En verdad que lo único que me queda por decir con respecto Soledad Bravo es coño soledad la cagaste….
Y es que yo quería a Soledad, la amaba, cuantas veces me senté en el piso del Aula Magna de la UCV a oírla cantar y volar con su voz por los caminos de la libertad y el sueño de una revolución del pueblo, esperanza de una mejor vida para mi país y América toda.
Tuve la dicha de un día poder conversar contigo en una reunión de aquellos años, cuando jóvenes, soñadores y revolucionarios transitábamos los pasillos de nuestra querida UCV. Y tu apasionada, de hablar con corazón en la mano y sobre todo claro. Y fue hasta el amanecer con cigarro y ron que hablamos, que compartimos ideas, que juntos deseábamos un mejor mañana para nuestro país. Tu Soledad en verdad marcaste dejaste huella en mi vida, quedaste en mi recuerdo siempre como una mujer arrecha, imagen y símbolo de aquella época. Fíjate que me acuerdo de una frase tuya muy claramente como si fuero hoy que te oí decir;
Nosotros el pueblo de verdadero y joven, debemos desplazar a la oligarquía clasista dominante de este país, para conformar un gobierno revolucionario que trabaje para el pueblo desde la izquierda que es el único camino posible para los pueblos del mundo.
Y después de todos estos años verte por TV, que dolor, que pena y que madre arrechera, tu leyendo ese sarta de estupideces, una tras otra, una basura más grande que la otra. Eso que fue escrito por la derecha más reaccionaria más radical y la cual hundió a este pueblo, coño Soledad y vienes TU a leer la vaina esa bazofia, con esa cara de odio, con esa cara de frustración. En que te convirtió la vida, que te paso chica, quien de enveneno de esa forma, es que no queda nada en ti de pueblo, de gente de Venezolana. Coño a donde fueron a parar tus recuerdos o es que olvidaste todo, te quedaste en blanco. O será que te pego la misma enfermedad de Pompeyo y Teodoro, aquella queda por el billete del tío Sam, si aquella en la cual un buen día empiezas a pensar con el bolsillo y no con la cabeza.
No te das cuenta que estas apartada del país. Que has quedado a pie en la vía mientras este hermoso tren revolucionarios libera a Venezuela. Vives en esos recintos apartes del país, dominados por ese grupito enfermo del corazon y el alma llamado oposición Venezolana. Dígame Ud, señora Bravo, en su mediana logiaca Ud, cree que esas cuatro mil firmas pendejas pueden decidir y hablar por 26 millones de Venezolanos que habitamos esta tierra de Díos. Ud, cree que esos cuetro bolsas jala bolas del imperio, tienen futuro en esta tierra hoy sembrada de revolución por los cuatro costados.
Quien te lleno la cabeza de tanta paja loca que te llevo a leer esa vaina loca, pero te detuviste por un momento a leer quienes firmaron ese papelucho que leíste. Si tú te identificas con esa gente estas como dicen los chamos BURDA DE MAL y entonces que coño paso con la revolución de tu juventud y el pueblo donde están. Ósea que toda aquello vivido en tu juventud fue una pose, una imagen y una pendejada, que en el corazón no tenías nada de nada, solo eso puede explicar eso que hiciste en el Ateneo, entonces todos aquellos años fueron engaño y engaño.
En verdad que no te reconocí, no atine a que fueras tu, no creí en el letrerito de globoterror que decía la cantautora Soledad Bravo, verga con esa cara de arrechera y frustración escuálida, escupiendo ferozmente palabra tras palabra, leyendo con la vista en el papel repitiendo como servidora del imperio, sin levantar la vista de la vergüenza ante tu pueblo. Da pena pensar en esa boca de trovadora y enamoradora de rebeldes hoy se ha convertido en una cloaca de odio y miseria humana, una cachita de la oligarquia.
Para mi la Soledad Bravo que conocí y quise murió en los caminos de América, buscando libertad falleció con un canto a la revolución en la boca. Ud, Sra Bravo no es aquella muchacha, Ud, la única soledad que tiene es la de su vida, pobre de Ud, que se pierde a este pueblo noble y justo que con la revolución en el corazón y por el camino de la libertad y sobre todo con la guía del comandante Chávez buscamos una mejor Venezuela.
Y como decía una canción tuya detrás de una mejer feliz hay un hombre margado, Venezuela es la mujer feliz y tu una amargada.
Ha para que te enteres y lo se de buena fuente, todas esas panitas nuevas de la societe, cuando tu no estas te dicen la gorda guedión, que me entere de buena fuente.