En una cosa debemos estar claros los venezolanos que realmente amamos y valoramos nuestra patria, y es que la nueva Asamblea Nacional (AN) que resulte de las elecciones del 6-D próximo, no puede ni debe ser la prolongación ni el reflejo de la actual AN, marcada por el sometimiento de los Diputados a los designios y prescripciones de sus jefes de las fracciones parlamentarias, tanto bolivarianos como de oposición, por cuanto este sometimiento castra el desarrollo del libre pensamiento y de la conciencia de los sujetos deliberates, y los trasforma en marionetas y difusores de pensamientos preconstruidos por otros.
Una AN incapaz de lograr mínimos de consenso mediante debates de ideas, en los cuales prevalezca la racionalidad, los principios de la soberanía nacional, y los derechos colectivos y ciudadanos de la sociedad venezolan, sólo por citar algunos ejemplos, es un contrasentido, cuando los propósitos fundamentales de ese cuerpo son precisamente el de legislar, es decir producir leyes para todos y todas, al servicio del poder constituyente y de ejercer Contraloría institucional y favorecer la Contraloría pública ciudadana de la gestión del Estado en todas sus instancias y modalidades, tanto de los entes centralizados y como descentralizados, y ser celosos guardianes de la separación de los poderes públicos, la AN más que cualquier otro poder público, debe tener como norte la Democracia directa, participativa y protagónica, tal como aparece el el texto de la CRBV, los Diputados son voceros del pueblo y no sus representantes, como a menudo se vienen asumiendo ellos mismos, reproduciendo esquemas de la vieja política cuarto republicana cuya superación conceptual y normativa como es bien sabido por todos los venezolanos, se logró en la Constitución citada, mediante un Proceso Constituyente, liderado por el Comandante Hugo Chávez Frías, los Diputados actuales parecieran en su mayoría no haber internalizado tal cualidad en su profundo significado, lo cual se demuestra por el hecho de que ni tan siquiera han sido capaces de rendir memoria y cuenta de su gestión ante el pueblo que los Eligió como voceros, cito como muestra a los Diputados del Estado Aragua.
En correspondencia con las afirmaciones aquí expresadas, considero que los Diputados a elegir, si es que acaso queremos cambiar las reglas del juego fijadas por la artificiosa polarización, deberían cumplir un perfil necesario donde la de libertad de conciencia y el ejerció del derecho de la libertad de expresión estén presente en su gestión, ademas de otros aspectos como por ejemplo: la honestidad, el compromiso con la construcción de un nuevo modelo de sociedad donde prevalezcan entre otros, los valores de la honestidad, el valor del trabajo, la justicia social y en donde la democracia más que una forma de gobierno sea una filosofía de vida de todos los venezolanos y venezolanas.
Debemos favorecer con nuestro voto a aquellos candidatos no atrapados por la catastrófica y artificiosa polarización como por ejemplo los que presenta Marea Socialista con diversas tarjetas Ej Poder Laboral y otros de movimientos de izquierda, con claridad ideológica que pretender reivindicar y fortalecer logros indiscutibles del proceso bolivariano tales como la inclusión social y la redistribución de la renta petrolera, favoreciendo a nuestro pueblo más necesitado, y con una visión anti imperialista,y anti capitalista, la Constitución Bolivariana de Venezuela y el Documento del “Plan de la Patria”, presentan el marco para el desarrollo de nuestra patria en el sentido del deber ser, de cara al presente de cambios estructurales que favorecen el desarrollo y consolidación del poder popular.