Leo la defensa de Jorge Giordani por parte de Héctor Navarro (http://www.aporrea.org/
Noto el afán de tales personeros/as por ocultar que los errores que pudieron cometerse tienen que ver con ellos/as, inseparablemente en sus cargos claves que ocuparon estos quince años.
¿Será verdad que en un año Nicolás Maduro descompuso todo lo que estaba "perfecto"?
Pillo cuán incapaces son de comprender esta época en Venezuela. Son de izquierda, pero de otra izquierda pro-comunista y sobre todo pro-aburguesada.
Es formidable que se deslinden. Las mayorías populares probablemente alcanzarán 10 millones de votos sumando gente que sin ser oligarca se sintió discriminada y timada por el sectarismo de estos ciudadanos/as.
¿Que si es verdad tal o cuál punto? Pues lo que está fuera de contexto, por más que sea cierto NO LO ES.
Surgen en mí recuerdos: Este es el mismo pequeño grupo dentro de aquel Movimiento al Socialismo (MAS) de los '70s, cuyos egos academiqueros y asco hacia el pueblo alejó a la izquierda de la presidencia de la República y de la mayoría de los curules parlamentarios.
Qué difícil les es tragar a Nicolás Maduro Moros. En su lecho de muerte El Comandante-Presidente lo llamó a él -tras prepararlo para el reto- por su mayor lealtad, desprendimiento y empuje para continuar su obra. A ellos/as mucha cortesía y poco caso.
La línea de Chávez es clara. ¿Cuál es la parte que no se entiende?
¿Por qué será que Chávez preparó a un chofer de metrobús para sucederlo en lugar de descansar e intentar salvarse de su enfermedad teniendo alrededor gente tan recontra-postdoctorada? ¿Qué cosas, no?
¿De cuál manipulación informativa en su contra hablan aquéllos fundamentalistas políticos/as que atornillaron a sus íntimos/as político-partidistas en medios de comunicación del Estado y jamás permitieron a nadie que no fuera de su grupo exponer alguna queja o denuncia en contra de ellos/as?
Chávez pudo enterarse de muchas cosas porque hacía presencia por doquier en un trabajo incansable. De lo contrario, estaríamos peor hoy. Maduro sigue los pasos de Chávez.
El capitalismo salvaje ve con beneplácito a aquéllos/as que siendo rojos/as, hablan igual que amarillos/as, blancos/as y verdes de siete estrellas, justo en el momento en que éstos/as últimos/as intentan acabar con la V República.
Hay dos canciones que quisiera recordar con quienes me leen:
Una de Atahualpa Yupanqui: "Preguntitas para Dios", entre cuyos versos dice "Que Dios vela por nosotros/as, tal vez sí o tal vez no, pero es seguro que almuerza en la casa del patrón" (sustituyan ustedes el nombre de Dios por alguno de los/as aludidos/as que termina sin querer queriendo haciéndole el juego al golpismo y me entenderán mejor).
Otra de Víctor Jara: "Ni chicha ni limonada" ("La fiesta ya ha comenzado y la cosa está que arde, usted que era el más quedado se quiere adueñar del baile").