Ayer nada más, le reclamábamos a los líderes de la MUD su insistencia de creer que 65 diputados era igual a la mayoría de diputados que había sacado el PSUV. Hemos estado combatiendo la idea de la MUD de poner andar una tesis de “empate técnico” en las confrontaciones electorales que hemos tenido y en la mayoría de esas confrontaciones, las diferencias han sido holgadas a favor del proyecto. Esta supuesta igualdad se dejaba pasar como matriz, intentando hacerle ver a los venezolanos y venezolanas, que somos mitades perfectas: Empate técnico.
Pensaba igualmente, que los únicos que tenía la manía de sacarle el trasero al pasado era los escuálidos, especialmente los dirigentes de la MUD. Ellos son de la idea que el pasado o lo pasado carece de sentido y esa máxima mantiene a Ledezma como una de las patas de las 2 mesas de la unidad.
No pasaba por mi mente, que esta especie de amnesia pudiera pasarnos a los que estamos de este lado.
Ahora creemos, y esto incluye a Eleazar Díaz Rangel, que lo plasmó en un artículo este jueves en Últimas Noticias, que con seis nuevas caras en el gabinete de gobierno y los demás continúan iguales, no es un vulgar enroque o dejar las cosas tal y como estaban. Hay un cambio, porque ahora la matemática y la simple regla de tres, dejo de ser lo que era.
Resulta ahora, que tal y como no los reclama la oposición; la matemática es relativa. En este caso y prestando la atención a la versión de importantes voceros del PSUV y analistas afines; 21% es la otra o más da la mita de 89%. De los 28 ministros que colocaron sus respectivas renuncias, hay seis nuevos y no hay enroque, o retoque, pero si hay un cambio.
Aplicando una simple regla de 3 que aprendí en la escuela de Caripito, 6 nuevas caras, respecto a 28 que tenía el Gabinete de Maduro es; si aprendí bien esa regla de 3, más o menos el 21%. 22 que fueron movidos a otros ministerios o fueron ratificados en sus cargos, es más o menos el 89%, pero como las matemáticas son relativas desde que la MUD impuso su tesis, se concluye que hubo de verdad un sacudón ministerial, seguido de un sacudón propositivo.
Lo célebre, no es esto de darle un sentido de relatividad a la matemáticas o de creer que los datos son para acomodarlos a nuestro querer y capricho. Lo más increíble de todo esto, es que se no olvido, frente al anuncio de maduro, el poco revoluciones que se nos anunciaron anteriormente y que hoy, se nos anuncia cinco, sin haber hecho una de las anteriores.
Ayer nada más, propusimos siete lunes que son hoy, como las cinco revoluciones que anunció Maduro en el sacudón. Recordemos; en el Proyecto Nacional Simón Bolívar (PNSB) se tienen: 1) Nueva Ética, 2) Suprema Felicidad, 3) Democracia Protagónica Revolucionaria, 4) Modelo Productivo Socialista, 5) Nueva geopolítica Nacional, 6) Venezuela: Potencia Mundial y VII Nueva Geopolítica Internacional.
Hoy en vez de siete, nos propone cinco revoluciones, pero si le busca el sentido a las que nos proponen, diríamos que es el mismo negro con otro cachimbo. Hoy como ayer, vuelven a proponernos una revolución económica productiva y qué pasó con la anterior. Se nos dice hoy de la revolución del conocimiento, que reúne algunos de los objetivos de las líneas del PNSB y también se nos propone hoy la misiones socialistas, que es más o menos la revolución de la Suprema felicidad del PNSB mezclada con la líneas de Democracia Protagónica.
Navegamos aparentemente hacia el socialismo del Siglo XXI, pero la nave en el mismo punto. Estas cinco nuevas revoluciones, si forzamos un poco el entendimiento, puedan que nos lleven a las cincos líneas estratégicas que también fue una propuestas muy reciente. No es, creo yo, que lo esencial es producir un nuevo documento bien bonito, pensado que el documento o la propuesta, automática cambie la situación. El asunto no es de documento, es más bien de dirección política y ahí no hubo nada. El sacudón no paso por ahí.