Si con los resultados obtenidos en las elecciones parlamentarias 2015, el gobierno venezolano no pone en práctica el golpe de timón y las 3R exigidas en su oportunidad por el presidente Hugo Chávez, nunca lo hará. Definitivamente hay logros revolucionarios que defender y profundizar, pero la transición al socialismo no se logrará sin verdaderos socialistas que ejerzan un liderazgo transparente y ético. No busquemos culpables en el contrario, asumamos nuestras responsabilidades y evaluemos nuestros actos.
La revolución no sólo es propiedad del PSUV o del Gran Polo Patriótico, existen movimientos sociales y políticos que están naciendo, con caras nuevas, que tienen cosas que decir, propuestas que realizar e ideas que exponer partiendo de la crítica y la autocrítica revolucionaria, bolivariana y chavista, ejemplo de ello es el equipo de Marea Socialista, compañeros a los que públicamente apoyé en estas elecciones y que seguiré apoyando en la medida que se mantengan fieles a los ideales originarios de Hugo Chávez y a su batalla contra la corrupción.
Como profesional universitaria, como docente, como trabajadora, como mujer, estoy luchando por conseguir una Patria más humana, solidaria y productiva, no soy borrego de nadie y cada una de mis acciones las desarrollo de manera consciente y crítica. Miremos en las bases chavistas (en todas, las verdaderas, las auténticas, las que día a día salen a ganarse el pan con el sudor de su frente) a esos líderes emergentes que clama el pueblo y que hemos evidenciado que no se encuentran en las cúpulas de un partido y mucho menos pueden ser impuestas a dedo.
Debemos profundizar la formación ideológica del pueblo y sobre todo de los que se proclaman como líderes de la revolución. Creo y confío en este proceso bolivariano, pero no estoy ciega, no tengo gríngolas y sé lo que ocurre a mi alrededor; tiene que surgir una fuerza nueva con formación política e ideológicas claras, con capacidad organizativa, habilidades para la planificación y la gerencia productiva, con visión estratégica, con conciencia y ética firmes, que con su trabajo honesto retome el rumbo de nuestro país y nos guíe por los senderos de la revolución, con el mismo entusiasmo, poder de convocatoria y convicción que caracterizó a Chávez. Una revolución en donde realmente exista justicia y equidad social, en donde se fortalezca el poder popular y éste se convierta en real protagonista de su propio destino, sin la malsana intervención y manipulación de pseudo dirigentes gubernamentales. Una revolución, donde desaparezcan los burócratas de oficio que por años se han disfrazado según el color del partido de gobierno de turno, y donde la mano perversa de la corrupción no siga enriqueciendo las arcas de unos pocos y desangrando los bolsillos de millones.
Justo en este momento, es necesario recordar e internalizar las palabras pronunciadas por el presidente Hugo Chávez durante el primer encuentro con diputadas y diputados electos del PSUV, en un acto celebrado en el Teatro Teresa Carreño el 02 de octubre de 2010: "Por eso es que yo digo que las tres erre al cuadrado tiene un sentido: Revisión, Rectificación y Reimpulso. Pero por qué al cuadrado: porque dentro de esas tres R hay otras R, o más allá de ellas hay otras: Recuperar, Repolarizar, Repolitizar. Por eso digo al cuadrado, 3R al cuadrado".
Igualmente, debemos referirnos al llamado "Golpe de Timón", intervención del camarada Chávez durante el Consejo de Ministros del 20 de octubre de 2012, en la cual realiza importantes críticas y reflexiones sobre la gestión de gobierno, y afirma: "no le tengamos miedo a la crítica ni a la autocrítica. Eso nos alimenta, nos hace falta". Tres años después, el actual gobierno de Nicolás Maduro –por quien voté con absoluta convicción- debe afianzar sus raíces históricas revolucionarias y revivir en cuerpo y alma el legado chavista, pero no basta con la mera retórica, el discurso vacío de la dirigencia, necesitamos reflexión y acción, acción y reflexión, verdadera praxis revolucionaria que garantice que aquel "por ahora" del 04 de febrero de 1992 no se diluya en un hoyo negro, sino que se convierta en un "para siempre" del pueblo venezolano, el cual no se merece volver a dormir en la oscura noche de la indiferencia y el olvido.
Periodista y docente universitaria.
@AnaChavez_