Nada en el PSUV es sorpresa, nada nuevo bajo el sol discursos con lugares comunes y un “congreso” que solo sirvió para perder independencia, entregar autonomía y dar una “habilitante” al Presidente de la Republica ahora Presidente del Partido y un Vicepresidente que de una u otra manera funcionan como dientes de un mismo engranaje.
El cooptador soy yo. Parece un abundar en aquel «L'État, c'est moi» y por ahí no salió ningún republicano y la revolución o el proceso quedo estampado y entrampado entre Diosdado y Maduro la cooptación es mala y dañina si la hacen otros pero si la administra el Señor Presidente, la fórmula es maravillosa. Ni un discurso de antología el congreso se convirtió en una emisión especial de “con el mazo dando”.
Lo cierto es que de los acuerdos cupulares claro está por lo menos los que aparecen en EL CORREO DEL ORINOCO y esto es para evitar suspicacias de que la nota fue mal intencionada me parecen un relajante muscular después de la vapuleada que dio la abstención de las bases a participar en la elección de los delegados al III Congreso, el cual solo quedo en abrazos de bienvenida y abrazos de despedida y claro las fotos con la dirigencia que solo se dirigen o digieren estas frases u oraciones son de antología y deberían aparecer en algún texto de frases celebres “estas decisiones son aterrizajes necesarios para empujar y acelerar los procesos que surgen a partir de este Congreso”. http://www.correodelorinoco.
Nadie esperaría mas y solo los muy crédulos, de esos y esas que podrían practicar actos de fe o se podrían creer que algo interesante además de las decisiones ya conocidas de antemano sabíamos que el congresillo perdón el III Congreso serviría para ratificar el ejercicio del poder de los que ya lo ejercen y que ratifica que el PSUV es una maquinaria electoral y que funciona como tal o por lo menos hasta ahora ha funcionado, pero no vemos hasta ahora una sola carga de política o que profundicé en la política. Solo Ratifica, atornilla, nombra, designa, crea, procede o convoca. Pero alguno o alguna conoce algo que inflame el espíritu, que dé respuestas a las necesidades de la república, que convoque al pueblo a ser partícipe de algo, nada tan lejano como un partido por el cual su militancia voto de manera masiva o por lo menos numerosa, mayoritaria por sus delegados.
El partido se convierte así en un relajante mental y emocional de la nación, todo ya estaba cocinado y ni una pizca de sal se le agrego a la receta que ya todos y todas comentaban días antes inclusive semanas Maduro es el presidente del partido y Cabello el segundo a bordo. La democracia participativa y protagonica puede esperar y aunque sea constitucional seguirá en el congelador.
Los días pasan y nosotros con el ya vendrán días mejores donde alguien sin charreteras hable en voz alta y claro no solo levante la mano para ratificar lo que ya los propietarios de la palabra decidieron en silencio.
Escuche hace unas semanas a uno de estos nuevos “jefes” de misión “ estamos abiertos al debate aunque ya todo está decidido” algo así como el refrán popular “tienes razón pero vas preso”…
