Nicolás y el Consejo de Economía Productiva

El pasado 19 de enero, la creación del  Consejo Nacional de Economía Productiva por el Presidente Nicolás Maduro, marcó el inicio de una coyuntura que ha dado bastante de que hablar entre la oposición y entre los revolucionarios. Hoy quiero referirme a la matriz de opinión que se ha venido formando en el campo revolucionario, en la cual, se presenta la actitud de nuestro Presidente como una claudicación, creando así confusión entre muchos de nosotros. Es de mencionar, que el Marxismo no se impuso como Doctrina Revolucionaria porque Marx fuera simpático, sino porque tanto en la teoría como en la práctica se impuso tanto al reformismo burgués y burócrata como al ultrismo iluso y pequeño burgués de izquierda (no hay otro).
 
Lo primero que hay que tener claro, y lo demuestra toda la experiencia histórica de los países que han tratado de construir el socialismo, es que el camino de construcción del socialismo, de la revolución, no es una amplia autopista, completamente recta, perfecta y sin obstáculos, así como el desarrollo histórico tampoco sigue una línea recta hacia adelante El camino al socialismo, eso que llamamos transición, es una constante y ardua lucha de clases, en la cual, la estrategia no puede consistir en atacar siempre, si así fuese, no haría falta estudiar estrategias y tácticas, sino sólo atacar siempre. A veces, lo más acertado es defenderse, a veces vadear o maniobrar por los lados, y a veces hasta retroceder para luego poder avanzar. Es como si se tratara de encontrar un camino a una cima que nadie ha conquistado antes, en algunos momentos, podremos encontrar pasadizos ciegos y habrá que retroceder o regresar a buscar o crear un mejor sitio o situación para seguir avanzando. Otras veces habrá que retroceder para luego poder avanzar, y así. Lo mismo podemos verlo en un partido de fútbol, en el cual, en algunos momentos hay que jugar al contragolpe, cediendo el ataque, lo que se llama una retirada estratégica, a fin de poder atacar después.

Tener todo el tiempo la misma estrategia y la misma táctica, de sólo atacar constantemente, es insensato, aún en los deportes, mas aún cuando la vida y futuro del pueblo están en juego. En nuestro caso, no hay que olvidar que hemos recibido un duro golpe al perder la AN, y sería infantil negarlo. Me pregunto, es que acaso Nicolás anunció la suspensión de las Misiones (Barrio Adentro, Vivienda, Cultura,  etc.), la eliminación del Ministerio para la Economía Comunal, la suspensión de la creación de empresas socialistas, la privatización de las empresas del Estado, la eliminación de los Consejos Comunales, o algo parecido. Nada de eso se ha hecho, ni se hará. Todo seguirá y más aún, profundizándose, en especial, impulsando el Poder Popular, aumentando la propiedad social de medios de producción y transfiriendo cada vez más poder al pueblo. Eso no niega que debemos seguir haciendo cambios profundos, o perderemos el Gobierno. Cambios profundos deben hacerse en el PSUV, en particular en la composición de su Dirección Nacional cooptada, o es que lo han hecho de maravilla y por eso perdimos la Asamblea. Esperemos que el Congreso de la Patria impulse cambios en ese aspecto. Ya habrá tiempo para ese tema y otros como los Consejos de Trabajadoras y Trabajadores en la Gestión, en próximos artículos abordaré estos temas.
 
Algunos analistas, deberían tener claro, que toda estrategia está determinada por su momento histórico, y que en nuestro país, hay que tener presente que Chávez llegó al poder por la vía electoral, por lo que no podemos, mientras no nos veamos lo obligados, imponer nuestras políticas por la fuerza; que Venezuela es un país con un capitalismo dependiente (sub-desarrollado), y nos falta mucha industrialización para poder satisfacer nuestras necesidades internas, en especial las alimentarías; y de que somos una economía altísimamente rentista e importadora. Hay que tener claro que, no estamos en pleno socialismo, ni en plena etapa de transición, sino apenas, al inicio de la transición, y que acelerar mucho puede volcar el carro. En la historia, un modo de producción sólo ha desplazado a otro, produciendo más que el anterior, es decir, satisfaciendo más necesidades, y sólo así el socialismo desplazará al capitalismo, produciendo más y satisfaciendo más necesidades, no hay otra manera, de allí, que en los inicio de la transición sea importante el contar con aliados o al menos neutralizar parte del enemigo, para mantener o aumentar la producción de bienes, o perderemos el ejecutivo, no es por amor al arte como se hace. La producción debe aumentarse lo más inmediato posible, o es que vamos a buscar alianzas con los que no producen, o esperar perder el Ejecutivo.
 
Esta estrategia no se puede adelantar inocentemente, es como si un entrenador de fútbol, le adelanta su plan de juego, y sus tácticas, al equipo contrario, informándole cuales estrategias piensa emplear, para que sus opositores estén alerta y no se dejen sorprender, cuando lo más elemental del arte de la guerra, es bien conocido, es la sorpresa.
 
A veces, sobre todo estando en el poder, el camino de los rodeos, el camino de las reformas y las concesiones a las clases no populares, puede desorientar y confundir a los adversarios, y crear contradicciones internas entre ellos y otros sectores opositores, dando así, una tregua a la revolución, que nos permitan acumular fuerzas y preparar las condiciones para una nueva ofensiva. No se puede negar que, en cierto sentido, este camino es un camino "reformista" que entrañas peligros, pero que más peligro que haber perdido la Asamblea y la posibilidad de perder el Gobierno. Ahora bien, hay que tener presente que aquí se da una particularidad fundamental, y es que, en este caso, la reforma parte de las fuerzas del pueblo, que ya están en el poder, y que puede dar la tregua necesaria para hacer correcciones, y seguir profundizando la revolución. Es importante señalar, que no sólo se avanza haciendo expropiaciones, también avanzaremos venciendo la inflación, el acaparamiento, las colas, y consolidando lo logrado, aumentando la eficiencia y eficacia de la gestión pública, involucrando a las comunidades en como proveer más y mejores servicios públicos, solucionando sus problemas, combatiendo la corrupción y la impunidad, impulsando el Poder Popular, la contraloría social, formando cuadros y no seguidores, etc..

Si las fuerzas del pueblo pueden llevar a cabo esta política, es exclusivamente, porque en el periodo anterior, la revolución ha avanzado, por tanto, lo bastante para tener a donde retirarse transitoriamente, reagruparse, y corregir errores. Como ya señalé, ello conlleva un riesgo, claro, pero si no se hace, ya no habrá riesgo, la pérdida del proceso será una certeza. Creo que con Nicolás el timón está en buenas manos, conoce la historia y sus recovecos, y posee experiencia.

De lo que se trata, no es de crear confusión en el campo del pueblo, con críticas infundadas de quienes no entienden en qué momento de la Revolución nos encontramos, ni cuál es la actual correlación de fuerzas, ni cuáles son los objetivos principales en esta etapa, tanto políticos como económicos (derrotar la guerra económica, corregir errores). Los objetivos políticos, son principalmente subjetivos, y allí falta mucho por hacer, pero eso depende sólo de nosotros. Los económicos, requieren una infraestructura industrial en la ciudad y el campo, que no poseemos y no podemos hacerlos aparecer por arte de magia. Ni puede ser construida exclusivamente por el Estado, hay que agrupar todas las fuerzas que sean posibles, por circunstancial que sea ese agrupamiento o alianza, también requiere de toda la unidad internacional que sea posible, en especial la latinoamericana, ya que solos no lograremos nuestros objetivos. Entonces, en la actualidad, las clases populares deben tener en los pequeños y medianos industriales, y en la sectores de la burguesía productiva (no rentista o importadora), por pequeña o interesada que sea, un aliado aunque sea por poco tiempo, imposible de precisar a priori, contra el imperialismo y sus secuaces internos.
 
Lo que sí es cierto, es que medidas como las del 19 de enero, deben ser debatidas y explicadas entre los revolucionarios, y sectores avanzados del pueblo, y a la militancia del PSUV, para que no haya confusión, ni manipulación.


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Felson Yajure


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