La periodista y política Maripili Hernández, quien fuera dos veces Ministra en tiempos de Chávez, además candidata a Diputada por el Estado Anzoátegui en las elecciones del 6-D, salió del ostracismo y se aventuró a dar unas declaraciones coyunturales en un programa de opinión televisivo..., dijo verdades, pero verdades amargas para la cúpula Chavista, lo cual me recordó un viejo poema anónimo del siglo pasado que dice “Yo no quiero mirar lo que he mirado a travez del cristal de la experiencia, el mundo es un mercado en que se compran honores, voluntades y conciencia.
Si estamos bien nos tratan con cariño, nos buscan, nos invitan, nos adulan, más si acaso caemos, francamente solo por cumplimiento nos saludan”, Maripili afirmó en dicho programa televisivo que el referéndum es un Derecho constitucional que fue propuesto por nosotros (los chavistas) en la Constituyente que originó la CRBV; no puede ser que sí el referéndum nos conviene es bueno, pero solo si nos conviene, además dijo que el Gobierno no debe ponerle traba al referéndum como por ejemplo utilizar a tribunales regionales para tal efecto, sostuvo que si el pueblo ratifica al Presidente Maduro muy bien, pero si se pronuncia en contra igual debemos respetar su posición, para los demócratas lo que vale es la voluntad mayoritaria del pueblo.
Maripili Hernández es comprobadamente chavista, militante y activista del PSUV, dijo que ella en particular no firmaría en el referéndum contra el presidente Maduro, y exhortó al chavismo a que derrotemos en las urnas al referéndum contra el Presidente Maduro, que para eso debemos trabajar, entonces me pregunto cuál es su pecado político por decir verdades, si por la verdad murió Cristo, como señalan los cristianos, entiendo que lo que dijo no le guste a Diosdado, ni a Mario Silva, tampoco a los Chamos de Zurda Konducta, cuyo papel mediático es neutralizar al chavismo crítico, pero también entiendo que para el pueblo chavista Maripili dijo verdades que no son amargas, independientemente que lo haya dicho la bella periodista que tan destacados cargos ha tenido en el Gobierno y en el PSUV, seguramente ahora por sus verdades amargas será ubicada en la categoría de los que “culipandean” y son “guabinosos”, cuya lista pareciera que va creciendo.