Fines de mundo diría mi abuela, si aún viviera. Esto no se había visto antes.
Ciertamente, el mundo que nos ha tocado vivir nos ha permitido ser testigos, muchas veces de primera línea, de hechos que han mandado al traste verdades que teníamos como absolutas. No sé hasta qué punto tuvo razón el compositor argentino Enrique Santos Discépolo cuando en su tango “Cambalache” describe la tropelías, lo problemático y febril del recién comenzado siglo XX.
Sin embargo, las siguientes líneas vienen a colación luego de haber visto al presidente electo de la república hermana del Ecuador Lenín Moreno interpretando todo un hermoso repertorio de temas musicales latinoamericanos, la mayoría de ellos vinculados a las luchas de los pueblos que se encuentran al sur de El Río Bravo hasta La Patagonia, como bien lo diría Carlos Ricardo Cisterna.
Una de las primeras imágenes que vi del Comandante Eterno Hugo Chávez Frías con motivo del segundo alzamiento militar en noviembre del año 1.992, fue a través de un video donde este citaba al “Cantor del Pueblo Venezolano” Ali Primera. Luego de ello me dije: “Estos militares no son cualquier vaina. Si les gusta a Ali Primera entonces estos carajos son iguales a mí.”
Luego conocí y conocimos de la pasión de Chávez por la música llanera, por la poesía y por la pintura. Mis convicciones respecto al Comandante no tenían duda alguna. Andábamos en la misma vaina.
Y como entre gustos y colores no han escrito los autores, el Presidente Obrero Nicolás Maduro Moros se anota a favor de un ritmo caribeño con profundas raíces africanas como lo es La Salsa. El recuerdo permanente al “Grupo Madera” original, el reconocimiento a la “Dimensión Latina” como patrimonio cultural, el impulso al “Corazón Llanero” y la salida al aire del programa radial “La Hora de la Salsa”, constituyen una muestra de la inclinación musical del actual jefe de estado.
Yo nunca podría imaginarme a un Rómulo Betancourt , un Rafael Caldera, un Jaime Lusinchi, un Carlos Andrés Pérez, un Luis Herrera Campíns o un Raúl Leoni, interpretando música llanera, bailando salsa o ejecutando una tumbadora. Qué va...! Eso aparte de inimaginable es imposible. Ellos respondieron a un tiempo, a unas lógicas y a unos códigos propios del capitalismo y, por supuesto, a los intereses del imperio en su labor de penetración cultural.
Hoy son los pueblos quienes en ese proceso de reivindicación cultural, de resignificación de conceptos, de reinvención constante de lo que hemos sido a lo largo de muchos años y contando con líderes de esos pueblos, están construyendo la Patria Grande soñada por nuestro Libertador Simón Bolívar.
Acompañamos al Presidente Electo del Ecuador Lenín Moreno en ese “Golpe a golpe y verso a verso” del poeta Antonio Machado.
Yo no sé usted, pero hace muuuucho rato que la vaina comenzó a cambiar. Si usted hasta ahora no lo ha entendido ese es su peo..!
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