Contrario a los pronósticos de los críticos de oficio (rara especie que nunca ve nada bueno) el Gobierno revolucionario del Presidente Maduro, ha avanzado en pro del desarrollo de un aparato productivo, el cual supere al rentismo petrolero y active la economía del país con el concurso de todos los actores públicos y privados comprometidos con la patria.
En ese sentido, hemos visto a los dueños de nuestra pequeña y gran industria criolla, celebrar con entusiasmo esta nueva estrategia de la revolución para la producción de bienes y servicios los cuales sean susceptible de ser puesto a la orden de los mercados interno y de la región latino caribeña, lo cual traerá las divisas necesaria para la construcción de un socialismo bolivariano, chavista y de profunda vocación por la superación de los embates del gran capital transnacional y sus consabidas consecuencias de hambre, miseria y represion.
Sin embargo hay que hacer notar, que este llamado es solo para los patriotas, para los que le duele la patria y por tanto debe excluir a aquello que validos de gobiernos entreguistas y funcionarios complaciente, durante los pasados cuarenta años de la cuarta república y parte de nuestros años de revolución, siguen apostando a la riqueza fácil que genera la especulación financiera, el asalto continuo al estado y el saqueo de la riqueza nacional.
En consecuencia, es necesario romper con el monopolio, (POLAR uno de ellos). Empresa que se ha dedicado a la producción de alimentos de consumo masivo, a la vez que es la responsable directa de esta infeliz guerra económica con la que se quiere derrocar las esperanzas del país.
Ahora bien, hecho el diagnóstico y escuchado las más diversas opiniones y críticas, es hora de salir a la calle a convocar al pueblo todo, es momento de explicar las razones por las cuales nuestra economía se encuentra transitando por esta dura etapa. Hay que señalar con claridad los responsables del acaparamiento y la escasez, a aquellos a los que le dieron miles de millones de dólares y no rindieron ni un centavo al tesoro nacional.
Tal como dice el dicho popular: las dificultades paren sus soluciones, pues nada es tan malo como para no tener algo bueno. Una paradoja que nos ha dado la oportunidad de explorar alternativas ante la realidad y sus circunstancias. De allí que los revolucionario entendamos que la dialéctica económica, política y social en la que estamos inmersos, debe constituirse en una gran oportunidad para poner a prueba nuestra capacidad de análisis y respuesta ante la realidad.
Pero cuidado, no es con Mendoza ni sus lambiscones que vamos a superar esta crisis, no es solo con la empresa privada, todo lo contrario, el esfuerzo debe estar dirigido a los pequeños y medianos empresarios y productores, sin perder de vista que nuestra razón política y social es la activación de un aparato productivo de propiedad social colectiva que satisfaga la demanda nacional, de lo contrario, el legado del Comandante Chávez repetiría la frustración de Bolívar cuando dijo que había arado en el Mar.
Repito no es con el señor Mendoza que esta patria va a construir el modelo socialista que nos legó el comandante eterno. Por ello deploramos su afán por mostrarse como mansa oveja apolítica, incolora y sinsabor ante esta crisis, cuando todos sabemos que el comanda la primera línea de ataque contra el pueblo. Por ello, no debe ser invitado a ninguna mesa de negociación y por conspirador probado, debe ser juzgado por los tribunales correspondientes. Sigamos en la lucha Viva el Comandante Eterno. Viva el Presidente Nicolás Maduro.