En esta hora importante para la patria, donde los esfuerzos por mejorar la gestión del gobierno y su imbricación con el poder popular están en marcha, un sector que dice ser chavista está haciendo todo lo posible por entrabar la conciencia general, generando matriz de opinión contraria al presidente Obrero Nicolás Maduro, por una parte insultan al pueblo chavista calificándolo de seguidores ciegos sin ninguna pizca de critica y por la otra tratan de convertirse en adalides de un chavismo anticapitalista, es decir ellos tienen la razón y todos los demás estamos completamente equivocados.
Mientras el gobierno se enfrenta a una prueba secular en contra del país y la economía, en la lucha contra el contrabando y las mafias que lo incitan y practican, otros que ya califico de la acera de enfrente, con sus egos bien altos y predeterminados por la providencia como salvadores del socialismo venezolano, solo lo que hacen es, atacar y atacar, ensombrecer, piedras en el camino en cada uno de sus escritos y lo peor de todo que se han llevado tras de si a camaradas que con buena fe unos y otros no tanto, se atascan en la historia y recogen banderas en desuso en esta hora trascendente.
Tenía algunos días pensando profundamente si salir al paso o esperar que cogiera mas vuelo la cada vez mayor distancia que representan quienes dicen ser chavistas puros , instándome a que mi decisión definitiva obedece a algunos mensajes y tweet recibidos cuando tuve que leer el nombre del remitente a ver si era verdad que no se trataba de simples opositores, mi tristeza bajo sus argumentos me producía nostalgia sobre lo que significó el aluvión del chavismo en la primera elección presidencial del presidente eterno.
Camaradas de viaje en lo que se ha llamado el proceso bolivariano y que hasta la fecha de la desaparición física del comandante supremo tenían una postura cónsona con la revolución. Es precisamente cuando asume el compañero Nicolás Maduro que comienza el deslinde propio de aquellos que asumen la revolución como un hecho realizado a cuestas de lo que sea, apenas a dos meses de asumido el poder comenzaron a exigir medidas anticapitalistas profundas y me pregunté porque a Chávez no se lo hicieron y ahora si.
En los mensajes recibidos observé no solo el lenguaje sino los argumentos sin propuestas, pero lo digo con algo de sentimiento, cuando leí lo del “pasito tun tun”, se me subió la arrechera a la cabeza y me dije, pero que quiere este, que las acciones del gobierno deben hacerse al ritmo de la canción sin contar la letra o sencillamente el soplar y hacer botellas no está en la agenda de gobierno alguno, sobremanera cuando las condiciones reales y objetivas distan mucho de lo que piensan debe hacerse en forma inmediata, señores sin pueblo no hay revolución y no hay revolución si algunos que se autocalifican andan por allí colocando cuanta piedra consiguen en sus atiborradas y ensenaticas mentes del pasado y lo rememoro trasnochados aunque no les guste.
En fin detrás de todo esta maraña política, no queda otra que calificar el asunto como una clara tendencia o mejor dicho “corriente” divisionista en el seno del chavismo, por declarar corriente en el seno del PSUV por ejemplo cuando una mayoría aplastante aprobó lo que aprobó, mi pregunta cuantos delegados electos por las bases conforman o pertenecen a este grupo.
Por último, quisiera decir que esto no lo escribo con satisfacción ni alegría, por el contrario, la descarga por hacerlo es un llamado a la conciencia de quienes creemos que el gobierno hay que defenderlo de verdad, no luego de soltar de todo y al final vociferar, pero seguimos apoyando al presidente. Maduro.