Fidel marca el futuro de la Humanidad, no es ignorable, todos tienen que hablar de él, unos lo elogian, lo reconocen, otros lo atacan con saña o lo deforman. Los próximos siglos estarán colmados de Fidel, su vida y pensamiento serán ejemplo presente, guía para la acción.
Fidel define los campos, la derecha externa le muestra inquina, no podía ser de otra manera, él representa todo lo que ella teme, todos sus miedos pasan por Fidel, su mayor pesadilla es la liberación verdadera de los miserables, que el mundo deje de ser territorio para sus privilegios a costa de la miseria de las mayorías y se transforme en reino de la fraternidad y del amor, donde ya no existan relaciones de depredación entre los humanos, sino relaciones de cooperación. Ese es el sueño de Fidel, por eso el odio. Ese rencor de los explotadores, visceral, genético, demencial es la mayor garantía del cumplimiento de Fidel de su papel histórico: siempre al lado de los humildes.
Los ataques de la derecha externa, como son guiados por el odio y la conveniencia, muestran poco talento, sólo tienen el valor de ser una ventana al alma de los atacantes; los hay de todas las calañas, de todas las bajezas, tantos como tipos de alma se encuentran en “las aguas heladas del cálculo egoísta”. No perdamos tiempo revisando esos dardos, todos conocemos las máculas de la condición humana. Estudiemos los que tengan connotación política. Hay dos editoriales de El Nacional, que llaman a la reflexión, los dos calzados con la firma de miguel henrique otero. Veamos.
El primero trata de disipar los miedos de una posible reacción popular para enfrentar un golpe. No se hacen esos editoriales sin un motivo, sin algo que los justifique, podemos deducir lo que ya los cuerpos de seguridad (ojalá) deben saber: el director de El Nacional (en mayúscula, en respeto a su fundador, Miguel Otero) está zambullido en una conspiración.
El segundo editorial ataca a Fidel y a Chávez. Desde el punto de vista literario es menos que mediocre, un intento por llegar a las masas con una historia que lubrique la aceptación de una serie de mentiras que sustentan los ataques a Fidel y a Chávez. La historia ocurre en el infierno y es de una factura detestable, a veces casi infantil, siempre rastrera.
¿Pero por qué hace esto otero, por qué hace que le escriban este podrido, qué busca con la publicación, a quién se dirige? La respuesta hay que buscarla relacionando los dos editoriales. Los golpistas buscan la certificación de los gringos, empantanado el diálogo, shannon pasa al plan b. La actitud frente a Fidel es requisito para seguir adelante, los gringos como buenos musiues no dan sociedad a quien no se arrodille.
Mientras todo esto sucede, la derecha interna disfrazada de Fidelismo, de Chavismo, pero olvidada de sus enseñanzas vive su ilusión en el mundo que construye con los medios de comunicación, de desinformación, de creación de fantasías, sigue en un boxeo con su propia sombra, comparándose consigo misma, intercambiándose piropos. Entre tanto, la realidad avanza.
elaradoyelmar.blogspot.com