Pensando como el Politólogo que soy

En el mundo nunca existió (ni existe) un gobierno revolucionario

Gobernar significa controlar y ejercer funciones para preservar el orden establecido por el bloque hegemónico que detente el poder durante el tiempo que le establecen las leyes vigentes. Per se, todo gobierno es conservador. La primera misión de los funcionario que gobiernan, es mantenerse en los cargos, ejerciendo las funciones establecidas por el ordenamiento legal que rige sus actividades.

Ningún gobernante puede o debe intentar acciones revolucionarias de fondo sin modificar o transformar el ordenamiento jurídico que lo rige . Quien lo intente perece en el intento, se hace el haraquiri; sobre todo cuando pueda afectar los intereses y privilegios del bloque histórico de poder que lo sustenta en el cargo que ejerce.

Son las ideas, las utopías y los sueños de los hombres y mujeres, “que no están en el ejercicio del poder”, quienes crean las ideologías revolucionarias de cambios en las sociedades humanas. Para hacer realidad o concretar esas ideas buscan apoyo y se reúnen con otros(as) que expresen un sentir común que los lleva a constituir asociaciones políticas para tomar el poder y así controlar a la sociedad global mediante el ejercicio de funciones de gobierno.

Al tomar el Poder Político y constituir un gobierno, todo grupo social o económico se transforma en conservador, tal sea para preservar el orden vigente o status quo, que consideran ha sido vulnerado o para constituir un nuevo paradigma, desde la insurgencia de sectores radicales para transformar el ordenamiento legal establecido. En Venezuela a los que quieren “transformar” el orden vigente” se les denomina “revolucionarios(as)”.

Hechas y aceptadas las premisas anteriores es fácil entender, el porque es una falacia afirmar que en Venezuela está ejerciendo el poder un gobierno revolucionario, no, porque no quiera ser, sino porque no puede hacerlo. Sería un autosuicidio.

Imaginemos por un instante al gobierno de Nicolás Maduro intentando “transformar” el orden vigente que heredó del gobierno anterior de Hugo Chávez. Su papel histórico es “preservar y conservar” el orden jurídico-politico que heredó de su antecesor, el cual le dejó el legado, de un nuevo bloque hegemónico en el ejercicio del poder politico ejerciendo funciones de gobierno. Es en esta óptica que nos atrevemos a decir que el gobierno actual es conservador. Quienes deben ser revolucionarias son las agrupaciones políticas que sustentan ideológicamente al gobierno y que quieren por medio de éste “transformar” el orden establecido.

Son las bases organizadas en agrupaciones políticas, las que deben ser formadas ideológicamente por los partidos, para que de ellas surjan los futuros funcionarios del gobierno que puedan desde allí realizar o tratar de hacer los cambios previstos en las nuevas leyes que se originen desde los poderes legislativos. No es al gobierno a quien le corresponde formar ideológicamente a sus funcionarios, éstos deben venir ya formados por las agrupaciones políticas constitutivas del gobierno en ejercicio.

Todo lo anteriormente dicho tiene su correlato, si y sólo sí, el gobierno y las agrupaciones políticas hegemónicas son dos instancias diferenciadas y la primera se deja, por lo menos; orientar por la segunda. Es imposible que desde un gobierno , donde sus funcionarios dirigen a las agrupaciones políticas que lo constituyen, puedan surgir ideas o planes revolucionarios y menos contrarios al orden establecido. Todo lo que de allí emane será convertido en leyes, cuya finalidad principal es sustentar y conservar el status quo.

Hay dos hechos observados durante los 15 años de “gobierno revolucionario” que puede ejemplarizar todo lo anteriormente escrito:

1.-Todo funcionario electo o designado, desde el primer instante que asume el cargo, inicia actividades en función de ser reelecto o confirmado para el próximo periodo correspondiente. (Estas actividades pasan a ser más importante para él, que el éxito en las funciones o cargos que ejerce).

2.-Todas las leyes, sin excepción, que han sido aprobadas por los entes legislativos, desde 1998 hasta la fecha, han sido para facilitar la acción del gobierno y con esto darle más poder, con fin de mantener el control necesario y así el conservar en la mente de los electores, los valores teóricos que le dieron origen y les permite mantenerse en el poder mediante la reelección.

En los ejemplos expuestos no hay intención valorativa, simplemente que esos son los hechos concurrentes que hemos observado en la praxis políticas de los últimos tres quinquenios.

¿Cuál es mi propuesta como Politólogo?. Ninguna. Sólo describo hechos observados como me lo enseñaron en la Universidad. ¿Cómo militante del PSUV?: Me permito opinar que en éste partido debemos rescatar su razón de ser y en verdad lograr orientar y dirigir las políticas que realiza el gobierno mediante la formación ideológica y el control de las personas que van a cumplir funciones dentro de la estructura del Estado.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 2120 veces.



Juan Veroes


Visite el perfil de Juan Veroes para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: