Un país cuyas instituciones estén dirigidas por gente digna y con noción de patria independiente y soberana, no puede aceptar que ninguno de sus procesos judiciales, electorales o administrativos sea supervisados por instituciones foráneas u otros países. Para ello, es mejor declararse estado fallido o colonia.
Esto que acabamos de afirmar lo sabe perfectamente la derecha venezolana e internacional, pues es práctica mundial ¿o es que acaso alguien ha visto que gringos y europeos acepten que les supervisen? Es por ello que esa derecha vienen exigiendo una observación internacional al proceso electoral del 6D que no puede ser aceptada, pues pasaríamos como los escuálidos a ser indignos de la patria que nos legaron nuestros libertadores.
Bueno es tener en claro, sin embargo, que no hay cabos sueltos ni nada es al azar en esa estrategia de la derecha. Todo forma parte de un plan y para tener una idea del mismo, basta con leer lo que dice aquel vecinito maleante, que como Ministro de Uribe, bombardeó Ecuador y dijo con prepotencia infinita que lo haría las veces que fuese necesario
Santos, como ya es costumbre, se ha unido al coro de voces del que forman parte una cuerda de ex a los que no quieren ni en su casa y cuya moralidad no sólo es dudosa sino comprobadamente inexistente, para manifestar preocupación porque Venezuela no hace lo que la derecha nacional e internacional exige. Decimos la derecha porque nadie ha visto un político o intelectual de izquierda exigir semejante marramachada.
Ahora, y volviendo a la idea central, las instituciones que se han ofrecido para ¨observar¨ el proceso electoral venezolano, el CDED (Club de Expresidentes Desacraditados ) y la gran media internacional, tienen como objetivo presentar al CNE como un ente tan delictuoso como ellos mismos, de manera tal, que la matanza que tiene planificada la derecha el 6D tras el grito de fraude, sea vista internacionalmente como la reacción de un pueblo estafado en su decisión de cambiar de gobierno.
El plan es matar gente, mucha gente, incendiar las instituciones del Estado y bombardear puestos militares y policiales para justificar un ¨bombardeo humanitario¨ y una intervención armada y eso es independiente de las decisiones que tome el CNE sobre las exigencias de la derecha.
Si se aceptara una supervisión o una observación de las organizaciones que la derecha propone igual se activaría el plan. Pueden tener por cierto que los representantes de esas instituciones declararían que el proceso no fue transparente para justificar el grito de fraude.
Sería ingenuo pensar que van a actuar con imparcialidad cuando con su actitud siempre han pretendido mostrar a Venezuela y su gobierno como una dictadura que violan los derechos humanos, permite el tráfico de droga y hasta prohíbe el internet.
Si no se acepta esa ¨observación imparcial¨ trabajaran con mucha fuerza (ya empezó Santos) en el periodo que resta hasta el 6D, para generar dudas sobre un proceso que es el más eficiente y transparente del mundo. Tras esa matriz de opinión vendría el grito de fraude… y el desastre.
Los paracos están listos para salir como si fueran pueblo arrecho a ¨descargar su arechera¨ y simular una guerra civil que justifique, como ya dijimos, una intervención armada.
Dios nos agarre confesados y con el gobierno preparado.