Alquimia Política

Lo complejo desde el paradigma de la sostenibilidad (y 2)

En acepción de Fritjof Capra (El punto crucial. Argentina, Editorial Troquel. 1992), la visión de sistemas, la economía es un sistema viviente compuesto de seres humanos y de organizaciones sociales que establecen una interacción continua entre ellos y los ecosistemas circundantes de los que depende nuestra vida. En tal sentido, un ecosistema comprende elementos como plantas, animales y microorganismos entrelazados y organizados que intercambian energía y fluidos en un ciclo continuo. En estos ecosistemas, plantea Capra, pocas veces existen relaciones lineales de causa y efecto, y los modelos lineales no resultan muy útiles para describir la interdependencia funcional de los sistemas sociales y económicos insertos en ellos y de sus tecnologías.

La fase de transición, expone Capra, se encuentra hoy ya encaminada, y no simplemente en términos de nuevas tecnologías, sino, en sentido más amplio, en términos de una profunda transformación de toda nuestra sociedad y cultura. El paso del paradigma mecanicista al paradigma ecológico no es algo que haya de suceder en un futuro indefinido, sino algo que está ocurriendo hoy mismo en nuestras ciencias, en nuestras actitudes y valores individuales y colectivos y en nuestros modelos de organización social. Cuando se plantea, por ejemplo, que un ecosistema con criaturas capaces de interconectarse y se le construye una zona industrial que, añade entradas al sistema y emite contaminación, se demuestra la capacidad del ecosistema de adaptarse. Sin embargo, al ampliar esa zona industrial, la entrada adicional al sistema generará una tensión al sistema, un punto de inflexión y una fase de transición. Se hace énfasis en los sistemas complejos que, pueden exhibir mucha robustez y mucha fragilidad donde algunos eventos a pequeña escala pueden tener un gran efecto sistémico. Los sistemas complejos tienen un sentido no lineal donde causa y efecto no son ya directamente relacionados. En este aspecto, los sistemas adaptativos complejos, según planteaSherman Farhad (en su Ponencia Los Sistemas Socio-Ecológicos: Una Aproximación Conceptual y Metodológica, 2012), poseen una naturaleza evolutiva, lo que ha sido estudiado por Holling, a través del concepto de panarquía, que se explica como la estructura jerárquica en la que los sistemas ecológicos complejos siguen unos interminables ciclos adaptativos de crecimiento, acumulación, reestructuración y renovación.

A todas estas, hay cuatro (04) fases en los ciclos adaptativos: dos fases consideradas lentas: Explotación nueva organización social del sistema y Conservación mantenimiento y proliferación del sistema; y dos fases rápidas: Liberación (omega) revolución del sistema y Reorganización (alfa) cambio de régimen a un nuevo paradigma.Según, Arturo Calvente (en su Ponencia Ciclo de Renovación Adaptativa,2007), después de detalladas investigaciones sobre el comportamiento de diferentes sistemas socio ecológicos, Holling, ya mencionado, observó que los ecosistemas fluyen a través de ciclos irregulares de organización, crecimiento, colapso y renovación. Así ejemplifica que un bosque atraviesa las fases de crecimiento y madurez, seguido de perturbaciones e inestabilidades (como el fuego) que libera los nutrientes para continuar el camino de un nuevo ciclo de crecimiento. Ahora bien, cuando se exponen las fases de los ciclos adaptativos, destaca Arturo Calvente,se establece que el comportamiento multiescalar (las interacciones recíprocas entre diferentes escalas) está contemplado en el concepto de panarquía desarrollado por Holling y Gunderson para el Resilience Project que complementa y amplia las dinámicas del ciclo adaptativo especialmente en aquellos sistemas socio-ecológicos donde la interacción y el desarrollo de la sociedad con su entorno es lo más importante. Este ciclo se compone de 4 etapas: explotación, conservación, liberación y reorganización, ordenados en un eje tridimensional (tres variables): potencial disponible, nivel de conectividad y la tercera dimensión que es la resiliencia.

En una palabra, de las nuevas formas de organización del planeta y sus recursos, en el marco del modelo de globalización, se ha impuesto una visión sustentable que adquiere un compromiso y responsabilidad por parte de la mano del hombre. Esta tendencia trata de quebrar espacios de resistencias culturales y políticas, pero ha generado una corriente contra hegemónica que está creando nuevas formas de acción política a través de los movimientos sociales y populares. Los sistemas educativos, son un escenario posible de crítica que permite el cuestionamiento de modelos sociales hegemónicos y enfoques ecosistémicos de gestión de agua que puede dar a conocer otras alternativas. La perspectiva crítica cifra su fuerza en la convergencia de los movimientos educativo, cultural, ambiental, socio-político e histórico, permitiendo que esas expresiones culturales e ideológicas entren en su territorio.

En un contexto agudo, lacomplejidad es cada vez más urgente que los trabajadores de la cultura ambiental, faciliten un trabajo crítico que permita el análisis y dé herramientas de comprensión y acción sobre la realidad que se está viviendo en relación a los recursos hídricos del planeta. Parte de esta responsabilidad tiene una creciente interrelación entre las diversas estructuras de la economía mundial en sus diferentes ámbitos y sectores. En especial, la economía financiera y comercial, a través de los flujos de capital y tránsito de productos. Estos fenómenos se desarrollan en un clima de condicionamiento y jerarquización de unas estructuras, ligadas al capital especulativo, sobre otras, relacionadas con el productivo. Es así como lamentablemente las políticas de Estado aun cuando están bien establecidas, no siempre tienden a ser justas, pues existen errores al momento de tomar en cuenta la extensión territorial para la conformación de urbanismos y sus cuencas hidrográficas. Esto se debe a una serie de acciones, de las cuales mencionaremos las siguientes: Una crisis cultural, producto de una profunda falta de valores y el cuestionamiento de identidad propia de cada pueblo o nación, que no intensificaron el rescate y conservación de los recursos hídricos que fueron distribuidos para satisfacer las necesidades de cada región, que cuestiona el consenso en el que se basa el orden social.Es por ello, que existe una creciente necesidad de lograr, en el caso del líquido vital para la vida, el equilibrio hidrológico que asegure el abasto suficiente de agua a la población, y así se logrará armonizando la disponibilidad natural con las extracciones del recurso mediante el uso eficiente del agua.

Ahora bien, la provisión de agua dulce está disminuyendo a nivel mundial. Una persona de cada cinco ya no tiene acceso al agua potable. Casi una de cada tres no dispone de medios de saneamiento adecuados, y el agua de los mares y océanos cada día están más contaminados, algunos científicos han llegado a la conclusión de que es más fácil quitarle la sal al agua que los grados de contaminación existente en ella.En términos generales el agua potable se terminará y el ser también. Si no se toma conciencia y se intensifican los esfuerzos por la conservación de los recursos hídricos, pronto estaremos al frente de (una guerra por agua) y la culpa recaerá con más fuerza en los entes gubernamentales que no ven sino sus intereses y predican ser los promotores del ambiente y soslayan su responsabilidad.

En concordancia con los planteamientos señalados, surgen importantes documentos. Uno de ellos fue la conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y Desarrollo, llamada también Cumbre de la Tierra (1992), la cual significó un reconocimiento a la crisis actual, donde quedo en evidencia el agotamiento de un estilo de desarrollo que tiene como saldo grandes adelantos a consecuencia de pobreza y deterioro ambiental. Estos acuerdos se establecieron en el convenio Marco de las Naciones Unidas sobre cambio climático; Declaración de Principios de Rio; convenio sobre biodiversidad. Paralelamente, se aprobó la Agenda 21, un programa de acción para orientar la transición hacia un estado de desarrollo sustentable.Dadas las consideraciones anteriores, puede expresarse la serie de documentos consagrados hacia esferas de máxima importancia como es el estado de equilibrio que debe tener el ser humano para con la naturaleza, de este modo, los convenios ratificados por diversos países del mundo claman por mejorar las condiciones de vida de las sociedades, alertando sobre las consecuencias negativas si no se amplían los horizontes de preservar todos los sistemas naturales de la tierra.

A todas estas, en consecuencia, recordando lo expresado por Marco Febres en el 2002 (en su Conferencia Políticas de Educación Ambiental y Formación de Capacidades para el Desarrollo Sustentable, los convenios legalmente constituidos revelan una aportación sustantiva para la educación ambiental, reconociendo las formas sustentables de actuar los seres humanos, así como evitar mayor degradación del ambiente. De esta forma, cada acción donde confluya la educación ambiental enfocada globalmente va a estar soportada hacia escenarios de la sustentabilidad ambiental.Debemos suponer, por tanto, una continuidad en el tiempo que asegura la supervivencia de la conciencia comunitaria, que fomenta unas determinadas formas de identificación posible de interpretación de la realidad; de su acción social que, adquiere poder en la medida que gana la reflexión de la sustentabilidad y se organiza; un sentimiento de pertenencia forjada en la acción colectiva; una escasa formalización de roles, sin carnés ni afiliaciones, que superen los comportamientos jerarquizados. El poder de la ciudadanía debe ser activo, convirtiéndose en un elemento que puede influir en las políticas estructurales y cotidianas. Una flexibilidad organizativa, carente de rigidez y una orientación hacia la transformación social, la preservación del Planeta y por ende la conservación de la vida y sus recursos hídricos.



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Ramón Eduardo Azocar Añez

Doctor en Ciencias de la Educación/Politólogo/ Planificador. Docente Universitario, Conferencista y Asesor en Políticas Públicas y Planificación (Consejo Legislativo del Estado Portuguesa, Alcaldías de Guanare, Ospino y San Genaro de Boconoito).

 azocarramon1968@gmail.com

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