“Para el logro del triunfo siempre ha sido indispensable pasar por la senda de los sacrificios”. Simón Bolívar
No cabe duda que si alguien quiere sondear opiniones acerca de la posición que mantenga la gente actualmente en torno a si simpatiza o no con el gobierno debe irse a una cola de éstas que se hacen del lado de afuera de un puñado de establecimientos comerciales. Allí sí que se conoce de quien maneja criterios fundamentados, unas veces; tergiversados, en tantas otras; elucubraciones, en un gran número y hasta se ríe uno de chistes que surgen todo gracias a las conversaciones que se originan por el tiempo de espera que, para decenas es largo y para otros se hace corto amén de la cantidad de productos que puedan despacharse para su adquisición.
Ahora bien, por más extendida o reducida que sea la susodicha, cabría peguntarse: ¿Cómo es visto el Socialismo en la mente de personas que ha de adquirir un producto de primera necesidad actualmente en los sectores populares? ¿Se tragará el cuento la gente que es válido esta especie de sacrificio porque ser pobre tiene su recompensa más adelante? ¿Se acerca esto a lo que soñamos alguna vez vivir en una sociedad de iguales? ¿Hasta dónde será el aguante o la resistencia de un pueblo que ha soportado toda clase de acción desestabilizadora hacia su moral y espíritu de combate e inclusive el asesinato de su líder revolucionario pero que esta vez está en juego el estómago y el bolsillo?
No hay respuestas claras para estos cuestionamientos (…).
Por supuesto desde hace rato somos una gran referencia en Latinoamérica y a nivel mundial, pero el Socialismo Bolivariano impulsado por Chávez se encuentra cruzando una de sus más difíciles pruebas: la efectividad de sus principales líderes dado el compromiso con que se le escucha su verbo y sus acciones en pro del juramento que se hace a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Es la hora de los hombres con bolas y las mujeres con ovarios. Los camaradas de su lado a tomar las decisiones pertinentes a evitar el desmoronamiento dentro de las instituciones del Estado. Evitar que la corrupción resquebraje los principios y valores de cada funcionario al servicio de la nación, del pueblo y de sus mismos compañeros. Las camaradas a avivar las esperanzas, el empuje, la fortaleza que se debe tener ante estos casos, en cada acción colectiva, sobre todo en los espacios públicos y más aún en el poder popular. En buena medida la movilización e interconexión con las bases depende de la efectividad de ellas.
Como añadidura no nos podemos dormir en el pregón ni en los discursos vacíos que cada vez se parecen más al rezo de un novenario lanzado desde la alta dirigencia gubernamental. Mientras sectores de la derecha más recalcitrante meten su patota en fosas bien hondas no podemos pretender que ésa sea la especie de salvación de este proceso revolucionario.
Horas antes de escribir este artículo me tocó escuchar en una misa palabras del sacerdote recordando aquella frase de Jesús de Nazareth cuando dirigiéndose a sus apósteles les dijo: “…es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre al reino de los cielos”.
Estaba que me mordía la lengua y muy inquieto me puse al oír que había ricos bonachones y otros que no lo eran porque su acumulación provenía de acciones indecorosas o malhabidas. Una especie de rico no se hace rico sino es producto de llevarse las ganancias de otros. Nadie se hace rico trabajando de acuerdo al sudor de su frente. Nada dijo el oficiante sobre esta forma nueva (la de comprar barato y revender) de hacerse rico acá en el centro del país o allá en la frontera. Tampoco de esos que en años tras años hicieron toda clase de trampas para vivir de las divisas del Estado llamándose empresarios.
Lo cierto es que ese “ojito”, del cual mencionó el cura, para nosotros los pobres se nos pone cada vez más chico y, para los ricos, todo indica que las puertas del cielo están bien abiertas, por lo que es imperativo para todo aquel que se dice bolivariano, revolucionario y chavista, especialmente en las bases, en donde tenemos depositada regias esperanzas en esos candidatos a mantener las conquistas logradas en socialismo para un próximo período en la Asamblea Nacional, a no desfallecer. Para nadie es un secreto que hay que manejarse en estos tiempos decisorios con mucha voluntad política sea el espacio que fuere. ¡¡¡Rumbo a las comunas!!!
(*)bridator2@gmail.com