del Comandante Eterno y los sueños revolucionarios del pueblo de Venezuela.
¿Quién podrá darme alguna explicación que aclare mis dudas, temores y angustias? ¿Será el Ministro de Transporte Aéreo, Terrestre y Fluvial?, ¿El Director del INAIM?, ¿El Comando de la Revolución?, ¿O la propia Coca-Cola?
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