Después de la victoria de octubre de 2012, el Comandante Chávez hizo lo que fuera su último Consejo de Ministros, allí trazó lo que sería denominado para la historia como el “golpe de timón”, anunciando al pueblo venezolano un nuevo ciclo en la Revolución Bolivariana y haciéndole un llamado a la crítica y la autocrítica, a multiplicar la eficiencia, fortalecer el poder comunal y desarrollar el sistema nacional de medios públicos, entre otros temas para la construcción del Socialismo Bolivariano. El tema económico, dominó parte de su intervención, una vez más, el Comandante Infinito empleaba como referente a Jorge Giordani, su libro: “La Transición Venezolana al Socialismo”. Centraba el Comandante, como el punto nodal de los problemas de la Patria: “El problema es económico, no se puede separar lo social de lo económico, siempre pongo el ejemplo del agua, H2O, hidrógeno y oxígeno, lo económico y lo social”. Sin duda, Giordani representó para nuestro Comandante Infinito, un referente en materias claves para la construcción de la nueva sociedad, la economía y la planificación. Con el Comandante Chávez, nuestro pueblo conoció a Giordani, su obra. Y con Chávez, se ganó el reconocimiento popular. A Giordani le dio la tarea de construir las obras literarias de la Revolución, expresadas en el Plan de la Patria y el Plan Nacional Simón Bolívar o Primer Plan Socialista de la Nación y, con ello, el manejo de la Política Económica de la Revolución. Tantas alabanzas del Comandante Infinito, sin duda deben haber subido en mucho el ego del académico Giordani, cuya sencillez y humildad se puede apreciar a simple vista.
En 2010, con motivo de la Rendición de Cuentas ante la Asamblea Nacional, Chávez se fue por la goma: “Prepárense para oír una buena clase. De un maestro bueno. De un hombre noble. De un verdadero Patriota. Ese es Jorge Giordani! Aprovéchenlo!”, no escatimaba esfuerzos para alabar a uno de sus más cercanos colaboradores. Por cierto, importante recordar que después del golpe de Estado de abril de 2002, Giordani saldría del Gabinete económico, algunos medios expresarían entonces:”El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, dio el pasado domingo un paso importante a la hora de propiciar un pacto con el poder financiero local al destituir a Jorge Giordani, hasta ahora ministro de Planificación y líder del equipo económico. Según algunos observadores cercanos al proceso, el cese de Giordani era una de las reivindicaciones de la oposición al presidente. El propio Chávez dio a entender en su programa radiofónico Aló Presidente que los cambios en el equipo económico estaban motivados por la necesidad de encontrar personas con un perfil más adecuado a la actual coyuntura…” (http://www.americaeconomica.com/numeros3/160/noticias/blchavezpacta.htm, 07-05-2002). Por aquellos años, tal parecía que la burguesía no veía con agrado la presencia de Giordani en el Gabinete Revolucionario.
En el tiempo, Giordani volvería al Gabinete y, en 2011, ocurriría un gesto del Comandante Chávez hacia su persona que bien merece recordemos: “Le extiendo el tiempo de servicio de manera ilimitada a Jorge Giordani y a todos los Ministros y Ministras” (Noticias24.com, 07-07-2011), así respondía el Comandante a la campaña de intrigas desatada por el oposicionismo apátrida, tras su partida a la hermana República de Cuba, donde acudió para la extracción de un tumor con células cancerígenas. Difícil desligar a Giordani del Comandante Chávez, cuando éste abordaba los temas de la economía y la construcción del Socialismo, él era su referente en esa materia.
El 08 de diciembre de 2012, quizás fue el día más memorable en la vida de nuestro Comandante Infinito, estando en progreso su enfermedad se vino a su Patria para anunciarle al país importantes decisiones que había asumido en medio de sus dolencias, allí, en Miraflores, estaba Giordani, como vicepresidente del Consejo de Ministros para todo lo que es el área económica financiera. Un sábado, Cadena Nacional de Radio y TV, nueve y media de la noche, todo el país sorprendido al ver a nuestro Presidente y su Consejo de Ministros, las propias palabras del Comandante dejaban un velo de preocupación en su pueblo: “no es mi estilo una cadena nacional un sábado por la noche, pero obligado por las circunstancias me dirijo a ustedes pueblo venezolano, nación venezolana, amigas y amigos todos, compatriotas todos y más allá a los amigos y amigas de otras latitudes”, con tales palabras crecían las expectativas. Entre recuerdos de su vida, la operación a la que fue sometido y su recuperación, el Comandante fue orientando su intervención, resaltando el espíritu de Unidad que debe reinar en el pueblo venezolano y las fuerzas revolucionarias, recordándonos palabras del Padre Libertador Bolívar: “Unámonos o la anarquía nos devorará, sólo la unidad nos falta para completar la obra de nuestra regeneración…” y, con Bolívar, pisó tierra en su objetivo de ese día, prever su sucesión: “Al respecto, porque no quiero alargar mucho estas palabras, ya son casi las diez de la noche, al respecto, como está previsto en la Constitución, allí está todo previsto, una vez que se me autorice salir del país, pues es el vicepresidente, el compañero Nicolás Maduro, un hombre revolucionario a carta cabal, un hombre de una gran experiencia, a pesar de su juventud; de una gran dedicación al trabajo, una gran capacidad para el trabajo, para la conducción de grupos, para manejar las situaciones más difíciles. Lo he visto, lo hemos visto…” concretando su petición al Pueblo venezolano: “si algo ocurriera repito, que me inhabilitara de alguna manera, Nicolás Maduro no sólo en esa situación debe concluir, como manda la Constitución, el período; sino que mi opinión firme, plena como la luna llena, irrevocable, absoluta, total, es que –en ese escenario que obligaría a convocar como manda la Constitución de nuevo a elecciones presidenciales- ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Yo se los pido desde mi corazón. Es uno de los líderes jóvenes de mayor capacidad para continuar, si es que yo no pudiera –Dios sabe lo que hace-, si es que yo no pudiera, continuar con su mano firme, con su mirada, con su corazón de hombre de pueblo, con su don de gente, con su inteligencia, con el reconocimiento internacional que se ha ganado, con su liderazgo, al frente de la Presidencia de la República, dirigiendo junto al pueblo siempre y subordinado a los intereses del pueblo, los destinos de esta Patria”. Por primera vez, nuestro Comandante Infinito en alabanzas a su vicepresidente entonces, designándolo como su sucesor, no se referiría a Giordani como acostumbraba hacerlo cada vez que alardeaba de sus Ministros y Ministras, esa vez, sólo Nicolás copó los elogios de nuestro Comandante.
Y mientras esos acontecimientos ocurrían, el imperialismo de EEUU iniciaba en conjunción con la burguesía parasitaria, su política de caos económico, afectando la paridad cambiaria y, con ello, el valor de los precios de los productos locales, previendo, lo que ya sospechábamos todas y todos los venezolanos, la desaparición física del Comandante Presidente Chávez. Si bien el IPC reflejaba una sensible baja con respecto al año previo, situándose en 20,1%, lo específico es que la inflación de diciembre de ese año se ubicó en 3,5% la más alta desde el 2008 y el índice de escasez reflejó un alza significativa con respecto a noviembre al ubicarse en 16,3%, también el más alto desde diciembre de 2008. Síntomas que no fueron tomados en cuenta por el Gabinete Económico, sino cuando fueron desbordados por el descontento popular. Meses después, el propio Giordani anunciaba al país una nueva devaluación del Bolívar frente al Dólar, al pasar éste de 4,30 a Bs 6,30 por dólar. Justificaba Giordani, esa devaluación, sobre la base de preservar los logros de la Revolución ¿? “mantener esa política obstinada del presidente Chávez por la inclusión social”. El descontento popular sólo era acallado por la gravedad de las noticias que sobre la enfermedad del Presidente Chávez provenían desde la hermana República de Cuba y las manipulaciones mediáticas, engendradas en los laboratorios de guerra psicológica del imperialismo de los EEUU, que daban por muerto al Comandante Chávez.
Si Giordani, explicaba su devaluación aludiendo a las políticas de inclusión social promovidas por el Presidente Chávez, el vicepresidente Nicolás Maduro apuntaba en la dirección correcta señalando los responsables de la aplicación de esa medida: “Hay suficientes elementos de prueba que dicen que hay agentes económicos que son los que lanzan los ataques especulativos contra nuestra moneda, contra nuestro sistema cambiario”, subrayó Maduro, que tildó de “criminales” los ataques debido a que “se meten con un elemento muy importante” de la estabilidad económica del país”. Sería el tiempo el que diría, quién estuvo más acertado en su análisis de las motivaciones que impulsaron a asumir esa devaluación de 2013. Lo cierto fue que, esa política de corrosión del valor de nuestro signo monetario en relación al dólar, el desabastecimiento y la especulación, acentuarían con el paso de los días, el descontento popular. En medio de esa inestabilidad económica, nuestro pueblo sufriría la pérdida de su líder, el Comandante Infinito Hugo Chávez Frías. Con ello, le llegaría la hora al pueblo venezolano de cumplirle a su líder en su petición de darle continuidad a su obra máxima: la Revolución Bolivariana, de la mano de Nicolás Maduro, y el pueblo no le falló, no le traicionó en su solicitud de apoyar a Maduro. Los resultados son por todas y todos conocidos, el estrecho margen de ratificación del liderazgo del Presidente Maduro, dieron pie a la oposición apátrida y al imperialismo para, desde entonces, no reconocer ese liderazgo devenido de la mano de nuestro Comandante Chávez.
Las políticas de caos económico, tan iguales o peores, que las aplicadas en la Chile de Allende, implementadas por el imperio de los EEUU y sus agentes de la burguesía parasitaria contra nuestro pueblo y su gobierno legítimo; estando Giordani al frente del gabinete económico, no recibieron respuestas acertadas que las paralizaran, todo lo contrario, se fueron propagando en el tiempo, produciendo daños letales a nuestro aparato económico y propiciando mucho descontento popular. De allí, la resolución del Presidente Maduro de desplazar a Giordani del liderazgo económico de su Gobierno, reemplazándolo por Rafael Ramírez. Y así, como no pudo contrarrestar con la suficiente fuerza las políticas de la contrarrevolución económica, Giordani hoy no puede mostrarnos resultados positivos de cuánto se ha avanzado en la transformación del modo de producción Socialista, pues, como bien señala el ex ministro de industrias Básicas y Minería, Víctor Álvarez: “A través de las expropiaciones de Conferry, Cantv, Sidor, Electricidad de Caracas, la Cadena de Supermercados Éxitos, entre otras, se cree que el Estado está socializando todas las industrias y no existe espacio para el sector privado, sin embargo al revisar las cifras del Banco Central de Venezuela, los datos oficiales revelan que, lejos de disminuir, el peso del sector privado en el Producto Interno Bruto (PIB) más bien ha aumentado. Su participación sigue siendo mayoritaria y ello, define la naturaleza capitalista del actual modelo productivo”, dice el investigador, al tiempo que al cierre de 2011, el sector privado aportaba 70,9%, el público 29,1%, “a pesar de toda la política de nacionalizaciones” y la economía social sólo 1,6%”.
En resumidas cuentas, si algo ha logrado Giordani es reforzar con sus recomendaciones y teorías económicas para la transición, el rebrote de un capitalismo de Estado con sensibilidad social, valga decir, todo lo contrario a lo prometido por el Comandante Chávez y, posteriormente, el Presidente Maduro al pueblo venezolano. He allí la razón fundamental del por qué la historia no lo absolverá, aunque testimonie lo contrario…