En las sociedades humanas, todo está sujeto a cambio y transformación. Es la dialéctica de la vida. En revolución esto es una regla. Insistentemente pregonamos que hay que destruir al viejo estado burgués y crear un estamento para la nueva gobernabilidad. El comandante Chávez a cada momento nos recordaba esta impostergable misión. En el Estado Monagas nuestra gobernadora Yelitze Santaella es una convencida que ese es el camino correcto y revolucionario. En tal sentido desde hace dos años hemos venido trabajando, explorando y reflexionando sobre como desmontar la vieja estructura burocrática y parasitaria que heredamos de la carcomida cuarta república. Se ha venido trabajando en dos vertientes: la administrativa, que busca una nueva arquitectura organizativa a fin de aplanar, dinamizar y viabilizar de manera más óptima la acción del gobierno Revolucionario. Y la Gestión; concentrada entre otras iniciativas por las mesas de gobierno. Forma parte del nuevo esquema de gestión LAS MESAS DE GOBIERNO las cuales estamos impulsando con mucha fuerza y pasión. Hemos concluido que en cada mesa de gobierno deben converger el instrumento político – revolucionario, el poder popular y las instancias del poder constituido tanto municipal, regional y nacional.
Es decir, en cada parroquia se integrarán en un trabajo mancomunado los círculos de lucha (CLP), UBCH, Consejos Comunales, Comunas e instituciones del estado; las cuales tendrán como misión suprema impulsar y consolidar las políticas públicas del gobierno revolucionario de Monagas en la búsqueda de la suprema felicidad. Como vanguardia organizada las mesas de trabajo deben incorporar además a los Camaradas del G.P.P. Amplitud Revolucionaria. Todas las potencialidades, sabiduría y fortalezas del poder popular deben redimensionarse para alcanzar niveles superiores de eficacia revolucionaria. Se busca con las mesas de gobierno, entre otras cosas, romper con el individualismo, sectarismo, dogmatismo y burocratismo del viejo estado que hemos heredado. En las mesas de gobierno no hay jefes ni caudillos. Hay un equipo de trabajo, una acción compartida. Cada mesa de trabajo debe funcionar con una logística necesaria incluyendo las herramientas tecnológicas. Debemos evitar que el trabajo de las mesas de gobierno no sea espasmódico; sino un trabajo permanente en el tiempo y en el espacio. Debe vibrar al calor de las masas. Una constancia diaria donde el seguimiento y control debe ser la regla de oro. La democratización y sistematización de la información, así como su capacidad operativa debe irradiar en cada mesa de trabajo.
Se trata de una nueva dinámica que nos debe conducir al verdadero estado comunal. La asimilación de esta nueva experiencia será un proceso gradual y dialéctico. No perder de vista la premisa: “unidad dentro de la diversidad”. Como todo proceso inédito, las mesas de gobierno no estarán exentas de contradicciones. Allí es donde debe elevarse la conciencia del sujeto histórico para avanzar y vencer las dificultades propias de una dinámica de nuevo tipo. Para los chavistas el ejercicio de gobierno está centrado en el pueblo donde este es el gran protagonista. Entiendo que este esfuerzo que impulsa nuestra Gobernadora Yelitze Santaella es también una “sacudida” a todo su equipo de gobierno por lo tanto hay que romper con la vieja formalidad de “las cuatros paredes”. Hay que gerenciar al lado del pueblo. Sentencio recientemente nuestra gobernadora que “la Revolución no se hace desde un aire acondicionado, sino al lado del pueblo, aprendiendo de este”. Podemos enfatizar que las mesas de gobierno están sustentadas por la trilogía de la eficiencia (partido, poder popular y gobierno) quienes tendrán en el día a día la sistematización de la experiencia acumulada. En definitiva, la práctica será el criterio de la verdad y eficacia revolucionaria.
Como es lógico suponer, las mesas de gobierno buscan afanosamente descentralizar el poder, transformando la realidad con iniciativas y acciones que tengan verdadero IMPACTO SOCIAL. Debemos avanzar hacia las transferencias de atribuciones y competencias al Poder Popular. Una orden de Chávez nos dijo: “para que ellos vayan asumiendo cada día más responsabilidades en lo político, en lo administrativo, en el mantenimiento de instalaciones, en la activación de nuevos servicios públicos que irán maciendo” Nos dice el camarada y profesor Come Arzolay que: “Las mesas de gobierno son un punto de encuentro entre revolucionarios para concretar el pensamiento y acción del Plan de la Patria. El inmenso legado de Chávez”. Hasta el momento hemos dado los primeros pasos para concretar las mesas de gobierno en buena parte del Estado Monagas. Los Camaradas la han aceptado con mucho entusiasmo y compromiso. Como puede verse, es otro concepto del poder donde se rompe el viejo esquema donde “todo lo resuelve” la vieja institucionalidad constituida.
Recordar siempre a Chávez cuando señalaba: “Para salir de la pobreza hay que darle poder al pueblo”. NUESTRA GOBERNADORA ESTÁ CONVENCIDA DEL INMENSO POTENCIAL QUE TIENEN LAS MESAS DE GOBIERNO, POR LO TANTO VALE LA PENA TOMARLE LA PALABRA Y AVANZAR A SU LADO EN ESTA INÉDITA EXPERIENCIA. Dice el investigador Manuel Enrique Acosta Rico que “El poder popular en la Revolución Bolivariana, es la democracia real, directa, efectiva, participativa y protagónica del pueblo bolivariano, no solo para atender problemas prácticos puntuales sino para definir y controlar la implementación de políticas públicas, sean estas de impacto interno o externo”. En momentos de conjuras y amenazas imperiales la respuesta del pueblo organizado debe estar centrada en la organización, planificación, unidad y conciencia. Aceptemos el reto histórico.