Por encima de las pasiones y del natural interés de cada uno a que ganen sus candidatos a la Asamblea Nacional el próximo 6 de Diciembre, lo importante para Venezuela y cada uno de sus habitantes es que en el país se mantenga la paz, entendiendo civilizadamente que para eso son los procesos electorales en los países civilizados, es en las urnas electorales y con los votos como y donde se disputa el poder.
A escasos días de “la hora de la verdad” vamos a saber cuál fue el discurso más convincente, si el expuesto por los candidatos de la oposición (MUD) ó el de los candidatos del oficialismo (GPP-PSUV). El joropo será la noche del próximo domingo…así que acomoden sus alpargatas y su trago moderado de “caña” para que no se transforme el triunfo en euforia de provocación contra quienes en buena lid asumieron el reto de medirse…Los venezolanos que de verdad amamos esta Patria, huérfana de tantas cosas por hacerle, desearíamos” que hasta el día de los comicios se usaran las diatribas y al día siguiente se iniciaran las conversaciones de entendimiento para ver como echar para adelante al país por encima de intereses particulares, de grupos o corporaciones nacionales o internacionales. Claro, esto está sujeto a los estrictos y sagrados interese de un país dispuesto definitivamente a ser soberano independientemente de las diferencias internas o generacionales, ideológicas o políticas.
El próximo domingo 6 de Diciembre, nada de aplicar la jaliscada de “cuando pierde arrebata”…nada de eso, en unos comicios limpios, garantizados por la tecnología utilizada y la observación nacional e internacional, sus resultados serán necesariamente inobjetables y. por lo tanto, aceptados…aunque nos duela. Los victoriosos a celebrar sin provocación y los perdedores a reflexionar, a analizar dónde estuvieron sus errores ¿Por qué el mensaje de su organización u organización no llegó o no fue entendido por los electores?...y en base a las conclusiones que pudieran sacarse, continuar majadereando en la lucha por sus principios. Nada de pensar que con la violencia vamos a resolver nuestros problemas.
La paz es el camino al progreso. Veámonos en el espejo de Afganistán, Irak, Libia, Siria, etc. donde la violencia sólo ha sembrado miseria y desolación…por encima de todas nuestras diferencias, carencias y errores afirmemos nuestras luchas y convicciones en el incomparable beneficio de la paz.