Parece que fue Trotski quien dijo esta frase, el presidente Chavez también recurría a ella de vez en cuando para alertar a los chavistas de los peligros de desviar el rumbo del proceso bolivariano y encontrarse en el camino con ese Látigo que haría volver a buscar el rumbo verdadero. Dentro de poco estaremos sufragando por nuestros candidatos más cercanos, esta votación es muy importante para la continuidad del proceso bolivariano, una victoria de la Contrarrevolución defrenestaria los cambios que para bien social ha otorgado o se han concretado en los últimos 15 años.
Para nadie es un secreto los grandes problemas económicos que presenta el país, unos inducidos otros por mal manejo del ejecutivo, corrupción de apátridas diseminados en la administración pública y otros en puestos claves dentro del mismo gobierno central. Todo esto ha creado un clima de tensión en la calle, la Contrarrevolución conoce muy bien estos problemas, su punta de lanza ha sido como siempre el complejo nacional industrial. Desde allí han golpeado al gobierno central, a través de una baja producción de bienes y alimentos que crean en la población un sentimiento de indefension, baja autoestima, deterioro de su calidad de vida y verdaderas dudas sobre si el gobierno lo esta defendiendo o se olvido de ellos.
Es así, que el panorama para el 6D esta de color de hormiga. Nos encontramos con un gobierno o más bien con funcionarios irresponsables en sus acciones, la ineficiencia de muchos pareciera que estuvieran apostando a la caída del Revolución. Del otro lado, la derecha reaccionaria se frota las manos, y ve como si estuviera en un coso taurino los toros desde la barrera. La Contrarrevolución apuesta al desgaste entre el gobierno central y los factores económicos representados por fedecamaras, consecomercio, venamcham, y algunas cadenas de grandes tiendas de expendios de comida, enseres domésticos, calzados y ropa. La batalla ha sido fuerte, no podemos dejar a un lado el gobierno hostil de Colombia, y el coro de orquestación de los mass media.
La Revolución Chavista va a una confrontación histórica contra sus enemigos naturales, para ella no es nada nuevo, casi siempre le ha tocado batallar contra ellos. Pero ahora va muy golpeada. Esperamos que el sentimiento de patria y de identidad revolucionaria no se olvide a la hora del sufragio.
