23 años después de aquella rebelión militar, que marcó un antes y un después en la historia política de nuestro país, el POR AHORA lleno de firmeza y entereza de Hugo Chávez, sigue siendo una puerta a la esperanza, sembrada en los corazones de todos los venezolanos que hemos decido jugarnos el todo por el todo, por la libertad y soberanía plena de Venezuela. Como olvidar ese día, cuando muchos de nosotros rebosados de juventud y de sueños, entendimos que a partir de ese momento Venezuela no sería la misma, 30 segundos fueron suficientes, para que el autor de aquella asonada militar nos cautivará y juráramos seguirle en la lucha que por nosotros terminaba de emprender, sabíamos que habiendo tenido el valor y osadía de asumir la responsabilidad de sus actos frente a un país sin importarle su suerte, pero siempre pensando en el bien común, no sería capaz de traicionarnos nunca y así fue, el comandante Hugo Chávez fue vilipendiado por sus adversarios de todo cuanto su invención pudo darles, pero jamás fue acusado de traicionar a su pueblo, mantuvo firme su compromiso sin evadir una sola de sus responsabilidades.
Recuerdo con mucha alegría y a la vez con nostalgia, que sentí en aquel POR AHORA que nada había concluido, muy por el contrario que faltaba mucho por hacer y planificar, eso lo entendimos aquellos de corazón revolucionario que a pesar de nuestra corta edad, amasábamos la esperanza de un cambio y que sabíamos que estábamos allí dispuestos a dar la batalla, sin tenerle miedo al oponente. Que el pueblo estaba sediento de justicia y de igualdad y que sólo confrontando el problema llegaríamos a las soluciones, pero nos faltaba el líder, el guía, un líder que no estuviera hecho de dinero sino de pueblo, uno que no ambicionara el poder, sino que cediera el poder, uno que no dijera yo sino nosotros, y allí estaba él, un desconocido hasta ese momento, dando la cara tal vez la única que vez que dijo Yo asumiendo las consecuencias de lo que pudiera venir, hoy estamos seguros que muchos opositores del momento especialmente Marcel Granier, se habrán arrepentido de haberle cedido las cámaras por esos escasos segundos, porque en un instante cambio la historia, en solo un minuto se inmortalizó
Para nosotros pueblo revolucionario el Por Ahora de Hugo Chávez, fue la espada desenvainada que jamás volveremos a envainar, porque está lucha apenas comienza y por la memoria del precursor de esta lucha que no descansaremos hasta ganarla.
Hoy más que nunca Hugo Chávez vive