Lo que hablé con el presidente Maduro

El repique del teléfono me sacó del limbo en el que me encontraba bajo el calor de una noche sin luz eléctrica, mi primera reacción ver el reloj: 2:00 am; el sobresalto que causa una llamada a esa hora cuando se tiene familiares lejos siempre pone un tono de suspenso al momento, en la pantalla se leía “número desconocido”; Aló! Me oí decir con voz de susto y de ansiedad; Aló, me respondió una voz de hombre joven, buenas noches camarada Oscar Jiménez disculpe la hora le va a hablar el presidente Maduro, manténgase en línea por favor…

Lo que me faltaba, un vacilador nocturno para matar el hastío, Ok respondí y me prepare para oír la imitada voz del presidente Maduro con el inconfundible tono de alguno de mis opositores amigos (opositores, porque los compatriotas no juegan con esas cosas tan sagradas para uno)

Mientras del otro lado se oian ruidos de una conversación en curso, me preparé para oír: “buenas noches compatriota le habla su comandante Maduro, el heredero, el único, el vergatario para decirle que tampoco tengo luz y también tengo calor porque he decidido sufrir las penurias del pueblo mismo, como me ordenó el comandante supremo, mañana nos vemos en la cola de mercal pero vaya temprano porque habrá pollo y papel toilet”, o algo similar y luego las risas de alguno de mis queridos pero desequilibrados amigos.

Aló, buenas noches compatriota, como está la familia; oí una voz muy parecida a la del presidente; Aló, volvió a decir el hombre del otro lado de la línea; Aló repetí de manera incrédula y esquiva aun, si dígame, en que puedo servirle.

Compatriota estuve leyendo alguno de sus artículos y quiero invitarlo a unos minutos de buen café para compartir puntos de vista, pero tendría que ser mañana mismo que tengo un tiempo disponible.- Bueno yo no tengo problema la cosa es como trasladarme a Caracas y amanecer allá, le seguí la corriente. Ummm, eso no es problema espera que te voy a pasar a alguien para que organicen eso, saludos a la familia; Aló, dijo alguien casi de inmediato y se me presentó como capitán de la aviación Bolivariana…

No cabía dentro de mi mientras veía el sol salir a mas de 5 mil metros de altura sentado en la parte de atrás de un Hércules de la fuerza aérea que llevaba carga prevista ese día hacia Caracas, menos aun cuando me vi montado en una camioneta de la Guardia Nacional Bolivariana que me llevaba a Miraflores y menos que menos los minutos en que sentado esperaba en un despacho pequeño a que el presidente me atendiera.

No había sido una broma pesada de mis escuálidos amigos, ahí estaba yo impaciente y nervioso esperando a que me dijeran pase adelante; cual espera en consultorio de odontólogo, cada vez que la puerta se abría un frio me recorría la espina dorsal y me repetía calma, Oscar; deja la vaina; calma para que aproveches el tiempo; repasaba las notas que apresuradamente había anotado en una libreta que llevé y cambiaba una vez más el orden de prioridades de las mismas, otra vez la puerta y esta vez lo que esperaba con nervios sucedió: pase adelante señor Oscar, no sé si me levanté como un resorte o si lo hice muy lento pues ese pedazo se me borró del archivo; solo me recuerdo caminando hacia un hombre de tamaño gigante, con una sonrisa esplendida y humana que estiraba la mano hacia mi generosamente.

Como está compatriota, que tal el viaje, como está la familia y a la vez me señalaba una silla frente a la que se sentó él mientras ordenaba cafecito

Después de un emotivo saludo que no voy a relatar pero que resumiré en agradecimiento por el gesto, mi indiscutible fidelidad al comandante Chávez y su legado, mi admiración genuina por su esfuerzo para mantener la patria en orden, todo agolpado por el nerviosismo de estar ante alguien de poder y por saberme afortunado de estar allí.

Como curiosidad le pregunté cómo llegué a su directorio telefónico y me expuso que recibió los twits que le envié, eso me sorprendió pues hacía tiempo que había dejado de envíale convencido de que no los leía pues ese twitter no es tan fácil de dominar ya que abunda demasiada información, además de que nunca obtuve respuesta alguna.

Me preguntó cómo era el planteamiento sobre la ruta marítima hacia San Vicente y las Granadinas y le pedí unos minutos previos para hablarle de otras cosas que llevaba en mi libreta, asintió y se preparó a escucharme con paciencia.

En resumen le dije más o menos esto:

Presidente El proyecto hacia el Caribe abarca una estrategia que va a favorecer nuestra integridad y defensa http://www.aporrea.org/venezuelaexterior/a216547.html, pero hoy tenemos el enemigo mayor en casa y el combate está planteado en nuestras calles, en nuestros hogares, en nuestros vecindarios.

La cosa en la calle no está fácil, hay mucho descontento por las benditas colas, por la escasez, por la inseguridad.

Con tristeza veo como compatriotas a quienes consideraba sólidos chavistas están desmoralizados y hablan pestes de su gestión, y cuando digo pestes, son pestes, presidente, eso da mucha tristeza.

Con tristeza veo presidente que compatriotas a quienes consideraba duros me han asegurado que no van a votar. Presidente la oposición está siendo efectiva en su campaña para crear ese odio hacia usted, enmarcado en la estrategia para todos conocidos de acabar con todo lo que huela a chavismo.

Yo creo que el accionar del mismo gobierno está ayudando a la oposición; yo no sé qué información le llegue a usted pero es chocante oír a un ministro de salud decir que no hay escasez de medicamento cuando tenemos meses tratando de cumplirle el tratamiento a mi mamá y los medicamentos e insumos en general escasean en todas las farmacias (tengo tiempo tratando de comprar un simple termómetro). Es chocante oir que han disminuido las colas para los productos básicos cuando estas no solo se mantienen sino que son denigrantes; presidente no sé porque aun se permiten, ¿Por qué los supermercados no colocan los productos en los anaqueles como antes?¿Porque hay que comprar ciertos productos por la puerta de atrás en un inclemente operativo de colas?

Siempre en épocas decembrinas la delincuencia se desata, pero en esta que tiene un elemento electoral adicional pareciera que los apagones y la delincuencia se organizaron para bailar al mismo ritmo, pareciera una estrategia planificada, presidente.

La guerra económica a la que estamos siendo sometidos por todos los flancos (internos y externos) están debilitando al chavismo y están logrando el objetivo: alejar a los votantes (así nos califican al estilo norteamericano) del apoyo a su gestión, repiten entre ellos la convicción de que ahora hasta creen que Chávez fue bueno y los exchavistas que aun aseguran que Chávez fue lo máximo están en la posición de que usted fue el único error cometido por el comandante supremo.

Acérquese más al pueblo presidente, séale franco, con esa franqueza nuestra; a veces siento que se pierde en el discurso y lo alarga tanto que se pierde la atención del oyente y al final no llega el mensaje directo.

No repita lo que sus asesores le informan ni lo que sus ministros le informan pues no todo lo que le llega es verdad. Aquí viene otro punto presidente, es complicado en estos momentos opinar y mucho menos criticar, pues los que deberían escuchar las críticas y analizarlas tienden a ofenderse y a acusar de un montón de cosas al criticón

Salga presidente a la calle sin publicidad, de manera sorpresiva, aparézcase en los hospitales, en los cuarteles de policía, en el cicpc, en una tasca, en un cementerio, en un barrio, en una esquina o por lo menos haga esto que hizo conmigo, llame de manera improvisada a cualquier número telefónico e invítelo a unos minutos de café y oiga como me está oyendo presidente, pero necesitamos sentir su presencia en las calles como líder contra esa burguesía que está a punto de engullirnos. http://www.aporrea.org/actualidad/a215338.html

Presidente, como sea debemos ganar esta Asamblea Nacional, usted lo dijo, bueno yo creo que el pueblo verdaderamente chavista lo sigue como sea, solo necesita sentirlo más cerca. http://www.aporrea.org/poderpopular/a216429.html.

En este momento me di cuenta de que el presidente se había tomado su segunda taza de café y yo empeñado en hablar apenas daba sorbos a la mia ya fría, coño me pase, me dije para mi ante la grave mirada de Maduro.

Bueno compatriota no estoy ajeno a eso que me dices, comenzó a hablar el presidente, la cosa es complicada…

En ese momento el timbre del teléfono me trajo a la realidad y me encontré en mi cama sudoroso y vi una vez mas (o quizás por primera vez) el reloj: 2:02, coño quien será? Aló dije esta vez sentándome de un brinco en la cama; Aló compatriota (descubrí en el tono la disimulada voz de mi compadre Pedro) lo estamos llamando de Corpoelec para decirle que si quiere seguir con esto siga aplaudiendo como foca al actual gobierno que no es capaz ni de mantener a los focos prendidos…

Lo mandé a rellenar crucigramas y tomé mi laptop y comencé a escribir, mientras sentía el ruido en el patio: mi esposa estaba mudando uno a uno a los chamos a un colchón al aire libre para que durmieran algo pues mañana habrá clases…

De todos modos me quede pendiente al teléfono por si lo anterior había sido una premonición y no un sueño, han pasado varios días y lo único que se ha repetido han sido los apagones y el chalequeo del compadre.



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Oscar Jiménez


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