Yo veo a Giordani desde acá y me pregunto si la salida de un hombre como él, quien planificó largamente nuestra economía dejando troneras abiertas para la corrupción, el burocratismo y el sectarismo político, es realmente una pérdida lamentable.
No me refiero a que a Giordani le pagaron los enemigos del pueblo, o que saltó la talanquera, o que era traidor político, sino a ingenuidad, soberbia, imprudencia e impericia.
Hugo Chávez luchó fuerte para consolidar políticamente este proceso, en lo local y en lo internacional (con Nicolás Maduro como canciller por cierto).
Chávez confió la planificación técnica económica a Giordani, o sea, Giordani tuvo responsabilidad en la no simplificación de los procedimientos de la Administración Pública, en que el cambio de moneda a bolívares fuertes sirviera de excusa para precios incontrolados, en que existan empresas de maletín y raspacupos que puedan lograr sus chanchullos con las divisas extranjeras, o en que presuntamente para sacar una nevera por Mi Casa Bien Equipada haya que darle comisión a la muchacha encargada, al que da la clave, al carretillero y a los fleteros que trasladan el producto a la casa.
Es Maduro, quien gracias al trabajo adelantado por Chávez, se sentó a conjurar el problema de los precios, del abastecimiento, de las divisas, de una manera más profunda (hasta el punto de que estamos en guerra económica para tratar de evitarlo por cualquier vía por parte de los y las agentes económicos cuyo único norte es la multiplicación de sus capitales y poder social)... y todo ellos siendo el socialismo bolivariano un modelo que respeta derechos humanos individualizables a la par de lo colectivo (cosa que Giordani podría no entender bien tan ensimismado en la idea de la dictadura del proletariado al estilo del partido Movimiento al Socialismo de los años 70, que no permite comprender un Estado que no sea liberal burgués).
QUIZÁS ESTAMOS FRENTE A UN recontraESTUPENDOgeniálico AUGURIO
